¿Porque él lo dice?
¬ Claudia Rodríguez lunes 9, Ene 2012Acta Pública
Claudia Rodríguez
Estábamos todos tan preocupados, pero al fin nuestro desasosiego podrá encontrar tranquilidad. El señor Felipe Calderón logró inaugurar el monumento al Bicentenario de la Independencia –aproximadamente 16 meses después de la fecha datada— y un día antes de lo que apenas hace unos días se informó como fecha del evento, simple y sencillamente para evitar los grupos de protesta que se alistaban para objetar la obra y el despilfarro económico en ésta.
El discurso de Felipe Calderón para presentarnos la “Estela de luz”, dejó atrás toda la controversia y la corrupción con la que de forma paralela se construyó, y sólo se enfocó en afirmar que éste icono ubicado en la capital de la República deberá ser un emblema de unidad de la nación, que sea más segura, justa y próspera y que ilumine la existencia de las futuras generaciones de los mexicanos.
Voy entendiendo cada vez más por qué los políticos apuestan a los jóvenes para obtener su aprobación y sus votos.
No veo de qué forma Calderón nos pueda convencer a los ya no tan jóvenes y con cierto grado de instrucción, de que un monumento construido en un sexenio de muerte, terror, desempleo y carencias, pueda significar lo contrario
Claro, los libros de instrucción institucional servirán de mucho para que las generaciones de jóvenes y las futuras, se crean el tránsito de una etapa no vivida.
Ya veo las páginas de los libros de historia de México relatando la gran obra de la administración calderonista y refiriéndola en imagen con la “Estela de luz”. Niños pequeños y adolescentes memorizando la doctrina calderonista plagada de falsedades y quimeras.
Hace unos días caminaba por Plaza de la República entre las oficinas del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y de las de la Lotería Nacional, cuando un Turibús repleto de paseantes entusiastas con cámaras y teléfonos en mano, captaban gustosos y hasta con júbilo la imagen en vivo y a todo color del monumento a la Revolución. La escena ante mis ojos duró apenas un instante, pero fue reveladora: El cómo una imagen puede reproducir un ideario y un pasaje de la historia a veces inconexo e incomprendido.
Calderón quiere que se le recuerde, sin duda, la “Estela de luz” es ya su monumento. El presupuesto de la nación ya le ha concedido ese sueño que muchos mandatarios han tenido.
Pero un bloque altísimo e iluminado no borra tan fácil la verdadera historia y el sentir de millones de mexicanos que hemos perdido hasta la tranquilidad.
Los libros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) harán lo suyo, pero habrá que enseñar a nuestros jóvenes y a nuestros niños y los que aún están por venir, que la historia se recrea de varias fuentes.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón Hinojosa expresó que, “más allá de las controversias”, la “Estela de luz” será un icono de la capital del país y confió en que se convertirá en emblema de una nueva era para México. A partir de hoy tenemos un monumento con el que todos los mexicanos podemos identificarnos, que nos pertenece a todos y todas por igual. Un monumento que simboliza la unidad de la nación, por encima de nuestras diferencias y particularidades individuales o de grupo.