Bello, fuerte y valiente
¬ Augusto Corro viernes 6, Ene 2012Punto por punto
Augusto Corro
¿Quién no quiere ser bello, fuerte y valiente? Creo que en nuestra manera interna de ser, todos lo deseamos: la vanidad es parte de la condición humana.
Sin embargo, alterar lo que natura ha dado trae sus consecuencias, en algunos casos fatales. En los últimos días, surgió la polémica sobre los implantes en los senos femeninos, porque existen las posibilidades de que esa práctica produzca cáncer.
Hoy la incertidumbre y el miedo invaden a todas aquellas que se dejaron vencer por la vanidad y optaron por lucir senos artificiales.
Ante la amenaza del cáncer, miles de mujeres, en todo el mundo, buscan volver a su anatomía original y para eso ya platican con sus cirujanos plásticos.
Ahora falta saber si los trasplantes en otras partes del cuerpo humano se encuentran en condiciones de derivar en daños cancerígenos, principalmente en los glúteos, que siempre lucen tan atractivos. ¿O no?
Todo sea por mejorar la imagen y más aún cuando se trata de artistas, deportistas o políticos que mantienen una relación estrecha con el público, fans o seguidores, simplemente.
TATUAJES
Entre los futbolistas, las modas para mejorar la imagen, por lo menos así lo piensan, se encuentran a la orden del día.
En los últimos juegos de la liguilla, el delantero de los “Gallos Blancos” del Querétaro, Adolfo Bautista, el Bofo, lucía un peinado a la mohicana pintado de azul, con lo que demostraba un valor a toda prueba para soportar las críticas.
Además, pocos son los que practican el deporte de las patadas que tienen intacto su cuerpo de los destrozos provocados por la pintura de los tatuajes.
Como señalo al principio, la vanidad es propia de la condición humana, y en ocasiones no es tanta la idea de lucir bello, sino de presentar una imagen que sea atractiva para ganar votos.
¿O qué fue lo que movió a Josefina Vásquez Mota precandidata panista a disminuir la pigmentación de su piel en las fotografías de campaña?
En internet aparece una nota y fotos comparativas relacionadas con la blancura artificial de la política panista. En la primera aparece en su curul con su tez morena, seria, como que pone atención a alguien que le habla. En la segunda, luce sus valiosos aretes y la piel blanca con un cabello teñido entre color rojizo y, al parecer, castaño, con las sombras propias del tinte.
En la nota, el texto sobre el tema dice lo siguiente:
“A pesar de ser una persona de tez morena Josefina Vázquez Mota se muestra en diferentes fotografías con la piel clara, lo cual ha generado varios comentarios negativos en las redes sociales, donde la acusan de blanquearse”.
Se supone que blanquearse la tez no es ningún delito. Desde hace cientos de años, las mujeres utilizan los cosméticos para corregir algunos defectos.
Por ejemplo, la propia Cleopatra se ayudaba con lo que estaba a su alcance para que no se notara que su nariz era chata.
El PHOTOSHOP MÁGICO
El riesgo que corre la candidata es que en un momento dado, sus seguidores no la reconozcan cuando la encuentren frente a frente, porque no es lo mismo lucir un color de piel en persona, que otro en las fotografías adornada o transformada con la magia del photoshop, a todo lo que da.
Ya ocurrió en las elecciones en las que Ana Gabriela Guevara, candidata perredista, no era la misma que aparecía en los posters de campaña. En estos, la deportista podría competir en belleza, con cualquier artista hollywoodense; en la realidad las cosas eran diferentes.
En el presente, el photoshop se usa indiscriminadamente con la panista Mariana Gómez del Campo. Para mejorar sus atributos personales, la joven es una y con el retoque fotográfico es otra, en todos los sentidos. Me gusta esta última: luce sensual y provocativa diferente a como es en la vida real.
El afán de mostrase bello tiene al político Jorge Kahwagi en problemas serios, de ser ciertos.
Resulta que el controvertido Jorge, a veces boxeador (siempre peleando con adversarios a modo), empresario y actual dirigente del Partido Nueva Alianza (Panal), propiedad de la maestra Elba Esther Gordillo, decidió cambiarse el color de los ojos.
Inmediatamente surgieron un sin número de críticas. En la información que se refiere al embellecimiento del político se presenta una fotografía del susodicho a los 34 años de edad, cuando era poseedor de ojos color marrón; ahora a los 43, los tiene azules.
Jorge, quien también se desempeña como diputado, según la revista TV y Notas se cambió el color de sus ojos en Panamá, en una intervención quirúrgica denominada Newiris, con el propósito de “verse más atractivo”.
Pero resulta que ese cambio de color del iris lo obliga a usar gotas lubricantes en los ojos, porque se le resecan y corre el riesgo de daños severos en la vista.
El multicitado Jorge decidió mejorar su fisonomía hace tiempo y empezó con operarse la nariz y luego ponerse botox (toxina botulínica para desaparecer arrugas rebeldes).
Por cada sesión de belleza o enfermedad el diputado se ausenta de su curul varios días. Esto lo tiene como uno de los legisladores más faltistas.