Elías Azar pide autonomía financiera para el TSJDF
* Especiales, Seguridad miércoles 4, Ene 2012- Así estará sujeto a dar una justicia más comprometida, responsable, transparente, eficaz, confiable y creíble, señala
El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) no puede aspirar a una autonomía plena, mientras haya sujeción a lo que da sustento para la existencia y la pervivencia, advirtió su presidente, magistrado Edgar Elías Azar, quien dijo que para ser auténticamente independiente, como lo marca la Constitución, se requiere de verdadera soberanía, en toda la extensión de la vida interior.
Por esto, es necesario que la Asamblea Legislativa apoye para que fructifique la voluntad política del jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, para dar autonomía financiera al órgano jurisdiccional, destacó, al rendir protesta como presidente del órgano jurisdiccional para el periodo 2012-2015.
“El solo hecho de fijar legalmente un mínimo irreductible para nuestra función en los presupuestos de egresos de la ciudad de México, implica alcanzar esa autonomía verdadera, capaz de edificar una justicia no solamente independiente de los vaivenes políticos y de las coyunturas económicas, sino una administración de justicia más comprometida, más responsable, más transparente, más eficaz, y fundamentalmente, más confiable y creíble, al soltarle amarras que no debimos nunca tener”, subrayó.
Frente al jefe de gobierno, Marcelo Ebrard; la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, Alejandra Barrales; magistrados y jueces, el presidente del TSJDF aseveró que la institución nunca ha perdido su calidad de árbitro en las contiendas, y de ser factor neutral de los conflictos, pese a que ha tenido que pagar los costos y las cargas de “reformas y más reformas” sin apoyos presupuestales adicionales.
Al insistir en la necesidad del apoyo de la Asamblea Legislativa, el también presidente del Consejo de la Judicatura, dijo que en la demanda de autonomía presupuestal “no estamos solicitando algo legítimo para ver si podemos”. Es necesario hacer saber que, porque se puede “estamos en condiciones de ser plenamente soberanos”.
Dijo que en el TSJDF hay rumbo, metas y probabilidades reales de ser lo que “queremos ser”: un Poder Judicial digno, en tanto sabe y puede autodeterminarse y tomar las riendas de su vida institucional.
Habló de la realización del viejo anhelo del Poder Judicial capitalino, de erigir la Ciudad Judicial de la Ciudad de México.
No es esto un capricho monumental, sino una necesidad insoslayable para los habitantes de la capital. En este tema, recordó la actual diáspora judicial en la que trabaja el tribunal capitalino, con sedes en diversos rumbos de la ciudad, lo que ha ido en detrimento del servicio, de atención accesible y de los tiempos de quienes acuden a los juzgados, que se calcula en 30 mil personas al día.
Para la Ciudad Judicial, expuso, se cuenta con tiempo, recursos, planes, y, por supuesto, de todos de llegar a la meta ansiada.
Hizo un reconocimiento al gobierno del Distrito Federal y a la Asamblea Legislativa, por sus esfuerzos para convertir a la ciudad de México en un “oasis de libertades”, lo cual contrastó con lo que llamó una “terrible involución”, al desatarse una confrontación “colindante con los detalles de una guerra abierta, esta vez entre grupos criminales y éstos y las fuerzas del Estado”.
“La mezcla era inviable, pues, o impulsábamos una nueva justicia o abríamos frentes de confrontación armada; y no hablo de un falso dilema, como el de combatir a la delincuencia o respetar los derechos humanos. Refiero un problema verdadero de inconsistencia entre una actitud del Estado, de pronto beligerante, y otra obligación del Estado, como conmutador de intereses en conflicto. Es incompatible el ejercicio del derecho y de la justicia, con la única razón de la fuerza y de las acciones bélicas; ese ha sido el planteamiento constante y serio de la ciudad de México”.
Al iniciar este nuevo periodo como presidente del TSJDF, el magistrado Elías Azar dijo a sus pares que ofrece mano firme y cada fibra de su ser al servicio de la justicia; además, respeto irrestricto a cada integrante del pleno, a los jueces y sus auxiliares.
También reconoció al magistrado Lázaro Tenorio Godínez, con quien compitió por la presidencia en diciembre pasado, en el marco de un proceso electoral abierto y sustentado en la competencia leal y auténtica.
“A mis pares, a mis amigos los magistrados, les agradezco la confianza depositada en mi persona, y decirles que ello me compromete a poner al servicio de las mejores causas de este tribunal, toda mi capacidad y toda mi fuerza”.