El PAN, entrampado
¬ Augusto Corro miércoles 4, Ene 2012Punto por punto
Augusto Corro
En febrero se conocerá el nombre del candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, pero los blanquiazules no le encuentran la cuadratura al círculo.
Mientras los partidos de la oposición ya tienen designados a sus representantes, los panistas libran una lucha de debilitamiento entre Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero Arroyo.
La idea de la cúpula de los blanquiazules es bajar del caballo a alguno de los tres precandidatos o si se puede, de una vez cerrarle la puerta a dos de ellos, para que no se llegue a la elección interna.
Según las encuestas, la diputada con licencia, Josefina Vázquez Mota, es la precandidata que encabeza la lista de preferencias electorales de los blanquiazules. Le sigue Creel Miranda. Al final se encuentra Cordero Arroyo, el delfín calderonista.
Y este último es precisamente el dolor de cabeza que tiene a los panistas desesperados, en primer lugar, porque están en contra de una imposición. En segundo lugar, porque el delfín mencionado no levanta en las encuestas por más apoyos que recibe.
LA ELECCIÓN INDICATIVA
El tema viene a colación, porque la dirigencia partidista planteó la posibilidad de llevar a cabo una elección indicativa, para adelantar un primer resultado de quien es el favorito a la candidatura presidencial.
Es decir, ignorar todas las encuestas que hasta el momento muestran a Vázquez Mota como mejor posicionada en el ánimo de los electores panistas.
Cordero Arroyo aplaudió, inmediatamente, la propuesta de su partido. Este precandidato ni siquiera se ruboriza ante lo que a leguas se ve como una acción desesperada para salvarlo, y con una franqueza que a nadie convence, dijo:
“Nosotros vemos, respetamos y acataremos lo que sea la decisión del PAN de la elección indicativa; como equipo lo vemos con buenos ojos, que exista una elección que no sea vinculatoria y permita darnos una idea de dónde están las fuerzas”.
Todos los panistas saben donde se encuentran dichas fuerzas, menos el precandidato delfín, que va en la cola de la lista de aspirantes.
LA FORTALEZA DE CORDERO
Dijo Arroyo Cordero que el mencionado proyecto “le da una gran fortaleza al proceso interno, es de gran utilidad para que nadie se confunda, para que no se vayan con la finta de que lo que dicen las encuestas es lo que la militancia considera”.
Así, de un golpe descalifica a las empresas entrevistadoras que lo han mantenido en los últimos lugares en la precampaña panista.
Desde luego, la propuesta de la elección indicativa fue rechazada y confrontó a los equipos de los tres precandidatos presidenciales panistas.
El único que estuvo fuera de tono fue Juan Ignacio Zavala, cuñado de Calderón, al avalar el proyecto multicitado porque mostraría el “músculo” que tiene cada uno de los aspirantes.
Humberto Aguilar, coordinador de la precampaña de Creel Miranda, exigió al líder del PAN “reconsiderar la elección adelantada”. Es decir, el ex secretario de Gobernación quiere dicha elección el 15 de febrero.
Por su parte, Vázquez Mota declaró, al referirse al proceso de elección interna, que cualquier protesta debe garantizar “la unidad, la cohesión y el consenso” entre los aspirantes.
SIN RUMBO
En términos generales, el PAN, a estas alturas de la lucha política por la Presidencia de la República, se encuentra sin rumbo.
Al no lograr un consenso para definir su candidato, la división de pronóstico reservado al interior del partido parece inevitable, según los signos de inconformidad que saltan a la vista.
El embrollo panista es más que la lucha porque el delfín Cordero Arroyo sea el abanderado panista. La cúpula blanquiazul debe saber, según las encuestas, que México no está preparado para ser gobernado por una mujer. ¿O sí?
Surgiría otro debate para analizar las características del mexicano y su aceptación a tener a una representante del sexo femenino en la Presidencia de la República.
Desde luego, los panistas, lejos de la realidad, no quieren aceptar que en esta contienda electoral no tendrán ninguna oportunidad de seguir en el poder si llegan debilitados por las luchas internas.
Para empezar, es todo un problema que Creel Miranda decline a favor de alguno de los precandidatos. Ya dijo que no se bajará y los panistas no saben cómo resolver ese asunto.
Por cierto, Vázquez Mota resultaría la más beneficiada en caso de que el ex secretario de Gobernación decidiera dejar su precandidatura, pues el voto anticalderonista se sumaría a la candidatura de ella y provocaría un conflicto mayor a la cúpula panista.
A grandes rasgos, el PAN se encuentra entrampado. Algo falló en el manejo político. Dejaron que los problemas crecieran y ahora no saben cómo frenarlos.
Y si a nivel nacional los blanquiazules están perdidos, en el Distrito Federal no cuenta como partido. Obdulio Ávila, el ex dirigente panista capitalino fue nombrado funcionario en Gobernación y dejó a la deriva a esa organización política.
Definitivamente, el 2012 que apenas empieza, no será el mejor año para el PAN. En los dos sexenios panistas, la capital no les interesó a los blanquiazules. Las giras de los presidentes de la República en el Distrito Federal fueron unas cuantas. No se notó la intención de los blanquiazules por mejorar su presencia política en el corazón de México. Allá ellos.