Nomás no le encuentran cómo
Roberto Vizcaíno martes 3, Ene 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Por más que lo intentan, no logran quitar del camino a Santiago Creel
- Hoy, además podrían obligarse a reconocer a un cuarto precandidato
- Hay temores en el PRI de que Peña Nieto pierda su ventaja y pueda incluso perder
Defensores e impulsores históricos de la democracia y la transparencia, los panistas ven con asombro cómo la cúpula de su partido hace cuanto malabar encuentra para intentar bajar de la contienda presidencial interna a Santiago Creel.
Pero por más que le buscan, nomás no le encuentran cómo descartarlo.
Bajo las instrucciones del presidente Felipe Calderón, líder real de Acción Nacional, el chihuahuense Gustavo Madero ha intentado infructuosamente ya varios caminos.
Primero le envió mensajes a través de los medios informativos, después por la vía de amigos comunes, más adelante con las renuncias de Heriberto Felix Guerra, Javier Lozano, Alonso Lujambio y Emilio González Márquez a contender por la candidatura “en beneficio del partido y la unidad interna”; siguió después un golpeteo con amenazas a través de acciones y comentarios en el Consejo Político, que derivaron en la aprobación de un proceso interno cerrado lo cual es un claro adelanto de que la línea presidencial es la que decidirá quién es el candidato.
Y como a pesar de todo eso Creel siguió adelante en su campaña, en las mesas donde han intervenido representantes de los tres precandidatos le han dicho que por más que le haga, él no será el candidato presidencial.
Ahora resulta que las encuestas indican que ya casi lo alcanzó Ernesto Cordero y que es muy posible que el ex secretario de Hacienda lo rebase pronto.
Pero como Creel insiste en seguir adelante, entonces ahora se preparan en el PAN para recetarle una “elección indicativa”, que no es otra cosa que la aplicación de encuestas para decidir quiénes de entre los tres aspirantes blanquiazules –Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero o Creel-, son los que tienen mayores preferencias.
La obviedad siempre es grosera, pero en este caso es además de alevosa, absolutamente inmoral y nada política. Sencillamente antidemocrática, dirán no pocos panistas.
La idea es que febrero llegue con sólo 2 aspirantes: Vázquez Mota y Cordero.
Pero esa es la intención, falta ver qué dice y hace Creel. Por lo pronto su respuesta al nuevo intento por bajarlo de la contienda interna es que él sigue adelante.
Y llamó a sus dirigentes que en este caso es un aviso directo a Calderón, de que no reconocerá más que la aplicación de las reglas internas.
Frente a la reacción del senador con licencia, ayer mismo salió José Espina, presidente de la Comisión de Elecciones del PAN para explicar a nombre de la dirigencia nacional de su partido que por diosito santo que ellos nunca consideraron hacer una encuesta indicativa y que mucho menos tienen pensado en un mecanismo para eliminar a ninguno de los tres aspirantes presidenciales.
Dijo que por el contrario el PAN seguirá adelante con la agenda prevista para elegir a su candidato presidencial por lo tanto “no puede haber ninguna elección adelantada a estas fechas, que son oficiales”, subrayó.
Curados de espanto ante tantos intentos por sacarlos de la contienda, Creel y los miembros de su equipo saben que este mes será esencial para su futuro político y tienen la intención de velar armas ante cualquier otro intento por descartarlos y colar a Cordero.
ANÁLISIS
Por si no tuviesen suficiente con el dilema que les plantea el enfrentar una contienda interna con tres aspirantes, lo cual les hace temer rupturas, confrontaciones y conflictos que pudieran bajar aún más las preferencias electorales de su partido, los miembros de la dirigencia blanquiazul sufren la indigestión del resolutivo del Instituto Federal Electoral, que permite al perredista Andrés Manuel López Obrador y al priísta Enrique Peña Nieto realizar mítines proselitistas ante población abierta, lo cual ha sido aprovechado de inmediato por ambos personajes.
Frente a esta decisión Gustavo Madero ha convocado a una reunión urgente de análisis para revisar el resolutivo y tomar decisiones a fin de impugnarlo.
Este malestar panista fue informado ayer por doña Cecilia Romero, secretaria general del PAN, quien adelantó que al CEN blanquiazul simplemente no le cuadra cómo fue posible que los ministros hayan permitido que Peña Nieto y AMLO puedan hacer campaña si ya son candidatos presidenciales únicos de sus respectivas fuerzas.
“Esta reunión ha sido convocada de urgencia debido que el PAN considera necesario analizar las posibles consecuencias de la reciente decisión del Instituto Federal Electoral en relación con los actos que se consideran válidos durante las precampañas electorales”, indicó en un boletín.
En un comunicado, Romero criticó la resolución del IFE que permite a los precandidatos únicos realizar actos proselitistas con la ciudadanía en general.
En fin, con el santo volteado a la pared, los dirigentes nacionales del blanquiazul nomás no le encuentran la cuadratura al momento electoral y político de México.
Por lo pronto en esta primera semana de 2012 no sólo tendrán que discutir cómo le hacen para quitar del camino a Creel e intentar revertir el resolutivo de dejar hacer campaña a AMLO y Peña Nieto, sino que además tienen que responderle con un argumento convincente al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el por qué no aceptaron la precandidatura presidencial del ex presidente municipal de Puebla, el panista Luis Paredes.
Si no justifican esta decisión en bases internas sólidas, entonces los miembros de la dirigencia panista tendrán que reponer el proceso o aceptar la precandidatura de Paredes, para que entonces no sólo sean tres, sino cuatro los contendientes internos, lo cual sería el colmo para Calderón.
¡Vaya perspectiva!
TEMORES
Pero en este principio de año no sólo sufren los dirigentes panistas, sino que en la tarea de prender veladoras y rezar también están ya algunos de la cúpula priísta.
Suspicaces a fuerza de los golpes sufridos en estos 12 últimos años, los analistas y politólogos cercanos al CEN, y algunos del mismo núcleo del poder tricolor que ahora comanda el quintanarroense Pedro Joaquín Coldwell, comienzan a ver con temor el bajón sufrido por Peña Nieto a fines del año.
Hay encuestas dicen que señalan que la caída del candidato presidencial tricolor llega a los 7 o 9 puntos.
Si esta tendencia sigue en los meses siguientes, entonces se anularía la ventaja con la cual el mexiquense arrancó, y en esa medida se expondría a un proceso electoral muy conflictivo y disputado que podría llegar incluso a su anulación.
Sería una contienda a tercios en la cual los dos últimos podrían presionar e inducir la revisión y hasta la anulación del proceso.
Estos suspicaces no se dejan alentar con el hecho de que hoy mismo Peña Nieto, de haber bajado 9 puntos, tendría de todos modos 20 puntos de ventaja.
Creen que entre lo que resta de enero, febrero y marzo, se dará una contienda muy sucia en la cual se aprovechará cualquier tropezón, desliz del candidato priísta a fin de continuar con el golpeteo.
Adicionalmente se comenzará a aplicar una fuerte presión a votantes a través de los promotores de programas sociales, lo cual ya se ha ensayado hasta el cansancio por parte del gobierno panista en elecciones locales.
Vendrá, dicen, una contienda electoral donde los escenarios van desde el manejo de redes sociales, Internet, medios de información, la TV, la radio, y las redes territoriales electorales de cada partido.
Dentro de este esquema saben que el presidente Felipe Calderón usará todos los medios a su alcance, aplicará todos sus recursos y lanzará a su partido para intentar viciar y modificar todo a favor del candidato de su partido.
La pelea entonces será exhaustiva, total, a fondo, con todo.
Esos son los temores del otro lado de la acera, la del tricolor.