Vaya defensor oficioso
¬ Augusto Corro viernes 16, Dic 2011Punto por punto
Augusto Corro
Javier Lozano Alarcón renuncia a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para buscar el hueso de senador en el próximo sexenio.
Con esa jugada política de novatos, Calderón busca construir, con incondicionales, la defensa que necesitará una vez que deje el poder. Nadie mejor que un individuo rijoso, como Lozano Alarcón, para protegerle la espalda a su ex jefe, que ya tiene sobre su cabeza la amenaza de un juicio en el tribunal de La Haya, por delitos de lesa humanidad.
Así pues, el ex funcionario poblano será el defensor de oficio de su amigo Calderón en el Congreso de la Unión. Favor con favor se paga. Sin embargo, surge la pregunta obligada: ¿Quién defenderá al defensor de oficio?
No creemos que el fuero de los congresistas le alcance para salir de las broncas en las que se metió por voluntad propia o por circunstancias políticas, siempre oscuras.
En sus comparecencias ante los legisladores, el ahora aspirante a senador nunca pudo presentar argumentos que hablaran bien de su gestión al frente de la STPS.
Basta con revisar la política laboral calderonista que sigue anclada al pasado, con el charrismo sindical en todo su esplendor. ¿Hizo algo Lozano Alarcón para democratizar los sindicatos?
Por ejemplo, los sindicatos de maestros y de petroleros siguen en manos de los caciques Elba Esther Gordillo y Romero Deschamps, que actúan como si fueran los propietarios de esas agrupaciones.
Sin embargo, Lozano Alarcón sí se esmeró en continuar la actitud antisindicalista que heredó de Vicente Fox, quien desató una campaña de aniquilamiento contra el sindicato minero y su líder, Napoleón Gómez Urrutia.
Además, realizó una labor importante para apoyar a los empresarios mineros que eran afectados por las huelgas en diferentes lugares del país. Se debe agregar que los accidentes en las minas se sucedieron porque nadie exigía los niveles mínimos de seguridad en esos centros de trabajo.
EL SINDICATO DE ELECTRICISTAS
Y como si lo anterior no fuera suficiente, Lozano Alarcón, principal promotor del antisindicalismo, encabezó el plan para desaparecer Luz y Fuerza del Centro (LyFC) con acciones propias de los regímenes dictatoriales.
Se desconoció a los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y las instalaciones de la empresa fueron ocupadas por la fuerza pública.
Lo anterior se derivó de la extinción, por decreto presidencial, de la compañía mencionada. Miles de trabajadores electricistas se vieron en la calle sin trabajo en un país donde el desempleo alcanza cifras impresionantes.
El problema del SME sigue latente. La mayoría de los miembros de la organización sindical siguen en pie de lucha, porque las autoridades laborales encabezadas por Lozano Alarcón no pudieron solucionarlo. Se trata de un problema que ellos mismos crearon y que su falta de capacidad para resolverlo ahora tiene a cientos de familias en la miseria.
El otro asunto grave que tampoco solucionó Lozano Alarcón es el relacionado con la Compañía Mexicana de Aviación. Con la frivolidad propia del político, el funcionario jugaba con las promesas de echar a volar dicha empresa que se encuentra en quiebra por los malos manejos de sus propietarios.
El titular de la STPS se convirtió en un mentiroso que un día sí y otro también engañaba a los pilotos y empleados de aire y tierra con la idea de que Mexicana pronto volvería a surcar los aires. No ocurrió tal cosa. El conflicto se encuentra en el limbo.
El PROBLEMA DEL DESEMPLEO
Las cifras del desempleo crecieron incontrolables. Calderón, durante su campaña política para la Presidencia de la República, ofreció que se incrementarían las fuentes de trabajo si llegaba al poder. No sucedió lo que había prometido como candidato. El problema del desempleo en México es grave y no hay manera de controlarlo.
No se notó del empeño de Lozano Alarcón para mitigar, por lo menos, la falta de empleos. De aquí que Calderón sea reconocido como el “presidente del desempleo”. Según las estadísticas, durante la gestión de Lozano Alarcón, como titular de la STPS, el desempleo se incrementó más de 70 por ciento.
En el ámbito de la política nacional, su gran mérito fue presentarse como un panista recalcitrante (antes ya había sido priísta) que atacaba con razón o sin ella al jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon. Como se dice en el argot del box, era un fajador.
De acuerdo con la ficha biográfica de Lozano Alarcón en Wikipedia, “el martes 2 de julio de 2007, fue acusado por el empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon, quien se encontraba prófugo de la justicia en Nueva York por acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero, de haberlo extorsionado para guardar los 205 millones de dólares que se encontraban en su domicilio (de Ye Gon, obvio) y según Ye Gon este dinero era para la campaña presidencial del 2 de julio de 2006, cosa la cual ha negado Lozano Alarcón y ha anunciado que denunciará por difamación al prófugo chino, de la cual desistió (sic)”. La estrategia panista no tiene complicaciones. El poblano estará en el Senado para defender a su jefe y amigo Calderón. Y volvemos a preguntar: ¿Quién defenderá a Lozano Alarcón? En serio, ¿le alcanzará el fuero para ponerse lejos del alcance de la ley?