¿Cuántos muertos vale una gubernatura?
Roberto Vizcaíno viernes 16, Dic 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, es sin duda el responsable
- Emilio Chuayffet terminó su presidencia en San Lázaro en medio de elogios
- Ahora resulta que en lugar de 3 aspirantes presidenciales son 5 dentro del PAN
El gobernador de Guerrero Ángel Heladio Aguirre Rivero afirmó el jueves: ¡no me voy!
Lo hizo apenas 3 días después de que -según todo apunta-, sus policías mataron a balazos a 2 estudiantes en la Autopista del Sol, a la altura de Chilpancingo.
Los hechos ocurrieron a medio día del lunes anterior, durante el desalojo de un plantón de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, que obstruían la autopista en protesta porque el gobernador no les daba audiencia para poder exponerle una serie de reclamos en beneficio de su escuela.
Durante el enfrentamiento los estudiantes prendieron fuego a bombas en dos estaciones de gasolina mientras que agentes estatales, municipales y de la Policía Federal Preventiva intentaban someterlos y quitarlos de la autopista.
De acuerdo a videos de los mismos agentes, quedó comprobado un exceso de uso de la fuerza y una abierta represión que los llevó a tirar al piso a los estudiantes detenidos y luego patearlos.
Pero esos videos mostraron también a agentes vestidos de civil (presumiblemente ministeriales, es decir, pertenecientes al estado, o sea, bajo el mando del gobernador), con camisetas a rayas y portando armas largas mismas que accionaron contra los estudiantes.
Los hechos debidamente consignados advierten una línea de conducta policiaca que bien podría derivarse de una orden o política superior. Eso pasa por indagarse.
Y en este punto es importante reiterar la pregunta: ¿Cuántos muertos vale una gubernatura?
Esto es pertinente porque el 12 de marzo de 1996 este mismo gobernador asumió ese mismo cargo en sustitución de Rubén Figueroa Alcocer, quien renunció porque el 28 de junio del año anterior, de 1995, policías ministeriales atacaron en Aguas Blancas a un grupo de campesinos y mataron a 17 de ellos.
Los campesinos se dirigían a un mitin de protesta contra el gobernador Figueroa.
Entonces, como ahora, la orden fue la de reprimir a manifestantes con policías armados.
Hace 15 años hubo 17 muertos, ahora 2 ¿Cuántos muertos valen una gubernatura?, insisto.
El fondo, según creo, no es cuestión de número de muertos sino de intenciones, es decir, de conductas, es decir, de decisiones e instrucciones de gobierno.
Si es así, Aguirre Rivero debe irse ya, ahora mismo, y se está tardando. Porque es igualmente responsable que lo fue Figueroa hace 16 años en Aguasblancas.
No importa que en aquellos hechos haya habido 17 muertos y en este 2, lo que importa es la conducta de sus policías, derivada de órdenes superiores. Eso es lo que marca, lo que importa.
El suyo, como el de Figueroa, son inmorales. Figueroa tuvo que irse, renunciar. ¿Lo entenderá Aguirre… o seguirá –como hace 16 años lo hizo Figueroa-, intentando evadir su responsabilidad, diciendo que él no ordenó los asesinatos, la represión?
Por lo pronto ya comenzó la fuga. “Yo fui designado por cuatro años y siete meses. Y mientras no me aparte ni viole ningún precepto, aquí seguimos, no porque esté casado con el cargo, tampoco, esto es así”, dijo hace dos días.
TERMINÓ CHUAYFFET: Anoche, luego de presidir una de las más largas y complicadas sesiones en San Lázaro, con tres tomas de tribuna y una discusión sin fin respecto a una reforma que permite realizar actos religiosos en espacios públicos sin pedir permiso a la autoridad, concluyó la presidencia del priísta Emilio Chuayffet.
Esa sesión se inició con la aprobación de los 3 nuevos consejeros electorales, pero lo siguiente fue caótico.
Al final, Chuayffet hizo un balance de su gestión en el que destacó los logros alcanzados. Luego, todos los coordinadores de los grupos parlamentarios e incluso el aguerrido Fernández Noroña, lo felicitaron por su gestión y se formaron para darle la mano y despedirlo.
HAY CONSEJEROS: Como se negoció, el pleno de los Diputados en San Lázaro votó y aprobó la elección de los doctores Sergio García Ramírez, María Marván y Lorenzo Córdova como nuevos consejeros electorales.
Estos asumieron de inmediato sus cargos y participaron ya en la sesión realizada ayer por el IFE.
Llegaron a sus cargos con 385 votos a favor y 7 abstenciones del grupo del PT, que así no aprobaron su elección, pero tampoco la descalificaron.
Esta rápida elección estuvo precedida de 14 años de desencuentros entre los grupos parlamentarios y luego de que se presentaron cerca de 400 aspirantes de los cuales los diputados lograron finalmente quedarse con 17 de entre quienes no pudieron finalmente elegir a tres.
Desde entonces todos los sectores y personajes de opinión de dentro y fuera del país, presionaron y le exigieron reiteradamente, cotidianamente a los diputados a fin de que eligieran a los 3 consejeros faltantes.
En el fondo había una cuestión de poder: esta legislatura está integrada por 236 diputados del PRI, 106 del PAN y apenas unos 70 del PRD. Con base en esa composición los tricolores pensaban que los del PAN y PRD no podían exigir lo mismo a que tenían derecho ellos.
Así de los 3 consejeros, el PRI quería escoger a dos y dejar que el PAN pudiera votar por uno, mientras que el PRD debía sólo seguirlos.
Pero el PAN -es decir Calderón-, decidió aliarse al PRD en lo electoral y entonces eso repercutió en las cuestiones del Congreso, y específicamente en la elección de los consejeros.
Y como para hacerlo se requieren los votos de las dos terceras partes de la legislatura, es decir, de 500 se requerían 334 votos para sacarlos adelante.
Al PRI y a su socio el PVEM no le alcanzaban sus votos para hacerlo, pero tampoco al PRD y PAN. Todos se anulaban.
El PRI esperó. Llegó el tiempo del fin de este período y el PRD iba a pelear la presidencia de la Cámara… y eso requería del voto de los priístas, no de los panistas.
A principio de este período, por la rotación prevista, el coordinador de los perredistas, Ríos Píter, había ocupado la presidencia de la Junta de Coordinación Política, espacio donde se construyen los acuerdos y se tramitan los asuntos y dictámenes.
Y la norma interna probihe expresamente que una fracción pueda ocupar los dos cargos de dirección de San Lázaro, es decir la presidencia de la Junta de Coordinación Política y la presidencia de la mesa.
Entonces los perredistas requerían del acuerdo político y la aprobación del PRI, la bancada mayoritaria en esta legislatura.
Fue entonces que los priístas pusieron sus condiciones: ¿quieren los dos cargos?… Bueno, pues entonces ustedes tienen que jalar con nosotros y dejarnos que nosotros decidamos el nombramiento de 2 de los 3 consejeros… y los perredistas abandonaron a los panistas y por eso salieron los nombramientos de los 3 consejeros.
Esa fue la historia detrás de este asunto.
CONGRESO DEL TRABAJO: En el inicio del año de elecciones, el más representativo de los dinosaurios priístas, Joaquín Gamboa Pascoe, recurrió al viejo y probado método del control absoluto de su sector, el obrero al reelegirse como presidente del Congreso del Trabajo.
Dueño absoluto de la CTM, y con ello de la vida laboral de entre 6 y 7 millones de trabajadores sindicalizados, Gamboa entra así al proceso presidencial de 2012. Su sector es uno de los tres esenciales del PRI y su influencia en el voto que emitan esos trabajadores es innegable.
EL PAN REVUELTO: Por si no tuviera problemas encima, el presidente Felipe Calderón tuvo que soportar ayer el registro del regiomontano Javier Livas y del poblano Luis Paredes como precandidatos presidenciales del PAN, con lo cual suman 5 aspirantes.
Es casi seguro que los órganos internos de Acción Nacional encontrarán causales para desechar las precandidaturas de Livas y Paredes, pero el tema es que le brincaron.
Falta ver cómo se inscribirá en esta contienda el ex dirigente nacional del PAN Manuel Espino, quien ya dijo que él irá a competirle los votos al delfín de Calderón.
Vaya lío.