La oportunidad de “Malova”
Ramón Zurita Sahagún lunes 28, Nov 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
En Sinaloa se preguntan qué pasará con los hijos de los cientos de miles que habitan en ese estado que no tiene el dinero suficiente para enviar a sus hijos al extranjero o, cuando menos, sacarlos del estado.
Porque la decisión del gobernador Mario López Valdez y de su secretario de Gobierno, Gerardo Vargas Landero, de sacar a sus hijos, sienta un mal precedente.
Es cierto que ambos funcionarios fueron amenazados por la delincuencia organizada, pero también lo es que cuando aceptaron los cargos que hoy tienen, sabían de esa posibilidad.
“Malova”, como es conocido el gobernador, usó su campaña electoral para pregonar su lucha contra la violencia y su compromiso para garantizar la seguridad de las familias que habitan Sinaloa.
Esas palabras han quedado en el aire y el bono democrático otorgado por los electores se le agota, sin que el gobernador parezca una buena opción para mejorar el bienestar de los sinaloenses. López Valdez parece una nueva equivocación de una ciudadanía que busca con frenesí un político que cumpla con sus ofrecimientos, por lo que compra quimeras y comprueba como los políticos requieren a los ciudadanos, solamente cuando buscan el voto. “Malova” parecía una buena opción para los sinaloenses y más cuando el entonces gobernador Jesús Aguilar Padilla se empecinó en la candidatura de Jesús Vizcarra Calderón, por encima de la popularidad del entonces senador priísta Mario López Valdez.
Siendo un personaje carismático, promotor deportivo y dueño de un equipo profesional de beisbol (el deporte favorito de los sinaloenses), además de una cadena de ferreterías distribuidas en todo el estado, Mario López parecía una buena carta política, que se presentaba atractiva para la oposición. Se formó una alianza entre los partidos de derecha e izquierda y se importó la candidatura del ex priísta, quien sin grandes problemas se impuso en las urnas a su antiguo correligionario Vizcarra.
La campaña electoral de “Malova” fue festiva y el candidato se reveló como un gran bailarín, dueño de un estilo simpático de hacerlo, cayendo en gracia a los ciudadanos que acudieron a las urnas, confiados en sus promesas de campaña, para mejorar las condiciones de vida en el estado.
La realidad mostró otra cara y antes de cumplirse el primer año de gobierno (se cumple el 31 de diciembre), la ciudadanía reclama hechos y no palabrería. Los aliados de “Malova” parecen hartos de sus muchas promesas y pocos resultados.
El gobernador de Sinaloa pasa cuando menos dos o tres días de la semana en la ciudad de México, sin importar la mala organización gubernamental y el que sus colaboradores tampoco den pie con bola.
Formó su equipo de trabajo con personajes con los que adquirió compromisos de campaña, sin que signifiquen un aporte al desarrollo del estado.
El tema de la inseguridad quedó reflejado hace unos cuantos días, cuando la violencia estalló con más de una veintena de asesinados, los más de ellos con extrema crueldad.
La aparición de unas mantas en las que se alude al gobernador de Sinaloa, fueron minimizadas por el propio gobernante, aunque paralelamente se supo que sus hijos, al igual que los de otros funcionarios de sus gabinetes fueron sacados de la entidad, como medida de protección.
Y es que el caso de López Valdez no es el único de funcionarios que son amenazados por las bandas del crimen organizado, aunque la respuesta de éste de sacar a sus familiares del estado como medida de protección, generó indignación entre la ciudadanía que no cuenta con los recursos suficientes para hacer lo propio y tienen que sufrir el embate de una delincuencia bien pertrechada y cada vez más poderosa.
Sinaloa vive una peligrosa situación de inseguridad, la que llega a límites insospechados, tanto que el presupuesto propuesto para el año próximo contempla un incremento del 80 por ciento para seguridad pública.
“Malova” es el clásico ejemplo de los políticos dicharacheros y populacheros que a base de labia llegan a los cargos públicos, pero cuando los detentan muestran una total incapacidad para gobernar.
Sin embargo, ahora cuenta con la salida adecuada para justificar los escasos logros de una administración, hasta ahora, desastrosa, ya que las famosa narcomantas aparecidas en Guadalajara, son el pretexto ideal para ello.
CANDIDATO HABEMUS
Para el PRI son días de fiesta, donde su candidato a la Presidencia de la República (en su faceta de pre), Enrique Peña Nieto, mostró el arrastre que lo caracteriza.
El ex gobernador del Estado de México fue capaz de convocar a una clientela electoral como no se veía desde hace mucho tiempo y hasta logró sacar de su retiro político a personajes como Arturo Montiel Rojas.
Peña Nieto es el único aspirante registrado dentro de los tiempos expuestos por este partido y aparece como favorito en todas las encuestas en la carrera presidencial hacia el 2012.
Y aunque se mantienen algunas reservas sobre las alianzas electorales que firmó el partido tricolor con Nueva Alianza y Partido Verde, existe gran optimismo en la ruta a recorrer para el año próximo.
Por eso, el precandidato registrado centró su discurso en las premisas que seguirá, que serán, cuidar la unidad del partido; privilegiar las ideas, propuesta y compromisos y hacer que las causas de México, sean las del PRI. Enrique Peña Nieto aprovechó el marco de su discurso para hacer un reconocimiento a Manlio Fabio Beltrones, el otro aspirante que declinó días antes.