Una buena causa
¬ Augusto Corro miércoles 23, Nov 2011Punto por punto
Augusto Corro
El profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Edur Velasco Arreguí, terminó la huelga de hambre que sostenía desde hace 42 días, frente a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
La manifestación extrema del catedrático fue para que los diputados aprobaran un mejor presupuesto económico para las universidades públicas del país.
Los legisladores atendieron la petición de Velasco Arreguí y la UAM recibirá en 2012 160 millones de pesos, de los cuales 60 millones se aplicarán en la retabulación de sus trabajadores y 90 para la construcción de la Unidad Cuajimalpa-UAM.
Con los efectos del ayuno reflejados en la cara y en su voz, el catedrático se tomará un descanso ligero para regresar a su campamento para apoyar a los jóvenes indignados que protestan frente a las instalaciones de la BMV.
Ante la cerrazón de las autoridades para proporcionarle un mejor presupuesto a la educación pública, cada vez son mayores las protestas de rectores, científicos y catedráticos, principalmente en los días en que la Cámara de Diputados discute la repartición de las partidas económicas, en este caso para el año 2012.
Los gobiernos panistas no entendieron nunca que el progreso de un país se logra con los científicos que egresan de las escuelas de educación superior y con un mejor desarrollo de la ciencia en sus diferentes campos.
China e India son los ejemplos actuales del crecimiento apoyado en la ciencia. En México, los gobiernos piensan de diferente manera. Por eso, el Congreso de la Unión debe tomar en cuenta, por iniciativa propia, el sinnúmero de carencias y necesidades que afectan a la educación pública.
La falta de universidades o de escuelas de educación superior frena el desarrollo de nuestro país, se encuentran abandonados recursos humanos muy valiosos. Nos referimos a esos 8 millones de jóvenes “ninis” que ni trabajan ni estudian.
Ojalá y entiendan, aquellos que se encargan de elaborar los presupuestos anuales para las universidades, que deben atender los reclamos de rectores, catedráticos, investigadores y alumnos, que como el profesor Velasco Arreguí, no escatiman ningún sacrificio personal con el propósito de mejorar la educación pública, por ahora, arrinconada.
CORDERO Y EL OPERATIVO RÁPIDO Y FURIOSO
El fallido operativo Rápido y Furioso cada vez crece más y amenaza con alcanzar al ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, actual precandidato panista a la Presidencia de la República.
Desafortunadamente al aspirante azul, que no levanta en las encuestas, podría complicársele su situación política. Por lo menos, su expediente de registro como candidato tendrá que ser analizado por el Instituto Federal Electoral para decidir su suerte.
Resulta que el diputado priísta, Jorge Humberto López Portillo, instó al IFE a negar el registro mencionado, hasta que el ex funcionario no aclare su responsabilidad como titular de Hacienda respecto a la introducción ilegal de armas a México, durante el operativo Rápido y Furioso.
Según datos del gobierno estadounidense, varias autoridades mexicanas estuvieron informadas y aprobaron la estrategia de “dejar caminar armas”, hacia nuestro país. ¿Y donde cabe la irresponsabilidad de Cordero? El diputado López Portillo puntualizó que Cordero era el responsable de la Administración General de Aduanas.
Es decir, para el legislador, las armas pudieron ingresar a México a través de las aduanas, así que “mientras no se esclarezcan los hechos, tan graves para el país, se le deberá negar el registro como candidato, toda vez que se trata de un tema de seguridad nacional”.
No deja de ser una inquietud interesante la del congresista, aunque si se analiza objetivamente el caso, lo que provoca el tricolor es que más gente conozca a Cordero como candidato panista, que gracias a sus declaraciones, como aquella de que se puede vivir con 6 mil pesos al mes, con casa, escuela particular para los hijos, etcétera, sigue en el último lugar de las preferencias electorales.
El operativo Rápido y Furioso seguirá sumido en la opacidad. Los miles de rifles de asalto que entraron al país, con autorización oficial o sin ella, llegaron a manos de la narcodelincuencia que les dio el uso adecuado. No en balde, son más de cincuenta mil los muertos en la guerra de Calderón contra el crimen organizado.
De vez en cuando se escuchan las voces de algunos extraviados que tratan de revivir el tema y no pasa de una llamarada de petate. Las autoridades estadounidenses, dizque presionadas por el gobierno mexicano, dijeron que todo mundo en México sabía de la estrategia de “dejar caminar las armas”. Ningún funcionario será molestado para que aclare qué fue realmente lo que ocurrió con el armamento contrabandeado.
El propio diputado priísta solicitó que se llame al ex procurador Eduardo Medina Mora, actual embajador de México ante el Reino Unido, para que aporte información sobre el traído y llevado caso del operativo fallido.
En caso de que Medina Mora venga a México, su estancia será para visitar a la familia y a disfrutar el ponche casero de las fiestas decembrinas. Por cierto, lo que provocó una ligera sonrisa en los funcionarios estadounidenses, fue la declaración de la titular de la PGR, Marisela Morales, en el sentido de que México tiene abiertas tres investigaciones por la operación Rápido y Furioso y que “vamos a llegar hasta las últimas consecuencias y vamos a castigar, si es el caso, a quien tenga que responder por estos hechos”. ¿Será?