La hipótesis del “animal herido… acorralado”
Roberto Vizcaíno jueves 17, Nov 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Hay quienes afirman que Calderón podría ser capaz de todo
- Dicen que tiene en la mira a Moreira, Fidel Herrera y a Eugenio Hernández
- Le sacaron un susto ayer a Sócrates Rizo en la PGR, por andar de bocón
En algunos círculos del PRI y cercanos a los dos precandidatos presidenciales, a Manlio Fabio Beltrones y a Enrique Peña Nieto -pero en especial muy próximos al senador-, se percibe que la contienda electoral del 2012 ha entrado a una zona de alto riesgo.
La síntesis podría ser: que con la sorpresiva muerte del secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, la derrota dos días después de Luisa María Calderón por el PRI en Michoacán, el lanzamiento de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, la persistente mediocridad de los aspirantes de Acción Nacional y el fortalecimiento y consolidación de las preferencias electorales de Enrique Peña Nieto, el presidente panista Felipe Calderón vive el peor de sus escenarios.
Si le provocaba ya de sí un tremendo escozor entender que quizá tenga que entregarle la Presidencia a un priísta, ahora el escenario se complica aún más al tener como alternativa el riesgo de que llegue el peor de sus enemigos: López Obrador.
“Hoy Calderón es como un animal que ya de entrada era muy peligroso debido a su estructura mental, política e ideológica, y que ahora está herido y acorralado… ¡puede hacer cualquier cosa!”, nos comentó uno de ese entorno.
De ahí que entre priístas de nivel alto exista una creciente percepción de que el Presidente podría hacer algo que le impidiera llegar a Los Pinos a Peña Nieto. La percepción ha llegado a tales niveles que algunos ya no lo sugieren, sino que lo aseguran.
Advierten que existen indicios de que el gobierno del panista tiene en la mira para actuar penalmente no sólo contra el presidente del PRI, Humberto Moreira, sino contra dos ex gobernadores recientes: el de Veracruz Fidel Herrera y el de Durango, Eugenio Hernández Deras, a quienes en semanas anteriores se les ha vinculado soterradamente con cárteles del narcotráfico y con los zetas.
Consideran que, conforme pasen las semanas y los meses y se acorte la fecha de la elección presidencial, las altas preferencias electorales que soportan a Peña Nieto lo ponen en una situación de riesgo extremo.
El mexiquese es ahora el mayor riesgo y obstáculo para Calderón y su proyecto, y el de su grupo de extrema derecha. El segundo es ahora de nuevo Andrés Manuel López Obrador.
Estos priístas, asesores algunos de los precandidatos, consideran que también está en alto riesgo la confirmación y llegada al poder del ganador de la contienda a gobernador en Michoacán, el tricolor Fausto Vallejo.
Este le ganó a Luisa María “La Cocoa” Calderón, hermana del Presidente, y eso no se lo puede tolerar el de Los Pinos. De ahí que haya algunos priístas que piensen y crean que Felipe Calderón hará todo lo legal e ilegal para derrumbar a Vallejo y restituir esa elección.
Hay tiempo, dicen. La toma de posesión está prevista para el 12 de febrero próximo y en estos 2 meses y medio pueden suceder muchas cosas. Nuevas rachas de violencia e ingobernabilidad en ese estado, detención de cercanos a Vallejo, la “confirmación” conveniente de vínculos de este con el crimen organizado, un embate sin precedente en tribunales, la acumulación de impugnaciones.
Todo un escenario de crisis y asedio para los del tricolor, los presidenciables y los del Comité Ejecutivo Nacional de este partido, para su imagen pública.
Nuestras “fuentes” nos indican que tal como está hoy el contexto político electoral puede ocurrir cualquier cosa que impida lo que casi todos los tricolores y buena parte de los mexicanos quieren, que Peña Nieto llegue a la Presidencia de la República.
Nosotros no somos tan pesimistas. Creemos que hoy en México ya no existe un poder que pueda alterar unipersonalmente, impunemente las condiciones de un proceso electoral como el que vivimos.
Ciertamente existen altos riesgos para Peñan Nieto –el despliegue de su equipo de seguridad nos dice que él lo entiende mejor antes que nadie-, y también hay enormes riesgos para México en general, pero también hay una población atenta, que se desbordaría si Calderón o algún otro pretendiera crear caos o ingobernabilidad para impedir que los ciudadanos decidan con libertad quién debe ser su próximo Presidente.
Ya tenemos la experiencia de hace 6 años, cuando López Obrador era conminado a no dejarse avasallar e ir a encabezar la revuelta.
La democratización y la creciente concientización de los mexicanos la vemos, para no ir más lejos, en los procesos de este año. Bueno, en Michoacán donde el mismo Felipe Calderón acudió a todos los recursos, programas y argucias para intentar imponer a su hermana, y los michoacanos se lo impidieron.
No se pueden tampoco desdeñar “esas” percepciones. Sobre todo y después de que con lo ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, quedaron curados de espanto.
Hoy hay quizá una exageración en sus percepciones, pero a lo mejor no. De ahí que hoy las retomemos, por aquello de que…
EBRARD, POSICIONADO: La decisión de Marcelo Ebrard de aceptar los resultados de las dos encuestas y dejarle la vía libre a la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador por el PRD, PT y por el Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, fue considerada por muchos como uno de los actos más inteligentes y políticos del jefe de gobierno.
Le ganó muchas simpatías, dejó claro que es un político de alto nivel y desempeño, y que en cualquier momento puede regresar porque no todo está resuelto.
Como lo advertimos anteriormente, existen muchos riesgos y AMLO está dentro de esa zona.
El futuro lógico de Marcelo es por hoy seguir en el cargo de la máxima autoridad en la ciudad de México, y dejar abierta la posibilidad de ser senador y líder de su grupo parlamentario durante los próximos 6 años.
Ya se vio que tiene grandes apoyos en un segmento importante de intelectuales y académicos, de las clases medias y empresariales y de personajes tan disímbolos como Carlos Fuentes y Elba Esther Gordillo.
Ya sin la presión de aspirar a la candidatura presidencial, ahora tiene enfrente la tarea de rescatar al PRD, limpiarlo y reestructurarlo para las peleas y participaciones siguientes, que no serán menores.
MÁS DE AMLO: De nuevo en el tobogán, López Obrador ha decidido cambiar su discurso y ha bajado su nivel de rijosidad. Hoy habla de que va por una República Amorosa, lo que eso signifique.
De entrada eso produce desconfianza. ¿En realidad cambió AMLO o es sólo una nueva estrategia de engaño colectivo?
El caso es que su República Amorosa se parece mucho en principio al Movimiento por la Esperanza de su colaborador de cabecera René Bejarano.
Pero a lo mejor AMLO nos quiere ahora recetar la fórmula de Jigme Singye Wangchuck, el rey de Butan, un pequeño país del Himalaya, donde desde hace 35 años, se decidió que la felicidad interior bruta era más importante que el producto interior bruto.
Desde entonces los 700 mil habitantes de este reino más pequeño que la pequeña Suiza, se mide por sus logros en cuanto a la felicidad alcanzada.
Pero a diferencia de AMLO, Jigme Singye Wangchuck, es un gobernante que practica por sobre todo la democracia luego de haber sido educado en Inglaterra.
Antes que construirse un castillo, encabezó a su pueblo para edificar escuelas y hospitales y hoy sus súbditos lo califican como un hombre compasivo, sabio, que lo sacrificaría todo por su pueblo.
Es posible que hoy a Andrés Manuel López Obrador le hayan contado lo que es Butan bajo el reinado de Jigme Singye Wangchuck y haya decidido emularlo, antes que a Lula, el de Brasil o a Chávez, el de Venezuela.
POR BOCÓN: A no pocos priístas les dio gusto que la PGR haya citado a declarar y mantenido durante más de 3 horas en ese ejercicio al ex gobernador de Nuevo León Sócrates Rizo.
Todo se debe a que este exfuncionario dijo el 23 de febrero pasado en la Universidad Autónoma de Coahuila, que “antes no había violencia porque se pactaba con el narcotráfico”…
Ayer el ex gobernador salió con que a él no le consta que haya habido pactos entre los gobernadores priístas y los criminales, como él había asegurado.