De héroes y daños colaterales
¬ José Antonio López Sosa martes 15, Nov 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Resulta una tragedia para la República -como bien nos lo dijera en entrevista Alberto Aguilar Iñárritu-, el fallecimiento del secretario de Gobernación, en especial cuando es el segundo que ha muerto en accidente aéreo en la presente administración.
Estamos frente a una crisis y en especial, una muy personal para el presidente Calderón, se trató del segundo secretario de Gobernación y el segundo amigo cercano que pierde en esta administración. Evidentemente, vino el discurso patriotero donde exaltó de más -desde mi visión- la labor de Blake Mora, considero que el sentimentalismo rebasó la visión objetiva de un funcionario que murió de forma trágica.
Es un hecho para el gobierno federal y en lo particular para el presidente Calderón, sus muertos son héroes y los nuestros son daños colaterales, sobraría dar explicaciones o reflexiones al respecto.
Ahora bien, sin ánimo de especular -como lo pidiera públicamente Alejandra Sota, vocera presidencia- existen dos posibilidades, un accidente o un atentado.
En el entendido que se tratara de una accidente y la muerte de Juan Camilo Mouriño hubiese sido también un percance -como nos lo aseguraron en el discurso oficial- estaríamos frente a una terrorífica coincidencia para el presidente Calderón, lo que muchos llamarían mala suerte. El destino estaría siendo muy duro, tanto con las familias de los fallecidos como con el propio Felipe Calderón.
Si estuviésemos hablando de un atentado en el caso Blake (con la duda tremenda que ha quedado desde la muerte de Mouriño), el escenario cambia y habría una terrible disfuncionalidad, persecución, infiltración o un verdadero complot al interior del gobierno federal.
Como ciudadanos, debemos exigir transparencia, información y veracidad en las investigaciones y la difusión de las mismas. Un segundo caso que dejara lugar a dudas y suspicacias estaría terminando con la poca credibilidad que le resta a las instituciones de la República. Ahora bien, las contradicciones comenzaron ya, por un lado se habla desde la Secretaría de Comunicaciones de un problema meteorológico y desde la PGR se comenzó una pesquisa interrogando sin orden alguna a un tuitero de nombre @mareoflores que causara revuelo la tarde del domingo y llegara a ser trend topic a nivel mundial, en un acto de autoritarismo y miopía justiciera.
En fin, lo que podemos observar con claridad es que las cosas en el país no mejoran, por el contrario, cada vez están peor. Sin ánimo de catastrofismo alguno las variables a considerar nos confrontan con un terrible escenario político, donde el segundo de a bordo después del Presidente de la República, a pesar de las vallas, jaulas y miles de efectivos destinados a cuidarle, no tiene la mínima garantía de seguridad cuando se transporta de forma aérea.
Finalmente, más allá del discurso oficial donde Felipe Calderón nos asegura que todo va bien, que las decisiones en su sexenio han sido las mejores, que él y su gabinete no tienen error alguno, me imagino que el ser humano y no el Presidente, debe tener mucho que reflexionar tras la muerte de otro amigo y secretario de Gobernación, él frente a sí mismo no podrá convencerse con discursos y estrategias de comunicación.
Nuestro más sentido pésame a las familias de los fallecidos.
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