Cartuchos quemados
Ramón Zurita Sahagún martes 8, Nov 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Por ningún lado resulta atrayente que al lado de Manlio Fabio Beltrones se formen los candidatos presidenciales perdedores de pasadas elecciones, desde 1988, hasta el año 2000.
Se trata de quienes fueron vencidos en las urnas y quedaron ubicados en segundo lugar en los procesos electorales de 1988, 1994 y 2000.
Es cierto que la reputación de algunos de ellos los mantiene con vida política activa, aunque marginal, pero también lo es que el mensaje que envían es de debilidad, ante la fuerza que proyecta Enrique Peña Nieto y el respaldo que le ofrecen políticos vigentes.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, derrotado en los comicios presidenciales de 1988, 1994 y 2000; Diego Fernández de Cevallos, perdedor en 1994 y Francisco Labastida Ochoa, se alinearon al lado de Manlio Fabio Beltrones en la presentación del ensayo “El futuro es hoy, ¿para qué queremos ganar?
Los tres representan corrientes ideológicas distintas, ya que Cárdenas abanderó a las izquierdas en los tres procesos presidenciales en los que participó y cayó vencido por Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada, sucesivamente.
Diego Fernández fue derrotado por el propio Ernesto Zedillo y Francisco Labastida por Vicente Fox. Cuauhtémoc Cárdenas compitió con los dos, con los que ahora compartió ideas y hasta un proyecto similar sobre el futuro del país.
Lo curioso de esto es que los tres coinciden con Beltrones, en que la mejor forma de sacar a México del atraso es mediante un gobierno de coalición.
La intención sería de la unir coincidencias y presentar un proyecto único para el futuro de México, dijo Cárdenas.
Los tres ex candidatos presidenciales y el que pretende serlo, coinciden en que es hora de iniciar un gobierno de todos.
Las ideas fluyeron en el sentido de un gobierno de coalición, como viene proponiéndolo Manlio Fabio desde hace varias semanas, construyendo un proyecto transexenal, basado en las coincidencias.
Las propuestas del senador priísta han sido bien recibidas en diversos escenarios, aunque eso no le ha dado la proyección necesaria para disputar en igualdad de condiciones la candidatura de su partido.
En las distintas encuestas, Enrique Peña Nieto se mantiene muy distante del senador y ex gobernador de Sonora, con cifras que no se mueven para nada desde hace muchas semanas.
Con todo y ello se le reconoce el esfuerzo que hace Beltrones por impactar en el ánimo de los ciudadanos que simpatizan con el PRI y aún con los que no ven a ese partido como alternativa.
Las ideas presentadas en distintos foros, tanto dentro del partido como fuera de él, le son ampliamente reconocidas y son consideradas como aptas para dar un golpe de timón en el gobierno mexicano.
Incluso, las más de ellas son respaldadas por dirigentes y militantes ajenos al partido en que milita Beltrones, aunque se duda que el propio partido del sonorense las asuma como suyas.
Ya ocurrió con la reforma política avalada por senadores de todos los partidos y que fue descuartizada por los diputados priístas, quitándole una serie de propuesta que fueron aprobadas por los senadores en su conjunto.
Hasta el momento, Manlio es el más propositivo de todos los aspirantes presidenciales, aportando ideas, presentando propuestas, difundiendo documentos, pero algo falta que no lo hace crecer al nivel del otro prospecto priísta.
Seguramente sea que inició demasiado tarde su integración al mundo de los aspirantes presidenciales, cuando el otro ya le tenía tomada demasiada ventaja. Puede ser que su grupo de estrategas no sepan comunicar. Podría ser que su proyección corporal o su lenguaje sean demasiado anquilosados o que se rodea de figuras caducas que no le dicen nada a los electores.
Eso sucede seguramente con los tres personajes que acompañaron a Manlio Fabio en la presentación de su proyecto, ya que con excepción del senador Francisco Labastida, los otros dos no han sido políticos en activo durante la presente administración.
Cárdenas sigue siendo un referente dentro de algunas corrientes de izquierda, especialmente las que son contrarias a López Obrador, pero desde 1999 no ostenta cargo público alguno y desde que perdió los comicios de un año después bajó su presencia política.
Diego es recordado por los escándalos en que se ha visto involucrado cuando despachaba como senador y que le valieron severas críticas de la hoy bien posicionada Luisa María “Cocoa” Calderón.
En la presente administración, la participación pública de Diego ocurrió en razón del secuestro del que fue víctima y que mantuvo su nombre bajo los reflectores por más de seis meses.
Hoy, los protagonistas de la política son otros y aunque los que recuerdan los nombres de los tres (Cárdenas, Fernández y Labastida) reconocen talento en los tres, para las nuevas generaciones no representan mucho, especialmente para aquellos que votarán por vez primera y que saben poco de sus respectiva trayectorias o que los nombres de alguno de los tres los muevan para jalar su voto.
INVERSIONES EN LA PAZ
El ayuntamiento de La Paz, que preside Esthela Ponce Beltrán, aprobó 3 Puntos de Acuerdo relacionados con la reprogramación de montos de inversión en obras del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun) y dos convenios con el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), los cuales redundarán en beneficios para los habitantes del municipio en acciones de vivienda y proyectos de investigación tecnológica, respectivamente.
En el caso de autorizarse el convenio entre el ayuntamiento y el Conacyt para crear el Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica, La Paz se ubicaría como el tercer municipio mexicano en contar con este mecanismo financiero para la ciencia y tecnología.