Michoacán
¬ Augusto Corro lunes 7, Nov 2011Punto por punto
Augusto Corro
El próximo domingo se efectuarán elecciones en Michoacán para renovar gobernador, alcaldes y diputados locales.
Las encuestas, como es de esperarse, dan como ganadores a todos los candidatos a la gubernatura.
Por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), compite Fausto Vallejo, experimentado político, quien fue alcalde de Morelia.
Luisa María Calderón Hinojosa, hermana de Felipe, participa por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Panal. El senador Silvano Aureoles Conejo es abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), actualmente en el poder. De los tres aspirantes, este último es el que tiene menos posibilidades de conseguir un triunfo.
Los gobiernos perredistas sumieron a Michoacán en la inseguridad total. Los cárteles de la droga se erigieron en dueños de esa entidad y la violencia es el pan de cada día.
El problema se agudizó con la llegada al poder de la izquierda cardenista. El propio Lázaro Cárdenas Batel, el amigo de Carlos Ahumada, no tuvo la experiencia adecuada para prevenir el avance de La Familia Michoacana.
El conflicto le estalló en las manos a Leonel Godoy, el gobernador perredista que se pasó su sexenio en pleitos con el gobierno federal. Los hechos sangrientos que se declararon con el acto terrorista en Morelia, continuaron con una ola sangrienta en todo el estado.
Claro, los errores también han sido del gobierno federal que en su precipitación irreflexiva, detuvo a decenas de alcaldes y funcionarios públicos michoacanos, con el pretexto de su vinculación con la delincuencia organizada. Al final, no se comprobó delito alguno a los acusados y fueron puestos en libertad. Esa pifia dejó muy mal parado al gobierno de Calderón.
Quizá uno de los hechos más importantes en el conflicto político se registró cuando Julio César Godoy, hermano del gobernador, candidato perredista a diputado federal, fue señalado como narcotraficante, alto dirigente de La Familia Michoacana.
Julio César, el hermano incomodo ganó la elección, los perredistas lo metieron de contrabando a San Lázaro para que rindiera su protesta como congresista, y después se dedicó a huir de la justicia.
El próximo domingo, los electores votarán por aquél o aquella aspirante que les asegure que Michoacán regresará a la tranquilidad que perdieron con los gobiernos perredistas. De todas maneras, quien llegue al poder tendrá que emplearse a fondo, porque la narcodelincuencia logró penetrar y arraigarse en la sociedad.
La violencia política resurgió el jueves pasado, cuando Ricardo Guzmán, alcalde de La Piedad, fue ejecutado por desconocidos en un franco reto a las autoridades. ¿Se tratará de otro crimen sin castigo?
Se viven, pues, horas complejas en la vida política de Michoacán debido, entre otras cosas, a la ineptitud de los gobiernos perredistas estatales. ¿Quién puede asegurar que no habrá más violencia? Los michoacanos piden a gritos que Leonel Godoy desaparezca de esa entidad, el daño que hizo es irreparable.
ATAUDES RODANTES
El sábado en la tarde, un microbús, repleto de pasajeros, se estrelló contra un muro de contención y un coche, con saldo de seis personas muertas y veinte lesionadas.
El vehículo era conducido a exceso de velocidad y sin frenos. El accidente ocurrió en el kilómetro 19 de la carretera federal México- Cuernavaca a la altura de la incorporación a la avenida Viaducto Tlalpan, en el Distrito Federal.
Ese hecho sangriento se suma a otros tantos que ocurren en el Valle de México. Los microbuseros son los dueños de la ciudad. No hay ley que los meta en cintura.
El secretario de Transporte y Vialidad, Armando Quintero, se encuentra ocupado en las elecciones perredistas, sin tiempo para atender los problemas propios de su responsabilidad.
Después de esa tragedia, la línea de microbuses, a la que pertenecía la unidad accidentada, recibirá como castigo un mes sin prestar sus servicios. Vaya castigo que le aplican a esos cavernícolas al volante.
Con razón a los conductores de microbuses no les interesan las vidas de los pasajeros, que por verdadera necesidad, tienen que subirse a esos ataúdes rodantes.
En vano exigir a las autoridades que se empeñen en prevenir tragedias que enlutan a los capitalinos: los funcionarios se encuentran muy ocupados en actividades partidistas.
¿Y LOS CONSEJEROS?
El tiempo avanza y el Instituto Federal Electoral (IFE) sigue incompleto. Funciona con seis de los nueve consejeros que establece la ley.
Así, mocho o cojo, el IFE entró de lleno al año electoral. Los partidos políticos no logran ponerse de acuerdo para elegir a los tres consejeros que faltan y que debieron nombrar el 31 de octubre de 2010.
Un año no ha sido suficiente para que conseguir el acuerdo de los partidos políticos PRI, PAN y PRD para elegir a los consejos mencionados, a pesar de que están conscientes de que han violado la Constitución.
Y como se ve la situación, todo hace suponer que el IFE continuará mocho o cojo, aunque se trate de una de las temporadas de mayor trabajo con decisiones difíciles, debido a la intensidad de la lucha política.
Cómo estará el problema que hasta” la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tras ser desechada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) su demanda contra los diputados al no nombrar a los tres consejeros del IFE faltantes”.
En síntesis, el TEPJF consideró improcedente la petición de Coparmex en la que planteaba la protección de los derechos políticos-electorales de los ciudadanos.
Finalmente, los patrones dijeron:
“Somos respetuosos del marco legal y estamos a favor del fortalecimiento de las instituciones por lo que, agotadas las instancias nacionales, en ejercicio de nuestros derechos políticos acudiremos ante todas las instancias internacionales necesarias”.