Libertad de prensa, ausente
Luis Muñoz viernes 28, Oct 2011Segunda vuelta
Luis Muñoz
Diego Valadez sostiene que “sin libertad de prensa no hay democracia”.
Y uno se pregunta. ¿Cuál democracia?
Primeramente, hay que definir el concepto de democracia.
Etimológicamente, la democracia se entiende como “el gobierno del pueblo”. Un sistema de organización política que adopta formas variadas en las cuales los ciudadanos tienen la posibilidad de influir de manera legal y organizada, en mayor o menor grado, sobre la toma de decisiones.
Valadez, catedrático en derecho laboral, dice que “sin libertad de prensa no hay democracia”, pero esto va más allá.
Es menester cuestionarse qué tan democrático es México y qué tan maduro es su sistema político, que se pueda comprender e intentar los cambios estructurales que permitan conjugar el esfuerzo de la clase política para lograr concebir, dentro de la vida democrática de un país, la existencia de acuerdos y convergencias en el campo de las ideas….
Si aún no se logra consolidar la democracia en México es precisamente por eso a lo que alude el dirigente sindical: a la falta de libertad de expresión. Cuando se respete la voluntad del pueblo y se le tome en consideración en las decisiones de sus autoridades, entonces estaremos frente a una realidad diferente.
Durante el reciente Foro Internacional para la Libertad de Expresión, Valadez subrayó que la libertad de prensa es la existencia de garantías con las que los ciudadanos tengan el derecho de organizarse para la edición de medios de comunicación cuyos contenidos no estén controlados ni censurados por los poderes del Estado.
Recordó que Suecia fue el primer país en adoptar una legislación de libertad de prensa el 2 de diciembre de 1766. En los Estados Unidos este derecho está garantizado por la Primera Enmienda que se hizo a su Constitución, y donde el periodismo se ejerce con bases al derecho, por muy incómodo que represente ser para los agentes en el poder.
Comentó, además, que no todos los países tienen garantizada, ya sea por una Carta de Derechos o su Constitución, la libertad de la prensa; más sin embargo es el propio Estado el que debe de velar por los intereses de miles de periodistas que por el simple hecho de escribir o narrar hechos relevantes, ponen en riesgo su vida.
Al establecer una interpretación democrático-liberal, el dirigente sindical aceptó que la libertad de prensa aparece como una extensión al derecho sobre la capitalización del trabajo personal, por lo cual todos tienen derecho a poseer una empresa de comunicación a condición de haberla creado y que se sostenga por el propio esfuerzo.
Exhortó al gobierno federal a que establezca mecanismos para garantizar el libre ejercicio de la Libertad de Expresión, “y no ver a los periodistas como enemigos porque en primer lugar no lo son; en segundo lugar, son agentes conservadores que velan por los intereses de la sociedad y sin ellos, el pueblo de México caminaría con los ojos vendados sin democracia alguna”.
Dijo, sin embargo, que el periodista debe de ser muy puntual en sus apreciaciones y muy certero en sus precisiones con el fin de no cometer infracción alguna o que le establezcan ciertos juicios por delitos tipificados en el Código Penal como el daño moral que en las últimas reformas a la ley en referencia, fue derogada la figura de “difamación”.
ACABAR CON TRANSPORTE DESORGANIZADO
Porque “la transformación integral del transporte no puede ni debe esperar”, los organismos cúpula del servicio concesionado de pasajeros en el Distrito Federal anunciaron, tal y como lo anticipamos ayer, la creación del Grupo Movilidad de Vanguardia (MOVA), con el objetivo de incidir en las políticas del sector en la ciudad y la Zona Metropolitana del Valle de México.
Jesús Zenteno, a nombre de sus compañeros, subrayó: “Hoy queremos poner como primer propósito nuestra voluntad de elevar el nivel del discurso y debate frente a las autoridades y la opinión pública para aportar nuestras fortalezas hacia un proceso de cambio y renovación de nuestra actividad productiva; el objetivo es terminar con la oferta exagerada y desorganización de transportistas”.
Para lograrlo proponen 15 principios de acción, entre los que destacan unificar la forma de dar el servicio y al gremio; participar en el “Plan Rector de Transporte”, que ofrezca garantías de seguridad e inversión; buscar financiamiento en los proyectos sustentables de transporte; ser un actor principal con cambio de actitud en el proceso de transformación y modernización del transporte, entre otros.