La fórmula Cárdenas
Roberto Vizcaíno viernes 28, Oct 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Que partidos y aspirantes presidenciales vayan a un gran acuerdo nacional, propuso
- México no soporta continuar dentro del desastre en que se encuentra, advirtió
- Las Fuerzas Armadas deben dejar de combatir a criminales, indicó
Bajo el amparo de la ceremonia solemne en que ayer recibió la medalla Belisario Domínguez, y ante la presencia de los presidentes de la República, Felipe Calderón; de la Suprema Corte, Juan N. Silva Meza y los del Congreso –José González Morfín por el Senado, y Emilio Chuayffet por la Cámara de Diputados-, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas pidió a los partidos políticos y sus aspirantes presidenciales dejar de lado las disputas, jaloneos y guerras sucias y buscar las coincidencias que los lleven a actuar conjuntamente durante los próximos 6 años y sacar a México de la grave crisis económica, política y social en que se encuentra.
En apenas tres párrafos del final de su discurso que está contenido en 7 páginas, Cárdenas les pidió a todos ellos acudir a la franqueza que debe existir dentro de la vida democrática para acudir en el salvamento del país.
Ahí señaló:
“Quiero pensar que en las políticas principales: económica, social, educativa, internacional, el combate a la inseguridad y a la delincuencia, en las plataformas de los distintos partidos y las ideas de potenciales candidatos presidenciales se encuentran puntos comunes, independientemente de sus discrepancias.
“¿Por qué más allá de proseguir con los procesos internos que deben cumplir requisitos y tiempos legales, como decisión política que bien puede tomarse, no se abre un diálogo para identificar coincidencias respecto a lo que debe hacerse hacia delante?
“¿Por qué no se empieza al interior de cada partido con la identificación de las visiones que comparten quienes hoy aglutinan simpatías distintas? ¿Por qué no pensar que propuestas que concentren coincidencias puedan alcanzar el respaldo de mayorías ciudadanas y por qué no pensar que pueda establecerse un compromiso común de partidos y candidatos presidenciales para llevar a cabo en los próximos seis años aquello que se comparte con el impulso y esfuerzo común de todos aquellos que coinciden?”, interrogó.
Previamente les había pedido decir, también con toda con franqueza, si creen, “si alguien así lo pensara, que es destino ineludible seguir en el tobogán por el que ha estado resbalando el país en los últimos tres decenios”.
En su intervención desde la tribuna del viejo recinto del Senado en Xicoténcatl, Cárdenas no atacó a Calderón, pero tampoco lo consintió.
En su inevitable análisis sobre la realidad mexicana, el hijo del general Lázaro Cárdenas, ex gobernador de Michoacán, ex senador y tres veces candidato presidencial por el PRD, señaló ante el Presidente que es tiempo de que el combate a la criminalidad se combata por un cuerpo especialmente creado para ello y se saque de ello a las Fuerzas Armadas, las que están sufriendo un innecesario desgaste.
Cárdenas no desaprovechó para darle una lección a Calderón de cómo gobernar:
“Hoy el pueblo de México en mayoría reclama recuperar las condiciones para desarrollarnos en democracia, porque repito, la democracia no es sólo la electoral…
“Es preciso reconocer que la sociedad mexicana es actualmente una de las más desiguales del mundo, que en los tiempos recientes la pobreza se ha incrementado desmedidamente, el crecimiento económico es insuficiente y regional y sectorialmente desequilibrado, hoy se tiene el desempleo más elevado de los últimos años… (mientras que van más de 50 mil muertos por violencia) la delincuencia organizada ha establecido presencia en territorios cada vez más extensos, extorsionando a productores, poniendo en riesgo la actividad económica y alterando gravemente la convivencia social.
“Éste no es el México que la mayoría de los mexicanos queremos y éste no es ni puede ser el destino fatal de nuestra patria”, subrayó.
En este punto el creador del PRD indicó que el país entero sabe que con los recursos humanos y materiales que aquí se tienen, se podría muy bien salir de las condiciones en que vive hoy la nación, y eso depende de que haya voluntad en quienes hoy gobiernan, agregó.
“La economía mexicana puede crecer a los ritmos necesarios para satisfacer las necesidades de la población de empleo, ingreso, alimentación, servicios públicos, etcétera, pero no crecerá si se continúa con la observancia rigurosa de los consensos de Washington.
“Así se ha concentrado la riqueza en pocos, se ha disparado la desigualdad y el desempleo provocando la desindustrialización, el desastre productivo del campo y acrecentando la dependencia, al dejar los mercados mexicanos para ser abastecidos por productores extranjeros y al dejar como opción única para millones de mexicanos ofrecerse como mano de obra barata, laboral y políticamente desprotegida a la economía norteamericana.
“Conocedores de estos temas señalan con bases sólidas que aún en las condiciones actuales de prolongado rezago económico, es posible dar el viraje hacia una nueva política de crecimiento que empiece por sustentarse en una reforma fiscal integral, en este caso articuladora de otras reformas como la laboral y la de la seguridad social, una reforma que no se limita a lo tributario, cuyo objetivo central sea desarrollar un auténtico Estado de bienestar a partir también de instrumentar una política social articulada con la económica, que tenga como meta fundamental lograr una equitativa redistribución del ingreso.
“La nueva política económica, además de construir y fortalecer instituciones públicas fundamentales para el fomento del desarrollo y de estimular el crecimiento de una banca comercial realmente mexicana y vigorosa, debe plantearse realmente la orientación de las inversiones a las actividades productivas, en especial a las consideradas estratégicas, a la industrialización y a la recuperación productiva del campo, así como a la educación, la capacitación y la investigación científica y tecnológica, debiendo la inversión del Estado cuando la privada sea omisa en aquellas áreas indispensables para la reactivación.
“La reforma laboral necesaria no puede ser como lo demandan sectores retrógrados sólo en la flexibilización para facilitar el despido, una verdadera reforma laboral debe considerar ciertamente el proveer mayor movilidad, de acuerdo a las transformaciones que ha observado el mundo del trabajo, como efecto de los acelerados y amplios avances tecnológicos y la globalización de la economía, pero debe igualmente tomar en cuanta tanto los avances logrados en años de lucha en los derechos laborales como los esquemas modernos y adecuados de protección, y por otro lado la necesidad de dar transparencia al manejo de los recursos sindicales y garantizar de modo efectivo los derechos de asociación y de negociación colectiva.
“La seguridad social debe ser de carácter universal, sin vínculo con el puesto de trabajo y garantizar, además del acceso al cuidado de la salud, pensión y seguro de desempleo, los recursos con los que cuenta el país permiten actualmente, aún en las condiciones de escaso crecimiento actuales, de contarse con voluntad política, universalizar la seguridad social.
“Las formas de combate a la delincuencia se han mostrado insuficientes, no basta con el enfrentamiento directo, no basta con el descabezamiento de bandas y las múltiples aprehensiones de delincuentes que de inmediato recrean nuevos liderazgos y reconstituyen sus fuerzas, ni pensar que la delincuencia es un fenómeno autónomo sin ligas con lo económico, lo financiero, lo político, lo social o lo internacional, y la democracia, la seguridad y la justicia son asuntos de la autoridad civil.
“El combate contra la criminalidad organizada debe librarse por un cuerpo específicamente creado y preparado para ello, al que debiera evaluarse y supervisarse por medio de mecanismos externos de carácter civil.
“Las Fuerzas Armadas, por lo tanto, no deben seguir expuestas a riesgos derivados de una función que no les corresponde, y fortalecerles como el cuerpo que resguarda y garantiza la integridad de la nación.
“Un combate eficaz contra la delincuencia entraña un combate igualmente eficaz y decidido contra la corrupción e impunidad, así como el saneamiento de los cuerpos judiciales mediante acciones que principalmente emprenda el Poder Judicial en su condición de ente autónomo, y por el otro lado, abrir oportunidades de educación, empleo, acceso a la cultura y esparcimiento sano a la juventud, instrumentar políticas preventivas, dar seguimiento a las corrientes de dinero sucio y demandar en ello la colaboración de las instituciones bancarias, mejorar la investigación o lo que hoy llaman inteligencia, mejorar la coordinación y exigir reciprocidad en las acciones internacionales vinculadas al tema, y librar el combate de acuerdo a un plan concebido con visión integral pendiente de formularse, con metas, tiempos y responsables de cada actividad para que se pueda dar seguimiento en sus avances e incumplimientos mediante una efectiva rendición de cuentas”, concluyó.
Muchas de estas cuestiones ya se las habían dicho antes a Calderón, pero no con la contundencia y claridad con que se las expuso ayer de frente Cárdenas.
Difícil que el panista vaya a hacer algo al respecto. Es muy necio, dicen quienes lo conocen y él cree, lo dice cada que puede, que va bien.
De ahí que la propuesta de ir a un acuerdo nacional entre partidos y sus precandidatos presidenciales sea lo más importante de lo que ayer propuso Cárdenas.