Cada quien por su lado
¬ Augusto Corro jueves 20, Oct 2011Punto por punto
Augusto Corro
Mientras Felipe Calderón Hinojosa se desdice de sus declaraciones al New York Times, en el sentido de que muchos priístas creen posible pactar con el narco, el ex presidente Vicente Fox pide cesar el fuego contra los cárteles de la droga.
La cúpula del partido panista, de la que FCH forma parte importante, sabe que el tema del narcotráfico estará presente en la próxima campaña presidencial y es necesario que empiecen a definirse las posiciones, aunque se propicien resbalones en las declaraciones políticas, como ocurre con FCH y Fox.
Aunque FCH acusa sin pruebas, a los tricolores, el problema radica principalmente en el anuncio de que la contienda electoral será un lodazal, porque los panistas ya probaron que esa forma de lucha les rinde frutos.
Fox en su afán de buscarle otros caminos a su partido, se erige como el progresista que busca la legalización de las drogas y luego por asumir actitudes consideradas con los criminales del narcotráfico, señala: “no hay que romper la ley, lo que se debe buscar es disminuir la violencia y lograr el cese el fuego”.
FCH sigue aferrado en su estrategia contra la narcodelincuencia, a pesar que en esa guerra van más de 50 mil muertos y centenares de desaparecidos: el tejido social hecho trizas con miles de viudas y huérfanos.
Dice FCH que no pactará con criminales. Fox propone el alto al fuego y negociar con los delincuentes para llegar a la amnistía.
Las declaraciones de ambas políticas siembran el desconcierto en las filas panistas. ¿Quién de los dos tiene la razón? Porque en temporada electoral, entre los políticos de México y de todo el mundo, la mentira juega un papel importante.
Lo que no se puede hacer a un lado en este inicio de campaña, es que FCH abre el fuego contra el PRI, como un simple dirigente del PAN, sin tener presente su investidura presidencial. ¿Acaso ya lo alcanzó aquel mal de los presidentes en la recta final de su mandato que consiste en “actuar con poca mesura, desatino, angustia y desesperación?
SI CHANTAJEABA
Jonás Larrazábal sí chantajeaba al dueño del casino Red, en Monterrey, Nuevo León.
A esa conclusión llegó el ministerio público que solicitó a un juez del fuero común la orden de aprehensión en contra de Jonás, hermano del alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, debido a que incurrió en el delito de chantaje y se reservó la acción penal en relación a otros posibles delitos.
Aunque no se definió la situación del presidente municipal, es posible que lo alcancen las investigaciones de la Procuraduría de Justicia estatal. Fernando asumió una actitud rebelde ante la jerarquía de su partido que lo presionó para que se alejara del cargo, mientras su hermano era investigado.
El funcionario realizó su propia encuesta para conocer la opinión de los regiomontanos sobre una posible licencia como alcalde. Obvio, los entrevistados dijeron que debía seguir en el puesto.
El caso de Jonás surgió en los días en que la atención de México estaba puesta en la tragedia del Casino Royale, en la que murieron 52 personas. El centro de apuestas fue incendiado porque los dueños se negaban a la extorsión.
Por esas fechas, en una videograbación apareció Jonás en los momentos que recibía varios fajos de billetes que le entregaba el representante del dueño del casino Red. Surgió el escándalo y se tejieron varias historias para justificar las imágenes filmadas.
Lo primero que se le ocurrió a Jonás fue decir que el dinero que le entregaron obedecía a su condición de vendedor de quesos oaxaqueños. Luego, una vez arraigado, dijo que el dueño del casino lo había invitado a una sociedad para el negocio restaurantero.
Total, las autoridades lo volvieron a arraigar y la historia continuará.
El alcalde tendrá que esperar el desenlace del asunto. ¿En qué o en quién se apoyaba Jonás para chantajear? Tarde o temprano se conocerá si el presidente municipal, Fernando Larrazábal, sabía o no de las actividades de su hermano.
En tanto, los regiomontanos azules sufrieron un golpe muy duro, pues Fernando fue comisionado para encabezar el apoyo a Ernesto Cordero en esa ciudad.
DEFIENDEN AL GOBER PRECIOSO
Bueno, al ex gobernador poblano, Mario Marín, ya le salió un defensor: su hermano, el diputado Enrique Marín.
Como señalamos ayer en este espacio, el ex mandatario estatal fue señalado como la persona que ordenó la sustracción de documentos del Órgano de Fiscalización Superior (OFS), que fueron localizados en dos camiones de carga.
Supuestamente, en dichos documentos se encuentran las pistas de los malos manejos de Mario Marín al frente de su administración en Puebla.
El diputado Enrique dijo que sacar papelería del OFS no es una acción ilícita y con el caso se pretende “manchar” la imagen de su hermano Mario.
El hallazgo de los documentos en los camiones, coincidió con la orden de aprehensión contra el auditor general del OFS, Víctor Manuel Hernández Quintana, responsable de presuntos delitos menores.
Trascendió que las autoridades poblanas investigan al ex gobernador por enriquecimiento inexplicable.