Miguel Ángel Granados Chapa, un periodista
¬ Augusto Corro martes 18, Oct 2011Punto por punto
Augusto Corro
El domingo murió el escritor, historiador y periodista, Miguel Ángel Granados Chapa, quien, durante cuatro décadas escribió su columna Plaza Pública en diferentes diarios, pero principalmente, en el “Reforma”.
Miguel Ángel practicó un periodismo libre, objetivo y valiente.
No es fácil usar esos adjetivos para un periodista en ésta época tan compleja que vive México, en medio de una guerra cruenta contra el crimen organizado; una economía mal manejada que incrementa el número de pobres y una democracia que no madura.
Miguel Ángel será recordado como un comunicador fiel a uno de los principios de su profesión: defender al débil frente a los abusos de los poderosos.
Descanse en paz.
LA GUERRA SUCIA
Si algo se debe agradecer a las autoridades electorales es su participación para frenar la guerra sucia que practican los panistas en el gobierno federal y en su partido contra todos sus enemigos políticos.
Sabedores de que lanzar lodo les deja beneficios, los azules no miden las consecuencias de acusaciones. Poco o nada les importa polarizar a la sociedad con tal de mantenerse en el poder político.
En las elecciones presidenciales del 2006, los azules le colocaron a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la etiqueta de que “era un peligro para México”. Esa descalificación que nunca se comprobó, a la larga afectó al candidato de la izquierda en aquellos comicios.
A partir de esa fecha, México se dividió y la situación se agudizó aún más por el controvertido triunfo de Felipe Calderón Hinojosa. Todo mundo lo sabe.
Los mexicanos quedaron resentidos de tanta impunidad electoral, porque la intervención del entonces presidente Vicente Fox fue escandalosa. Los tribunales electorales reconocieron la injerencia del guanajuatense en las elecciones. Sin embargo, nada hicieron para castigar la intromisión del mandatario federal que hizo alarde de cinismo y poder.
Una sociedad golpeada por la división política desde el 2006, vuelve a presenciar una nueva guerra sucia. Ahora, los panistas tienen como enemigo principal al Partido Revolucionario Institucional (PRI). No deja dormir a los azules la idea de que los tricolores amenazan con regresar a Los Pinos.
Por eso mismo, se inició la guerra de lodo y Calderón abrió fuego al declarar que el PRI buscará pactar con el narcotráfico, en caso de ganar el proceso electoral del 2012.
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI lamentó las declaraciones infundadas y engañosas de Calderón.
Añadió que “procederá ante las instancias legales correspondientes, en virtud de que las declaraciones al diario “The New York Times” atentan contra el principio de imparcialidad al que como servidor público lo obliga la Constitución General de la República”.
Las autoridades electorales deben intervenir oportunamente para frenar las injerencias de Calderón y de todos aquellos que con el uso indebido del poder buscan influir en el proceso electoral del 2012.
Magistrados y funcionarios relacionados con los tribunales electorales deben empeñarse en demostrar que tienen interés en que México viva en armonía, lejos de divisionismos políticos que tanto daño le hacen a la sociedad.
Apenas empieza la contienda electoral presidencial y aumenta el tamaño del lodazal. Quien siembra vientos recoge tempestades.
QUE YA NO VAN BRACEROS A EU
Una nota relacionada con la inmigración de mexicanos en Estados Unidos nos dice que disminuyó la inmigración en aquel país, con sus respectivas opiniones sobre el asunto.
Para algunos especialistas, las barreras legales y físicas son el verdadero impedimento. Es decir, las leyes en algunos estados se han vuelto más estrictas, así como la presencia de más policías fronterizos y el muro son maneras de desalentar el tránsito de mexicanos ilegales rumbo a la “tierra prometida”.
Además, las rutas mexicanas de migrantes son trampas mortales, en las que participan activamente las organizaciones criminales para secuestrar y asesinar a los viajeros.
Otros conocedores se inclinan por la idea de que la situación económica y financiera de Estados Unidos se encuentran en banca rota con el consecuente incremento de millones de desempleados.
De tal manera que quienes pretenden emigrar lo piensan varias veces, porque, desde luego, no tienen posibilidades de conseguir trabajo y sí exponerse a malos tratos por parte de la policía estadunidense.
En el país vecino, son millones de indocumentados mexicanos que luchan por su sobrevivencia. Ante la falta de empleo, echan mano a sus ahorros, buscan apoyo entres sus familiares o paisanos; pero sin la intención de regresar a México, donde tampoco hay trabajo.
Los papeles se invirtieron, las remesas de dólares poco a poco dejan de llegar a México. En algunos casos, los familiares envían alguna “ayudita” económica a quienes se encuentran en EU, con la esperanza de que lleguen mejores tiempos.