Moralinos, no criminalicen a la juventud
¬ Claudia Rodríguez martes 18, Oct 2011Acta Pública
Claudia Rodríguez
El México real a muchos les aterra. No que exista, sino que se hable de él. Sentencia firmada por JLD en medio de las narraciones cortas de la vida cotidiana inmersa en la cultura del narco.
Marco Fabián de la Mora, es por lo que sus marcas deportivas reflejan, un destacado y muy joven futbolista que entre los aficionados a este deporte -espectáculo cuando de primera división se trata-, tiene miles de seguidores. Anotador de majestuosos tantos desde su posición de mediocampista, incluso a clubes de otras latitudes.
El domingo, el japonés o Markito, como le dicen a De la Mora y que es parte del Club Deportivo Guadalajara, fue un elemento importante para golear al equipo de Los Estudiantes. Pero la celebración de una de sus anotaciones ha levantado críticas, enojos y hasta multas.
A la mímica que protagonizaron, tanto Marco Fabián como su compañero el Venado Medina, se le ha nombrado ya como “la celebración del sicario”. Marco Fabián simuló cargar una pistola, colocarla a la altura de la frente de su compañero y tras el supuesto disparo, Medina continuó el cuadro escénico, cayendo como fulminado.
En diversos medios de comunicación, incluso de otras partes del mundo, la escenificación ha sido muy comentada y descalificada. Los autores son quienes han llevado la peor parte y además de pedir disculpas, también tendrán que pagar una sanción económica. Pero todo eso no es más que moralina pura, ya que es inoportuna, superficial y falsa. Es un sermón más que cursi que lo único que intenta es enmascarar la realidad que está bastante podrida.
Lo que hizo el goleador de las Chivas tal vez fue inoportuno porque fue y es observado por muchos pares de ojos y conciencias, pero su expresión reproduce los juegos de una gran mayoría de nuestros niños y jóvenes, y lo que hacen o en lo que cooperan muchos de los adultos de este país.
¡Tantos críticos y descalificadores del evento teatral!. ¿Acaso ninguno jugó en sus años mozos a policías y ladrones? Los jóvenes como Marco Fabián quien apenas vino al mundo en 1989, juegan a soldados y sicarios y saben de especificaciones del manejo de armas. Pero además, no sólo lo jugaron en las calles, lo reviven a cada momento en los videojuegos interactivos que se venden por montones como La policiaca, Call of Juarez The Cartel. Y lo más penoso e innegable, es que muchos de nuestros niños y jóvenes viven y dependen económicamente de los delincuentes que pueden ser cualquiera de sus familiares, vecinos o amigos.
La cultura se hace con las experiencias de vida de los grupos sociales. Por tal motivo, la cultura del narco tiene varias expresiones desde la música, la vestimenta y por supuesto, la forma de pensar, hablar, accionar y hasta soñar.
Muchos de los lectores de niños jugaban a representar al mal con la figura del ladrón. Hoy este tiene distintos matices: pandillero, vándalo, sicario, vendedor de drogas o hasta Zeta. Bueno, hay quienes también desde el bando de malhechores, piden personificar el papel de algún gobernante, funcionario o legislador.
El goleador del Club Deportivo Guadalajara, el japonés y su compañero el venado, no son culpables del sentido delincuencial y violento que ha permeado en nuestra sociedad. Los criminales con sus negocios ilícitos y los de cuello blanco con ganancias en poder y dinero, son los responsables. Que no criminalicen a la juventud que en la “guerra contra el narcotráfico” ha sido en parte olvidada, y en parte utilizada. Los jóvenes en su mayoría y hasta ahora, son sólo el vehículo de una expresión de la realidad cotidiana e innegable.
Acta Divina… El diario “Marca” de España calificó de “desafortunada” la “celebración del sicario’” y destacan las críticas que han surgido tanto en redes sociales como en medios de comunicación. “Una broma así, en un país como México, que ha vivido más de 40 mil asesinatos desde 2006 y donde los sicarios son un verdadero problema, deja de tener gracia. Y los futbolistas no son ajenos por desgracia a esta realidad: Hace apenas un año un jugador de esta liga, concretamente, del equipo América, el paraguayo Salvador Cabañas, recibió un tiro en un bar.