Una oveja negra panista
¬ Augusto Corro martes 11, Oct 2011Punto por punto
Augusto Corro
Las organizaciones políticas siempre cuentan con una oveja negra: el Partido Acción Nacional (PAN) no es la excepción. Veamos: en Monterrey, el domingo pasado fue aprehendido el ex presidente municipal de esa ciudad, Adalberto Madero, Maderito, quien, de tiempo atrás, arrastraba una cola muy larga, pues lo acusaron de recibir dinero sucio para su campaña electoral.
Convertido en militante incómodo, en febrero de este año el PAN lo echó de sus filas, por supuestos actos de corrupción, poco después, un tribunal electoral revocó la expulsión y lo reinstaló en el partido.
En el presente, con su captura, el ex alcalde tendrá que responder a un sinnúmero de acusaciones, que van desde el delito de peculado hasta su presunta relación con las mafias de los casinos, pues autorizó los centros de juego, sin que éstos cumplieran con la normatividad para su funcionamiento.
La tragedia registrada en el Casino Royale, de Monterrey, en el que perdieron la vida 52 personas, obligó a las autoridades a investigar a fondo, lo ocurrido, sus causas y efectos, entre otros, saber quiénes autorizaron los permisos y su grado de irresponsabilidad.
Maderito fue alcalde del 2006 al 2009. Una vez que dejó el cargo se mantuvo con un perfil bajo, pese a las denuncias en su contra. El 26 de septiembre de 2009. Red Cívica presentó en el Congreso de Nuevo León un juicio para desaforar al todavía alcalde, por el presunto desvío de recursos.
El 2 de octubre, la misma agrupación presentó otra denuncia, esta penal, contra Maderito por los delitos de ejercicio indebido de funciones, abandono de función pública, delitos patrimoniales de servidores públicos, cohecho y peculado.
El ex alcalde se encuentra en la cárcel de Apodaca, en espera de lo que determine el juez.
Mientras, en el mismo Monterrey continúa el escándalo de los hermanos Fernando y Jonás Larrazábal. El primero es otro alcalde panista, en líos con la justicia; y el segundo un dizque comerciante empeñado en convencer a todo mundo, que el dinero que recibió del Casino Red, en condiciones misteriosas, fue un pago por la venta de quesillos oaxaqueños.
MEDALLA A
CUAUHTÉMOC
La medalla Belisario Domínguez a Cuauhtémoc Cárdenas, no cayó muy bien que digamos en la izquierda mexicana. En primer lugar, surgió la sospecha del porqué se entrega esa importante presea a un político tibio, pasivo y temeroso.
Quizás el único mérito que tiene el michoacano en su trayectoria de “luchador” social es aquella en la que formaba parte del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), un membrete político que así como surgió desapareció con el tiempo.
Luego el paso de Cuauhtémoc por la política mexicana estuvo marcado por sus chambas en el gobierno y en su militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de donde desertó junto con su compadre Porfirio Muñoz Ledo, para aventurarse en la izquierda y terminar con la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En tres ocasiones participó como candidato de su partido en las elecciones presidenciales. En la primera, según los expertos, Cuauhtémoc obtuvo la victoria, pero su tibieza no le permitió enfrentar con valentía a Carlos Salinas de Gortari. Aunque criticó a su adversario político, no tuvo empacho en sostener una reunión privada de la que no se sabe qué hablaron o acordaron.
Posteriormente, en los tiempos difíciles de los perredistas, el hijo de Lázaro Cárdenas se distinguió por guardar un profundo silencio. No se dignó abrir la boca para apoyar a Andrés Manuel López Obrador en su lucha. También se quedó muy calladito frente a las controvertidas elecciones presidenciales del 2006.
El mismo Cuauhtémoc ha sido factor de divisionismo en el interior del PRD. Las hordas perredistas se encuentran muy divididas: unas son lopezobradoristas, otras ebrardistas y otras más cardenistas. Esa organización política va rumbo a su extinción, pero el “líder moral” continúa empeñado en participar, por cuarta ocasión, como candidato a la Presidencia de la República para el 2012.
Así pues, los bonos del líder perredista hace mucho tiempo que empezaron a devaluarse. Nadie entendió su conducta servil al aceptar una chamba que le dio Vicente Fox, para que se encargara de las fiestas del Bicentenario de la Independencia y la Centenario de la Revolución, respectivamente. Renunció al hueso, pero su imagen resultó abollada.
Así pues, la medalla citada será entregada al “líder moral” del PRD. “Ya hay decisión. No se ha dictaminado, pero ya hay un consenso y todas las fracciones parlamentarias vamos a ir con la propuesta del ingeniero Cárdenas”, dijeron senadores.
Respecto a la fecha de entrega de la presea, los panistas expresaron su preocupación ante la posibilidad de que el reconocimiento genere un repunte del cardenismo en Michoacán, estado en el que habrá elecciones estatales el próximo noviembre. Ni hablar, a los azules ya todo los espanta.
En fin, el ingeniero Cárdenas tuvo porra suficiente para dejar en el camino a otros aspirantes con más méritos que los que de él pregonan sus cuates. Por ejemplo, la senadora Rosario Ibarra de Piedra, una auténtica luchadora social que no necesita recomendación alguna; o la ministra Olga Sánchez Cordero, quien ha demostrado su valentía y pensamiento progresista en una Suprema Corte que ha dejado mucho qué desear en los últimos tiempos.
La Medalla de Honor “Belisario Domínguez” del Senado de la República, fue creada para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad.