Es el caos
¬ Claudia Rodríguez jueves 11, Mar 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Es del todo preocupante lo que está sucediendo en el país. No creo que a estas alturas del desarrollo de las sociedades a alguien le haga verdadera gracia que la clase gobernante de su país se la pase en un debate inmaduro, con tintes vandálicos y hasta circenses con repercusiones realmente alarmantes para sus gobernados. En México, los poderes Ejecutivo y Legislativo están enfrascados en un espectáculo denigrante, que repercute en las finanzas nacionales y domésticas, y en muchos otros rubros de la vida cotidiana de los mexicanos.
Cabe decir que sería excesivo descalificar los debates que al seno de la Cámara de Diputados se presentan, como el del día de ayer, pues son más sanos que reprobables. Lo denigrante es que hay legisladores que no toman el asunto con la seriedad del caso. No se defiende en un recinto legislativo un interés personal, sino de grupo, y tampoco es permisible que existan diputados que tomen asuntos torales de la agenda política nacional, como si se tratara de una representación circense, donde el chacoteo, la risa y el momento sean lo importante.
César Nava, todavía presidente del Partido Acción Nacional (PAN) utilizó al recinto cameral el día de ayer -miércoles 10 de marzo— como si se tratara de un ring. Nava fue a retar, no a debatir y eso lo deja aún más mal parado de lo que ya está. A Nava lo reprueban los calderonistas, los priístas, los perredistas, uno que otro panista y una gran mayoría de la opinión pública.
Tampoco los priístas dieron un debate de altura. Atacaron de forma personal, confundieron el trabajo, la fuerza o peso del partido y se defendieron, casi sin argumentos, atacando a sus opuestos políticos.
Los perredistas abonaron su representación en la persona del diputado Gerardo Fernández Noroña, quien fue congruente en advertir que el señor Felipe Calderón llegó al Poder Ejecutivo ilegítimamente. En tanto, el diputado perredista, Víctor Manuel Castro Cosío, les incriminó a sus pares, los legisladores, su desvergüenza por aceptar que el alza de impuestos es por el bien de México.
Y mientras los legisladores en San Lázaro daban un espectáculo denigrante, doloroso y sin un mínimo de lo que es políticamente correcto y constructivo, afuera, en la realidad de nuestro México, no se advertían más que flagelos: niños que se suicidan sin oportunidades, jefes de familia sin empleo, empresarios en verdaderos problemas, narcotraficantes que van ganando la guerra y la inseguridad rampante.
Es el caos y no se ve quién tenga los tamaños de poner orden constructivo.
Acta Divina… Desde la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro, el diputado federal y dirigente nacional del PAN, César Nava, retó al gobernador mexiquense a sostener un debate.