El PRI va a la ruptura: Labastida
Roberto Vizcaíno viernes 7, Oct 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El método de elección abierta para su candidato presidencial provocará conflictos, dice
- En 1999 quien decidió el método, fue el entonces presidente Ernesto Zedillo
- El IFE se queda como está; los diputados no se ponen de acuerdo
Con la experiencia de haber vivido la primer derrota de una contienda presidencial, Francisco Labastida advierte que hoy el PRI va de nuevo a la ruptura y la confrontación interna, y a un nuevo posible fracaso que le impediría a su partido regresar a Los Pinos.
Al prevenir lo anterior, el ex candidato presidencial priísta derrotado por el panista Vicente Fox en la contienda del 2000, denunció además que existe “línea” para que mañana la mayoría de los 1,200 miembros del Consejo Político Nacional voten a favor de ir a una elección abierta para elegir al candidato presidencial que competirá en julio de 2012.
Y al optar por esta forma de selección de su candidato, asegura, la dirigencia tricolor está repitiendo el gravísimo error en que se cayó en el proceso en el que él participó en el 2000, indica.
Labastida considera que ir a una elección abierta del candidato, no sólo es sumamente caro, porque representa el gasto de varios cientos de millones de pesos, sino que provoca enconos y confrontaciones en las bases de los priístas, los de la calle, que luego se transforma en votos en contra durante el proceso constitucional.
El ex candidato comenta que no está solo en esta apreciación y que hay otros muchos priístas que han expresado lo mismo que él a la dirigencia encabezada por Humberto Moreira.
Labastida reveló luego que en el 2000, quien decidió que el PRI fuese a una elección abierta para seleccionar su candidato presidencial fue el entonces presidente Ernesto Zedillo, a pesar de que él –Labastida, quien era secretario de Gobernación-, y el entonces dirigente nacional del PRI, José Antonio González Fernández, le dijeron que no era la mejor opción y lo previnieron del desastre.
Todo eso lo explicó el ahora senador y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara alta y muy posiblemente próximo coordinador de la bancada tricolor ante la eventual y casi segura petición de licencia del senador Manlio Fabio Beltrones.
El sinaloense lo adelantó durante una conferencia de prensa en la que anunció que no iría mañana a la sesión del Consejo Político porque de antemano ya se ha decidido por ir al proceso abierto.
¿Cómo llega el PRI al Consejo Político?, se le interrogó.
“Formo parte del Consejo Político Nacional. Nos consultó el partido sobre los métodos de elección, porque los estatutos del mismo tienen básicamente dos fórmulas: delegados o consulta abierta.
“Fui candidato a la presidencia interna en 1999 y constitucional en el 2000, (y) viví los problemas sobre ello. (Entonces). El presidente Ernesto Zedillo nos consultó en tres ocasiones -a quien era presidente del partido, José Antonio González Fernández y a mí como secretario de Gobernación-, qué nos parecía un estudio que le habían hecho algunos consultores para hacer una elección abierta.
“Los dos le dijimos al entonces Presidente, en las tres ocasiones, que nos iba a conducir a unos problemas terribles, a una división de fondo, que los líderes se iban a poner de acuerdo después, pero que abajo quedarían divisiones que no se iban a arreglar.
“Que esas divisiones eran muy mal augurio, y que el partido debía concentrar su esfuerzo en contender contra otros partidos, y no internamente.
“El presidente Zedillo subestimó nuestras opiniones y decidió que fuera por este conducto, que le habían sugerido algunos asesores de él.
“Como consecuencia, decidí retirarme pronto de la Secretaría de Gobernación. Si recuerdan me fui a finales del mes de abril.
“Creo que hoy viene algo similar. En las consultas que nos hicieron, todos quienes fuimos consultados, opinamos que debíamos aprender de los problemas que tuvimos en el ´99… pero creyeron que no.
“Tengo conocimiento que van a votar el sábado a favor de la consulta abierta. Como no me quiero prestar a simulaciones, yo no voy a ir el sábado a la reunión, porque no estoy de acuerdo con el método, y no voy a avalar, con mi presencia, un método en el cual no creo”.
¿Es una simulación, entonces el que se cite al Consejo Político y se diga que se pretenda votar ahí?, se le preguntó.
“Así lo considero… e insisto: no voy a ir”.
¿Pero eso es porque ya toda la cargada está a favor de Peña Nieto, o cómo está?
“No… porque el método abierto nos va a llevar a una división y a un costo económico que va a debilitar al partido”.
¿No es eso contradictorio con lo que ha venido diciendo tanto el presidente del partido, mucha gente de la Fundación Colosio, justamente los llamados a la unidad, pero sí ya decidieron por el proceso abierto?
“Me está haciendo una pregunta que es de fondo, pero no me la tiene que hacer a mí, se la tiene que hacer a quienes participan en ello”.
¿Usted que está proponiendo, como método?
“Creo que sólo tenemos en los estatutos dos métodos: el de delegados o el de consulta abierta. El de consulta abierta tiene la ventaja de que participan más personas, pero tiene la desventaja que es muy caro. Si tiene 68 mil casillas como tuvimos en el ´99 y hoy van a tener más, y en cada casilla tiene que tener un presidente, un secretario y un escrutador, ¿Qué le provoca? Gastos inmensos. Convierte a un partido en un IFE, con todo lo que eso significa. Convertir a un partido en un IFE es sumamente caro y provoca divisiones entre los miembros del partido que se traducen luego en la elección constitucional. Eso es lo que van a provocar”.
¿Pero hay otros consejeros que…
“Todos los que fuimos consultados (ahora) opinamos en contra”.
¿Cómo cuántos son los que no van?
“No sé”.
¿Qué va a pasar entonces el sábado?
“No lo sé”.
¿Ya empieza la división? ¿Inicia la división?
“No lo sé. Simplemente yo soy congruente con mis opiniones”.
Senador, usted, ¿supongo no va a ser él único que no vaya? Aquí ya quedará acentuado como bien dice la división…
“No lo sé. Yo simplemente digo: soy congruente y consistente con mis opiniones y actúo conforme a ellas”.
Supongo que ya hicieron cálculos, ¿Cuánto les costaría una elección abierta?
“No tengo idea, sé lo que costó en ‘99, y fueron muchos cientos millones de pesos”.
Esto entonces ya es la advertencia, si van a una elección abierta, ¿quién sea el candidato del PRI, sería perdedor en una elección federal?
“No. De ninguna manera, pero sí corremos el riesgo que estas divisiones nos erosionen a la base… en el proceso las personas toman, desde luego, simpatías y compiten por ellos, y eso a mí me tocó vivirlo en calles donde en una misma avenida, una persona estaba a favor de un precandidato y otra a favor de otro precandidato, eso se arrastra. ¿Qué no tenemos experiencias ya en el 2000 y en el 2006?”.
¿Esto usted lo platicó con Moreira?
“Con Cristina Díaz”.
La advertencia, la prevención, el llamado, la postura de Labastida no es la de otro que la del ex candidato presidencial perdedor en 2000.
Mañana les tocará a los consejeros decidir si lo escucharon o no.
CONSEJEROS, NO: La decisión sobre los nuevos consejeros electorales estaba escrita desde antes. El largo día de debates y consultas vivido ayer en la Cámara de Diputados se zanjó hacia las 19:15 de la noche con una votación: 242 a favor de que Cecilia Tapia, Enrique Ochoa y David Gómez fuesen electos y 188 porque no.
Como se necesitaban las dos terceras partes de los diputados presentes, un total de 287, entonces el IFE se queda como está, incompleto. Y así se va a ir a la elección federal y presidencial de julio de 2012.
Las bancadas del PRI, PVEM, Panal, Convergencia y PT votaron a favor y las del PAN y PRD en contra. Vaya asunto.