Beltrones: la unidad del PRI pasa por la inclusión
Roberto Vizcaíno jueves 29, Sep 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El regreso del PRI a Los Pinos convertiría a este partido en factor del cambio
- Pero no nos instalemos anticipadamente en la fiesta electoral del 2012, dijo
- Rojas, por su parte, pidió rescatar la esencia popular y social de la Constitución
Con al menos 60 puntos abajo de Enrique Peña Nieto, el senador Manlio Fabio Beltrones pidió a propios y extraños no “instalarse anticipadamente en la fiesta electoral del 2012”, y reveló ayer -y ratificó con ello-, que existe un acuerdo entre ellos y la dirigencia del PRI, para que la candidatura presidencial del tricolor se decida en una elección abierta.
Sin embargo, aclaró que la unidad interna en su partido depende de que todos sean incluidos y tomados en cuenta en el proyecto de nación que hoy mismo se elabora por la Fundación Colosio, a través de participaciones directas y en foros nacionales.
En entrevista y a través de su intervención en el Encuentro Nacional con Académicos y Líderes de Opinión, el sonorense adelantó sus posicionamientos en esta etapa de los previos en la realización de la selección interna del candidato presidencial del PRI.
Interrogado sobre si está dispuesto a llegar al final del proceso interno, a pesar de que Peña Nieto lo supera por mucho en preferencias, o si su participación era apenas parte de una negociación para conseguir algunos cargos para él y su equipo, el ex gobernador sonorense advirtió que durante este proceso surgirán muchas versiones superficiales, las cuales no deben distraer a nadie frente a las cuestiones centrales, como son la realización del proyecto de nación que elabora hoy mismo el PRI.
Pero ante la insistencia de quienes le preguntaban si de perder la interna apoyaría a Peña Nieto, el coordinador de los senadores del tricolor, reviró:
“¿Por qué hace usted preguntas de tanta especulación…? Espérese a que pasen las cosas y después vea cómo la concluimos…”.
Si darle respiro le soltaron: ¿La elección (del candidato presidencial del PRI) debe ser abierta?
“… pues si la palabra vale, todos hemos dicho eso”, indicó para dejar en claro que ha convenido con Peña Nieto y la cúpula del tricolor que la elección sea abierta a todos los ciudadanos en el país.
Ya en su intervención ante los asistentes al foro, Beltrones reconoció que el PRI tiene hoy las más altas posibilidades de regresar a Los Pinos.
“Y así convertirse en el actor más relevante de la segunda alternancia… fuimos el partido capaz de construir las instituciones del siglo XX… debemos ser el instrumento de una nueva etapa en la historia de México… en la construcción de un nuevo régimen”.
Frente a esta posibilidad y responsabilidad, dijo, es que los priístas tienen el reto de consolidarse como un partido democrático, basado en el ejercicio colectivo, no de un grupo o un individuo.
Es así, agregó, que “entendemos que la unidad es un punto de partida, no puerto de llegada (porque) la unidad se construye con la inclusión (en) un proyecto común, de todos, compartido, que refleja nuestras preocupaciones…
“No nos instalemos anticipadamente en la fiesta electoral del 2012, antes de construir el destino que queremos ofrecerle al país”, subrayó.
En fin, la actuación y los pronunciamientos de un político que sabe que, a pesar de la enorme diferencia de puntos que existen entre él y el ex gobernador mexiquense dentro y fuera de su partido, es una opción real en esta contienda frente a los indeseables imprevistos.
Beltrones sabe que es el elemento que les recuerda a Peña Nieto y su grupo, y al resto de los priístas, que el reparto del poder no sólo es entre unos cuantos, sino que debe incluir a todas las expresiones y generaciones que actúan dentro de este partido.
COMO NUNCA: En ese mismo encuentro, encabezado por el dirigente nacional del PRI, el coahuilense Humberto Moreira, el coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas advirtió que el reto de los tricolores es el de prepararse para rescatar a México.
“Este es un tiempo crucial… nunca como ahora, había tantas amenazas a la integridad de la nación, tanta desesperanza y preocupación en la gente frente a un Estado confundido y confrontado.
“Nunca como ahora se había requerido revitalizar la política, llenarla de prestigio, hacerla útil, volverla a poner al servicio de la gente… se requiere de un amplio ejercicio de autocrítica que derive en un proceso de renovación que rescate valores y limpie la casa de ineptitudes, corruptelas, simulaciones, disimulos y torpezas que han llevado al país a la situación lamentable en que se encuentra…
“Regresemos a la esencia de la Constitución de 1917 para reponer al Estado solidario, democrático, con justicia social. Un Estado de perfiles populares, fundado en una Constitución que otorga garantías individuales y sociales, el derecho a la tierra, a la educación y al trabajo…
“Que define un modelo de gobierno con orientación popular y vocación democrática, que garantizó la renovación pacífica y periódica del poder, con armonía social durante 70 años…
“Tenemos que restaurar la soberanía de la nación y recuperar el prestigio de México en el mundo.
“Tenemos que volver a nuestras raíces, a lo que somos, multiplicar nuestros logros y superar nuestros problemas; aportar una vez más a la cultura universal a partir de nuestra herencia indígena y los valores del mestizaje que sintetiza el tiempo y el ser de México.
“Tenemos que volver a prestigiar lo mexicano. Los perfiles que nos dieron un lugar en la universalidad de la que poco a poco hemos ido quedando al margen, a pesar de que habíamos construido una identidad y un proyecto nacional que fue alternativa frente a la polarización entre el capitalismo y el socialismo”, subrayó.
Rojas recordó que México fue refugio para los perseguidos, promotor de la paz, la solidaridad y la cooperación, y eso hizo posibles el respeto y prestigio internacionales que se perdieron en los años del panismo.
“Teníamos un modelo propio que disponía la rectoría del Estado en los procesos del desarrollo y que postulaba la justicia social sobre la base de la propiedad originaria de la nación sobre los recursos naturales.
“Hoy ya no se piensa en eso desde el poder, ni se reflexiona en los valores de la justicia agraria, ni en la propiedad nacional de las tierras, las aguas y los energéticos.
“Ya no se piensa en que aquí construimos un sistema de seguridad social que abarcó el acceso de los mexicanos a la vivienda, a la salud, a la educación, a la cultura y el esparcimiento”, recriminó.
Por ello, pidió no olvidar que las grandes instituciones de la República, como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, la escuela rural o el combate eficaz y masivo al analfabetismo, fueron los que impulsaron la movilidad social y mostraron a México ante el mundo como un país con un desarrollo sostenido que tenía como objetivo supremo la justicia social.
“Todos estos procesos han ido languideciendo porque no hemos sabido contrarrestar la embestida de la publicidad impulsora de un modelo económico depredador, que está empujando al mundo entero a la ruina.
“Ya no hay excusa que explique el fracaso del modelo fundado en la ambición monopólica del capitalismo especulativo que combatió al Estado de bienestar.
“Ayer nos dijeron que habría que seguir el ejemplo de los países supuestamente audaces que habían alcanzado los objetivos del capitalismo y la supremacía absoluta de los mercados.
“Se nos llegó a decir incluso que la historia había llegado a su fin, y que el hombre ya sólo tenía que producir y disfrutar.
“Ya no podrán decirlo nunca más, porque en condiciones idóneas, sin rivales, sin regulación, la crisis ha renacido y amenaza con sembrar la desigualdad y la pobreza en todas las latitudes”, enumeró.
Rojas indicó que pese a todo esto, México se mantiene a flote gracias a la propiedad nacional de los energéticos, que dan garantía y seguridad al desempeño económico.
“Tenemos una sólida estructura de partidos políticos, que con sus diferencias y errores han tenido una interlocución permanente con sus militancias. Pero al gobierno le ha faltado audacia, imaginación, sentido y sentimientos políticos reales, para dialogar con los partidos, a fin de enfrentar entre todos, los problemas no resueltos de la desigualdad y la injusticia social”.
De ahí que ahora el reto sea el de transformar la forma de practicar la política, devolviéndole a ésta, un sentido de Estado.
A eso los exhortó.