Voto al pacto
¬ José Antonio López Sosa miércoles 10, Mar 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
No podemos minimizar la magnitud del escándalo desatado con motivo de los distintos pactos que han realizado algunos partidos políticos que dicen que trabajan a favor de sus militantes, votantes y sociedad en general.
Uno donde el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática contienden juntos a pesar de sus diferencias en diversas entidades del país.
Considero que el problema mayor de estos pactos no es la mentira, estamos ya malamente acostumbrados a que nuestros políticos mientan, tampoco creo que sea la falta de certeza en el fin de los mismos pues ese concepto prácticamente ha desaparecido de la política mexicana, lo realmente grave es que en ellos fue implícita una decisión que se supone, los legisladores debían tomar en función de sus representados y no de sus partidos.
Más allá de las bondades o perversidades de la política fiscal propuesta por Felipe Calderón, el negociar su aprobación a cambio de una alianza (o no alianza) no tiene gesto democrático alguno y mucho menos resulta de interés público, ¿qué hubiera pasado si en sus campañas políticas los panistas hubiesen explicado que llevarían al cabo este tipo de pactos?
Tomando en cuenta las variables y los últimos fenómenos del sistema político mexicano podemos plantear que todos quienes tienen que ver acusan al contrario, al país, al momento o a las circunstancias pero ninguno es capaz de reconocer que negoció, nadie tiene el valor civil o político para decir que mintió y peor aún, hay gente que apoya estas conductas que únicamente marcan un retroceso en la incipiente democracia mexicana.
Cada uno de los votantes del PAN en las elecciones federales recibió un pacto secreto a cambio, ese resulta el hecho más sustantivo después que tomaran posesión sus diputados federales y, los del PRD arrojan la piedra y esconden la mano, es decir, acusan por un lado y por el otro dan luz verde a las alianzas de los estados. Insisto, el problema no son los pactos, el problema es que lo que se apuesta en los mismos, es un tema que tiene que ver con el ejercicio del poder donde millones de mexicanos resultan afectados. Si hubiese cordura en la política mexicana debiera renunciar a su cargo y a su militancia César Nava, Fernando Gómez Mont y Jesús Ortega pero como vivimos en México, donde no pasa nada, los tres seguirán sin restricción a pesar de haberle mentido a la nación en algún momento o sentido.