Un clavo no saca otro clavo
¬ Claudia Rodríguez miércoles 10, Mar 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Resulta que ahora sí, la presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes Rangel, se pronunció por el aborto, asunto sobre el que había bordeado durante largo tiempo sin dar una respuesta concreta cuando se le preguntaba si estaba a favor o en contra de esta práctica.
Desde 2008, cuando la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) legalizó la interrupción del embarazo en la ciudad de México, la señora Paredes nunca dejó claro su opinión al respecto.
Fue hasta el lunes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que la dirigente del PRI afirmó que ella se definía a favor de que las mujeres decidan con plena libertad sobre su cuerpo. Esto último, lo dijo Paredes Rangel, en el foro Justicia Electoral con Igualdad de Género que se realizó en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Al respecto, vale apuntar que es política la posición sobre la práctica del aborto o no, de quien detenta una tarea de líder en un partido político, debido a que los señalamientos repercuten en mayor o menor grado en el diseño de las políticas públicas y para el caso sanitarias, a aplicarse en las sociedades. Pero la verdad es que doña Beatriz -colmilluda que es-, con sus declaraciones en torno a la práctica del aborto, pretendía abonar y dar un giro en la agenda política de lo que mediáticamente llega a la opinión pública, y así tratar de darle la vuelta a la página al asunto de que sí existió un documento signado entre panistas y priístas con todo y un testigo de honor para inhibir las alianzas electorales entre los albiazules y los perredistas. Acuerdo por el que más de uno salió raspado y mostró su perfil de mentiroso, manipulador o manipulado.
Pero la lideresa del PRI no debe estar confiada ni solicitar algo sobre lo que sí tenemos acción más que directa los electores. Nada, absolutamente nada que diga o haga la señora Paredes hará olvidar a los electores los arreglos, los pactos y los compromisos que en lo oscurito practica la cúpula dirigente del país.
Lo ofensivo del acuerdo PRI-PAN o PAN-PRI, como quiera enunciarse, no se refiere tanto a las alianzas entre partidos políticos, las que incluso son legales, sino el afán de negar el pacto político.
Un clavo no saca otro clavo por más filudo que sea. Esto ya habrá de saberlo y muy bien, la señora Paredes, pues a lo largo de su amplio trabajo político habrá un sinnúmero de asuntos que han quedado mal incrustados en sus tablas como gobernadora, legisladora y lideresa del Revolucionario Institucional.
Tan mal clavado está en el PRI el asunto del acuerdo firmado con César Nava, líder del PAN, que a pesar de que Beatriz Paredes insiste en darle carpetazo al asunto, hace no muchas horas dijo del dirigente de Acción Nacional, que es “un muchachito imberbe” al que los conflictos nacionales lo superan
Acta Divina… En el encuentro de esta semana del consejo consultivo de la diputación priísta, Beatriz Paredes Rangel, lideresa del PRI, apuntó que a César Nava, presidente del PAN, “los problemas políticos lo rebasan y lo disminuyen a su condición real, que es muy, muy menor”.