El problema de ejercer el poder
¬ José Antonio López Sosa miércoles 21, Sep 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Vivimos en un país electorero, definitivamente la clase política se prepara, invierte, trabaja y se emplea a fondo para ganar elecciones, ya después llega el verdadero problema social.
Pareciera que la máxima es ser candidato y ganar la contienda electoral, esa es la aspiración legítima de todo político sin embargo pareciera ser la única preocupación, quiero decir, cuando se encuentran en el cargo tal o cual que haya ganado -y sea cual sea el puesto referido- resulta que se terminan esas ganas, ese trabajo y ese compromiso que se demostró durante la campaña.
Hay casos -los más quizás- donde el ganador del puesto se dedica a beneficiarse a más no poder durante la gestión y es quizás el objetivo que perseguía de fondo durante la campaña electoral.
Los políticos mexicanos pareciera que no saben qué hacer después de ganar una elección, hay más voluntad y trabajo en la campaña que en el ejercicio del poder, para el cuál se supone trabajaron intensamente.
Nuestra incipiente democracia me parece que está perdida en un juego electorero, el negocio es ganar elecciones y organizarlas, por supuesto. La meta es tener el poder por el poder mismo (y por el dinero) aunque no se sepa que hacer con la responsabilidad del cargo después.
Estas no son palabras al aire, basta con recordar el caso más emblemático que a la mano tengo, el presidente Felipe Calderón: dividió al país con una campaña negra en la justa electoral de 2006, prometió muchas cosas y cuando llegó al poder tras el fallo del Tribunal Electoral, hizo completamente lo contrario, si vemos desde fuera la administración de Calderón nos encontramos que ha hecho todo lo contrario de lo que prometió en campaña, luego entonces ¿tiene o no problemas Felipe Calderón para ejercer el poder?
Como este caso hay cientos en alcaldías, gubernaturas, diputaciones, senadurías, regidurías y en casi todos los puestos de elección popular del país.
La elección por el poder disfrazada de democracia, así podría definir una de las características más importantes de la incipiente democracia mexicana.
En síntesis, mentiras, mentiras y más mentiras. Como suelen ser los políticos en este país.
www.perspectivaradio.com.mx
lopez.sosa@mexico.com
@joseantonio1977