Ahora sí hay juego
Roberto Vizcaíno lunes 19, Sep 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Su destape obligará a Beltrones a pedir licencia al Senado en horas o días, no más
- Sólo tiene 3 caminos: sube en preferencias, se queda ahí o baja para ser alcanzado
- Manlio, por su parte, insiste en construirse como “la otra alternativa” priísta
El contrincante que todos esperaban, querían, reclamaban ya está aquí, y por lo tanto ahora sí hay juego.
Y es que el mexiquense Enrique Peña Nieto ya no tiene cargo ni impedimento para participar… hoy, como simple ciudadano, podría anunciar esta tarde-noche oficialmente que va por la candidatura de su partido, el PRI, para competir por la Presidencia de la República el domingo 1 de julio del 2012.
Sí, esa aceptación pública, abierta, que no le pudieron arrancar ni los periodistas más experimentados ni las más rebuscadas y elaboradas argucias envueltas en dulces voces shalalalescas a lo largo de los 6 años anteriores que ocupó la gubernatura del Estado de México.
Hoy, finalmente es libre de decir prácticamente lo que quiera, no sólo porque ya no tiene cargo donde lo puedan sancionar, sino porque es dueño de niveles de preferencia nunca antes soñados por ningún otro aspirante.
Nada más riesgoso que eso, porque de ahí sólo puede vivir tres escenarios:
1.- O crece -lo cual ya sería verdaderamente asombroso-,
2.- O se mantiene -lo que sería para él y su equipo y partido lo deseable-,
3.- O cae…
Este último posible caso, no significaría perder… pero a lo mejor sí.
Pero falta mucho -o poco, según se vea-, para que ocurra cualquiera de estas previsiones… o alguna otra no prevista.
Hoy, a su arranque, Peña Nieto es por mucho el puntero y eso obligará a todos los demás, a seguirlo. Él es quien marcará ritmos, modos y tiempos.
De entrada obligará a su contrincante interno, al sonorense Manlio Fabio Beltrones a decidir en horas, días, no semanas ni meses, si va o no a la interna del PRI.
Si el sonorense decide ir –creo que no hay ya espacio para arrepentirse-, tendrá que pedir licencia ya, lo más pronto posible, porque el ritmo dentro de su partido no lo define él, sino el de enfrente, y Peña Nieto va cinco cuadras adelante… alcanzarlo se antoja de entrada un milagro, rebasarlo es un reto por el que todos pagaríamos por ver…
Pero lo mismo aplica para el resto de la caballada flacona de los otros partidos… el más cercano, sin duda, Andrés Manuel López Obrador, va 30 puntos abajo… lo cual lo obliga a buscar debates, confrontaciones, encuentros hasta con Juanito.
En estas condiciones, el reto para Peña Nieto no le deja más espacio que competir contra él mismo… en los hechos es candidato único… sería una torpeza liarse, darle cara política y mediáticamente a perredistas y panistas. Sería colocarlos a su nivel, lo cual no tienen.
En este momento el mexiquense está en ese punto en el que todo lo que le lancen lo hará crecer en el ánimo de los mexicanos, siempre que no lo sorprendan en algo verdaderamente grueso, pesado, que yo creo no existe porque si lo hubiera ya se lo habrían sacado. ¿Para qué esperarse a que sea más difícil y complicado pararlo y bajarlo de la contienda?
Por lo demás los tiempos legales son muy cortos y precisos: en octubre -es decir, el mes que viene-, el PRI y los otros deberán definir el método de selección que, según los adelantos, en el tricolor será abierto a todos los ciudadanos por allá de febrero-marzo para que, quien gane, quede registrado ante el IFE a fines de marzo.
En noviembre se lanzarán las convocatorias y a fines de ese mes habrá registro de precandidatos. En el PRI presumiblemente serán tres: Peña Nieto, Manlio y un desconocido, ese que ya sabe usted no falta, al que no pocos consideran un loco, pero que es tan necesario para asegurar que habrá precampaña, es decir que entre enero, febrero y marzo todos los aspirantes del tricolor puedan salir en medios.
Así en abril inicia la campaña presidencial real, la del nuevo México, que durará sólo 90 días no sólo para los tricolores, sino para blanquiazules y amarillos o lo que salga de entre la llamada izquierda.
Es la primera vez que esto aplica, y por lo tanto las acciones para el aspirante tricolor y el resto de los partidos, serán intensas, rápidas y prácticamente a través de los medios, sin descontar que los candidatos estarán obligados a visitar las ciudades más importantes y regionalmente más influyentes del país.
En estos 90 días habrá al menos 2 o 3 debates entre los contendientes de todos los partidos, para llegar al domingo 1 de julio a la elección definitiva en la que se supone, según las proyecciones más conservadoras, podrían acudir unos 43 a 45 millones de votantes a las urnas.
De ser así sería la primera vez que un candidato lograría obtener más de 20 millones de sufragios.
En fin, en este contexto es en el que Peña Nieto arrancará hoy su verdadera campaña por la Presidencia de México.
BELTRONES EN LO SUYO: En medio del gallinero ajeno, al término de la toma de protesta de Eruviel Ávila como sucesor de Enrique Peña Nieto en la gubernatura del Estado de México, Beltrones no perdió ni el estilo ni la civilidad política ante los gritos de un auditorio que aclamaba… “¡Se ve, se siente, Enrique Presidente!”
Con una experiencia más allá de impresiones de ese nivel, el sonorense reconoció que Peña Nieto vive hoy “reconocimientos muy justos porque presentó muy buenas cuentas a su Estado, y es muy merecido el cariño que le tienen todos sus paisanos y el reconocimiento que le tienen en México”
Pero no aceptó sentirse por ello fuera de la contienda e insistió que antes que el candidato su partido deberá decidir el proyecto para poner rumbo al país… Y acotó: “todavía no hay convocatoria y no puede haber candidato”.
Se dijo luego confiado en que el PRI no sólo llegue unido a la campaña “sino con una idea clara de por qué queremos ganar las elecciones del 2012… decirle a los mexicanos que el PRI no sólo está unido, sino que sabe qué hacer para solucionar los grandes y graves problemas… que es un PRI que piensa en el México dentro de 25 años, y que tiene proyecto para eso”.
GOBIERNOS DE COALICIÓN: Días después, el mismo Beltrones propuso reformar los artículos 73, 76 y 89 de la Constitución para que el presidente de la República pueda optar por un gobierno de coalición, para negociar las políticas públicas y registrarlas en la Cámara de Diputados y la de Senadores.
En ese contexto los secretarios serían ratificados por mayoría simple por el Senado.
El sonorense considera que su iniciativa contribuye a la gobernabilidad dentro de un sistema con gobierno dividido, en el que ninguna fuerza política es mayoría… de ahí que se requiera “generar incentivos institucionales que permitan dialogar y convenir en la pluralidad”.
Durante los años anteriores, recordó, se ha generado una intensa competitividad política en la cual la vida pública ha sido sometida a grandes tensiones porque las instituciones fueron creadas para una realidad distinta, con un presidente surgido de un partido mayoritario en el Congreso.
Desde 1997, dijo, ningún partido ha logrado tener mayoría por sí sólo y eso plantea la necesidad de modernizar y adecuar a las instituciones políticas dotándolas de los instrumentos y medios para actuar en escenarios de gran complejidad para solucionar diferencias y construir acuerdos.
Por eso hay que prever un sistema de gran pluralidad legislativa y gobierno dividido donde los conflictos políticos no tienen su origen en los procesos electorales, sino en la indefinición… sin una solución apropiada, pronta y eficaz, la parálisis institucional se hace presente, advirtió.
“Hay que aceptar que la pluralidad robustece la democracia, que no la amenaza ni la debilita, y que hay que explorar modalidades de organización del gobierno para incluir a las diferentes opciones por encima de las diferencias”, indicó.
Su iniciativa fue enviada a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, la cuales deberán darle trámite y ponerla a consideración del pleno del Senado, en caso de ser aprobada.
Es decir, Beltrones dentro de su espacio está en lo suyo y sin dar el menor espacio a que se le niegue la posibilidad de construirse como una alternativa a Peña Nieto dentro del PRI.