Consumo de fentanilo pone en alerta a autoridades en Cancún
Quintana Roo martes 15, Abr 2025- Grave impacto en jóvenes y adolescentes
- Quintana Roo ocupó el tercer lugar nacional en casos de sobredosis por esta sustancia

En Cancún el consumo de fentanilo ha comenzado a encender alarmas entre los centros de atención en adicciones.
Por redacción DIARIOIMAGEN
Cancún.- En Cancún el consumo de fentanilo ha comenzado a encender alarmas entre los centros de atención en adicciones, que reportan un aumento en los casos relacionados con esta peligrosa droga. Aunque el problema aún es considerado incipiente, los especialistas advierten que es suficiente para activar «focos rojos» en la región, especialmente debido a su impacto en jóvenes y adolescentes.
De acuerdo con encargados de estos centros, el fentanilo, conocido por su alta potencia y riesgo de sobredosis, ha llegado a la ciudad como parte de un fenómeno más amplio que afecta a varias regiones del país. En 2024, Quintana Roo ocupó el tercer lugar nacional en casos de sobredosis por esta sustancia, con siete hospitalizaciones registradas, según datos de la Secretaría de Salud. Sin embargo, expertos sugieren que estas cifras podrían ser mayores debido al subregistro y al uso del fentanilo para adulterar otras drogas como la cocaína.
Además, en días recientes, las autoridades decomisaron más de 7,000 pastillas de fentanilo en una empresa de paquetería en Cancún, lo que evidencia la presencia de redes de distribución en la zona. Este hallazgo se suma a otro cargamento incautado en Yucatán a principios de año, cuyo destino también era Cancún.
Los centros de rehabilitación han señalado que el mayor desafío radica en la falta de recursos y personal capacitado para tratar a personas afectadas por esta droga. «El Gobierno pone muchas trabas a la hora de tratar a gente con estos síntomas, y muchas veces las instituciones no cuentan con el conocimiento necesario para manejar casos de desintoxicación», comentó un encargado de un centro local.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, como operativos de decomiso y campañas de prevención, los especialistas insisten en la necesidad de una estrategia integral que incluya educación, tratamiento especializado y mayor apoyo a los centros de atención en adicciones. La comunidad local también ha comenzado a movilizarse para abordar este problema, que amenaza con convertirse en una crisis de salud pública si no se toman medidas inmediatas.
Una amenaza silenciosa para los jóvenes
El fentanilo, un opioide sintético hasta 100 veces más potente que la morfina, se ha convertido en una de las drogas más peligrosas y mortales en el mercado ilícito. Originalmente desarrollado para tratar dolores severos en pacientes con cáncer, su uso indebido ha desencadenado una crisis de salud pública en diversas partes del mundo, incluyendo México. La facilidad con la que se mezcla con otras sustancias, como cocaína o heroína, y su bajo costo de producción han incrementado su presencia en comunidades vulnerables, especialmente entre los jóvenes.
El fentanilo actúa directamente sobre los receptores opioides del cerebro, generando una sensación de euforia intensa y alivio del dolor. Sin embargo, estas mismas propiedades lo hacen altamente adictivo. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran la depresión respiratoria severa, náuseas, confusión mental y sedación extrema. En casos de sobredosis, los síntomas incluyen respiración lenta o detenida, pérdida de conciencia y piel fría y húmeda, lo que puede llevar a la muerte si no se recibe atención médica inmediata.
Además, el fentanilo es particularmente peligroso porque puede ser consumido sin el conocimiento de la persona, ya que a menudo se encuentra mezclado con otras drogas o en pastillas falsificadas. Esto aumenta significativamente el riesgo de sobredosis accidental, especialmente entre los jóvenes que experimentan con sustancias sin conocer sus componentes.
La prevención del consumo de fentanilo requiere un enfoque integral que involucre a la familia, la escuela y la comunidad. Algunas estrategias clave incluyen:
-Educación temprana: Informar a los jóvenes sobre los riesgos asociados al consumo de fentanilo y otras drogas. Campañas como «Aléjate de las drogas, el fentanilo te mata» han demostrado ser efectivas para concientizar a estudiantes y padres de familia.
-Detección temprana: Capacitar a docentes y padres para identificar señales de consumo, como cambios en el comportamiento, aislamiento social y deterioro físico.
-Acceso a recursos: Promover el uso de herramientas como la naloxona, un medicamento que puede revertir los efectos de una sobredosis de opioides. Este antídoto está disponible en farmacias sin receta en muchas regiones.
-Apoyo emocional: Crear espacios seguros donde los jóvenes puedan hablar sobre sus preocupaciones y recibir orientación profesional.
-Regulación estricta: Fortalecer las medidas de control sobre la distribución de opioides y aumentar los operativos para decomisar cargamentos ilegales.