Reclutamiento infantil debe tipificarse como un delito grave Unicef
* Destacadas, Nacional martes 8, Abr 2025- Errónea percepción de que este fenómeno es cultural
- Se calcula que al menos 30 mil menores han sido enganchados por el crimen organizado

La Unicef exigió al Gobierno de México una respuesta clara contra el reclutamiento de menores de edad por parte de grupos del crimen organizado y llamó a tipiìficar estas acciones como un delito.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) urgió al gobierno mexicano a establecer urgentemente un marco legal que tipifique como delito el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte del crimen organizado, tanto voluntaria como involuntariamente, pues es momento de resolver este problema y “encontrar una legislación” que los proteja, así como una “respuesta institucional clara” al problema.
Fernando Carrera Castro, representante de Unicef en México, enfatizó que la ausencia de una tipificación específica contribuye a la percepción errónea de que este fenómeno es cultural, cuando en realidad es una actividad criminal que vulnera los derechos fundamentales de la infancia.
Expresó su preocupación por el aumento de casos de menores que son obligados por cárteles a sumarse a sus filas, en la mayoría de los casos al ser arrebatados de sus familias y bajo amenazas.
“Nos angustia muchísimo lo que se ha encontrado, son situaciones extremas de violencia y nos parece que hay un tema de por medio importante, que la sociedad mexicana y las autoridades, sin duda alguna, deben de reflexionar”, subrayó
Diversos factores, como la violencia doméstica, la pobreza, la deserción escolar y la cercanía familiar al crimen organizado, han facilitado que menores sean cooptados por grupos delictivos y una vez adentro, estos niños y adolescentes son utilizados en actividades que van desde labores domésticas hasta funciones de vigilancia y participación directa en actos violentos.
Carrera Castro subrayó la necesidad de desarrollar políticas públicas enfocadas en la prevención, atención y recuperación de los menores afectados, resaltando que deben ser vistos como víctimas y no como victimarios. “Los grupos delictivos los involucran en actividades criminales a edades donde su juicio es muy limitado como para poder tomar una decisión correcta”, señaló.
Además, enfatizó que la responsabilidad debe recaer en los adultos que los reclutan, independientemente de las tareas asignadas a los menores.
Comentó que a nivel mundial lo que más preocupa es la extrema pobreza y la violencia en la que pueden vivir los menores, como en Sudán y el Congo, entre otros países.
Cifras de reclutamiento infantil
Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se estima que entre 35 y 460 mil menores han sido reclutados por el crimen organizado en los últimos años.
La Red por los Derechos de la Infancia en México ha alertado que siete estados concentran más de la mitad de la población infantil en riesgo de ser reclutada: Estado de México, Jalisco, Chiapas, Puebla, Guanajuato, Veracruz y Michoacán.
Unicef también ha reconocido avances a nivel estatal, como la reforma al Código Penal del Estado de Hidalgo en agosto de 2023, que penaliza el reclutamiento de menores para actividades delictivas.
Sin embargo, la organización considera que es fundamental una legislación a nivel federal que aborde de manera integral este problema y atienda las causas estructurales que lo originan.
Motivos para acercarse a los niños
Uno de los principales incentivos para el reclutamiento de niños es que en México los menores no pueden ser juzgados como adultos. Según el Sistema Nacional de Justicia Penal para Adolescentes, la pena máxima para un menor que comete un delito grave es de cinco años de prisión, y al alcanzar la mayoría de edad, su expediente se limpia.
Este vacío legal convierte a los menores en recursos desechables para los cárteles. Mientras que un sicario adulto puede enfrentar décadas en prisión, los menores representan un riesgo mucho menor para las organizaciones criminales: “Es complicado consignar a un menor de edad ante un juez, lo que en muchos casos permite que vuelvan a las calles en poco tiempo”, señala el periodista Óscar Balderas, quien ha investigado a fondo el fenómeno.
Además de la ventaja legal, los menores son reclutados porque son más fáciles de influenciar y controlar.
Los cárteles los captan ofreciéndoles un estilo de vida basado en lujos aparentes: acceso a camionetas robadas, drogas y pequeñas sumas de dinero: “Algunos aceptan meterse en estas organizaciones por 500 o 2 mil pesos, o simplemente por recibir drogas gratis”, afirmó Balderas. Muchos ni siquiera reciben un sueldo fijo, sino sólo bienes que simbolizan estatus en su entorno.