También Hacienda protege casinos
Francisco Rodríguez miércoles 14, Sep 2011Índice político
Francisco Rodríguez
La protección del gobierno federal a los casinos legales e “ilegales” -esto es, aquellos que funcionan al amparo de permisos otorgados a otras empresas, cual le platiqué ayer aquí- no sólo es “política”, a través de la Secretaría de Gobernación… también existe involucramiento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que protege y tolera actos de evasión fiscal cometidos por los “empresarios” de estos centros de apuestas.
Sergio Hidalgo Monroy-Portillo, ex oficial mayor de la SHCP y actual director general del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), dependiente de la SHCP hasta hace unos días encabezada por el ahora precandidato presidencial panista, Ernesto Cordero, por ejemplo, está asociado con una empresa canadiense para la venta de máquinas tragamonedas denominadas Clase III. Y ha prosperado porque su esposa, María Verónica González Rossi, es directora de Relaciones Públicas de la Presidencia de la República y persona de todas las confianzas del señor Calderón, para quien trabaja desde la llamada época de la transición intersexenal.
Aprovechando “la fuerza” de su esposa, Hidalgo ha logrado el apoyo del subsecretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, para proteger a estas empresas en su continua evasión fiscal. Vea usted algunos ejemplos.
1) Centro de apuesta Casino Life Del Valle, ubicado en Av. Insurgentes # 1288, en la colonia Del Valle, de la capital nacional: En las apuestas para “maquinitas”, black jack y ruleta, un 18% de la venta que se realiza automáticamente es manejado como “Promoción” por la utilización de la máquina, lo que constituye un acto de evasión fiscal para efectos del ISR. Asimismo, se evade el pago de derechos del 2% que se debe realizar a la Segob del total de ingresos brutos.
Cabe mencionar que este método de evasión lo utilizan todas las empresas propietarias de casinos, variando los porcentajes de acuerdo a los criterios enteramente subjetivos de cada empresa.
2) Centro de apuesta Play City Antara, ubicado en Av. Ejército Nacional y Moliére, colonia Granada, en el denominado Centro Comercial Antara, al poniente de la ciudad de México:
En las apuestas para maquinitas black jack y ruleta, de la venta que se realiza un 20% automáticamente es manejado como “servicio de acceso, uso, instalación de terminal”, por la utilización de la máquina, lo que constituye un acto de evasión fiscal para efectos del ISR. También, claro, se evade el pago de derechos del 2% que se debe realizar a la Segob del total de ingresos brutos.
3) Centro de Apuesta Pringsa Multi Emotion Hamburgo, ubicado en Hamburgo 151, en la Zona Rosa del DF,
igual. En las apuestas para maquinitas black jack y ruleta, de la venta que se realiza un 18% automáticamente es manejado como “promoción” por la utilización de la máquina, lo que constituye un acto de evasión fiscal para efectos del ISR; asimismo, se evade el pago de derechos del 2% que se debe realizar a la Segob del total de ingresos brutos.
4) Centro de Apuesta Yak, ubicado dentro del Centro Comercial de Plaza Universidad, al sur de la ciudad de México. Lo mismo: En las apuestas para maquinitas black jack y ruleta, de la venta que se realiza un 24% automáticamente es manejado como “Acceso a terminales y acceso y uso de instalaciones” por la utilización de la máquina, lo que constituye un acto de evasión fiscal para efectos del ISR. Por supuesto, también se evade el pago de derechos del 2% que se debe realizar a la Segob del total de ingresos brutos.
Bastan estos ejemplos de entre otros muchos que conocen quienes son clientes de estos casinos.
Lo que aún no es suficiente es la explicación que a los mexicanos nos debe la administración federal. ¿A cambio de cuánto se da la protección política y fiscal a los casinos “ilegales”?
Porque, conociéndolos, nadie podría pensar que lo hacen por caritativos, menos aún para poner al alcance de las mayorías la oportunidad de ser tan ricos, multimillonarios, cual muchos de ellos ya lo son.
Para que nos olvidemos, a lo mejor, de nuestro infortunio, tentando a la diosa fortuna… a lo mejor.
Índice Flamígero: Militarmente, el “caso Larrazábal” podría describirse cual “maniobra de diversión”. Para distraer al enemigo que, en este caso, somos los contribuyentes y electores. Pero la diversión llega al plano de la comicidad involuntaria cuando, por ejemplo, el líder del panismo -el real ocupa Los Pinos desde diciembre de 2006-, elige al ¡Casino de Monterrey! para reunirse con “los distinguidos” militantes blanquiazules neoleoneses. Mejor tino, ¡imposible! ¿O no?