EU cierra centros para procesar indocumentados en la frontera con México
Mundo lunes 17, Mar 2025- Temor de migrantes a Donald Trump
- Caída en cruces del 94 por ciento interanual y una disminución del 71 por ciento intermensual

Durante febrero, el primer mes completo tras las nuevas disposiciones presidenciales de mano dura de Donald Trump contra la migración irregular, la Patrulla Fronteriza registró un promedio de 330 detenciones diarias a nivel nacional, la cifra más baja en la historia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU.
Debido al poco flujo de migrantes irregulares en la frontera con México, que ha bajado a unas 300 detenciones diarias, autoridades migratorias de Estados Unidos anunciaron el cierre de cinco instalaciones temporales de procesamiento
Los centros de Donna, North Eagle Pass y Laredo (Texas), así como los de Yuma y Tucson (Arizona) fueron clausurados. Sin embargo, las instalaciones en San Diego (California) y El Paso (Texas) continuarán operativas, detalló en un comunicado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
La agencia federal reportó el pasado miércoles que en febrero pasado detuvo a 8,347 inmigrantes indocumentados cruzando la frontera suroeste por sus diversos puntos de entrada, una caída del 94 por ciento interanual y una disminución del 71 por ciento intermensual.
Durante febrero, el primer mes completo tras las nuevas disposiciones presidenciales de mano dura de Donald Trump contra la migración irregular, la Patrulla Fronteriza registró un promedio de 330 detenciones diarias a nivel nacional, la cifra más baja en la historia de la CBP, detalló en un comunicado esa agencia.
En la frontera suroeste, las detenciones se redujeron a menos de 300 por día, según la CBP.
“El drástico descenso en la detención de inmigrantes ilegales como resultado del liderazgo del presidente Trump nos permite reducir el número de instalaciones temporales de procesamiento en puntos estratégicos a lo largo de la frontera suroeste”, declaró Pete Flores, comisionado interino de la CBP.
“Ya no son necesarias, ya que los inmigrantes en situación irregular están siendo expulsados rápidamente”, explicó Flores.
Destacan CBP Home
El comunicado resaltó que CBP puso en marcha la aplicación móvil CBP Home que permitirá a los migrantes en situación irregular o con libertad condicional revocada notificar al gobierno de Estados Unidos su intención de partir.
“Esta característica es vital para cumplir con la Orden Ejecutiva 14159, ‘Proteger al pueblo estadounidense contra la invasión’, asegurando un proceso ordenado para que los extranjeros comuniquen sus planes de salida”, señaló el comunicado.
Las autoridades migratorias resaltaron que el presidente Trump y la secretaria Noem han dejado claro que los migrantes irregulares deben salir voluntariamente para tener la oportunidad de regresar y “vivir el sueño americano”.
“Si no, los individuos serán encontrados, deportados y se les prohibirá permanentemente la reentrada. La elección es clara”, destacó CBP.
Trabajadores inmigrantes y contratistas tienen miedo
Hasta hace unas semanas, las vías del tren que atraviesan el centro de Freehold, Nueva Jersey, solían estar rodeadas por decenas de hombres que esperaban conseguir trabajo. Cada mañana, contratistas locales recogían a los hombres (casi todos de América Latina y sin estatus legal) en camionetas para que realizaran trabajos de pintura, jardinería o retirada de escombros.
En los últimos días, las vías han estado desoladas. Una mañana gris de febrero, un obrero llamado Mario, que llegó de México hace dos décadas, dijo que era la más inactiva que recordaba haber visto.
“Por culpa del presidente, tenemos miedo”, denunció Mario, de 55 años, que accedió a ser entrevistado con la condición de que solo se utilizara su nombre de pila porque está en el país sin autorización. Sus dos hijos también están en Estados Unidos ilegalmente; uno trabaja en la pavimentación y el otro en la construcción de viviendas. “Estamos en tiempos difíciles”, sentenció.
Esta misma escena se ha visto en las calles de Freehold, en las granjas del Valle Central de California, en residencias de ancianos de Arizona, en plantas avícolas de Georgia y en restaurantes de Chicago.
El presidente Donald Trump difundió planes para una “deportación masiva”, y las primeras semanas de su segundo mandato trajeron operaciones de control de inmigración en ciudades de todo Estados Unidos, generando un reporte diario de detenciones que, aunque hasta ahora son relativamente limitadas, se informan de inmediato en los chats de grupo entre migrantes.
El miedo se ha apoderado de los trabajadores indocumentados en Estados Unidos. Muchos se quedan en casa.
El impacto se está sintiendo no solo en los hogares y las comunidades de inmigrantes, sino también en las industrias que dependen de los inmigrantes como fuente de mano de obra dispuesta y barata, entre ellas la construcción residencial, la agricultura, el cuidado de ancianos y la hostelería. Los consumidores estadounidenses pronto sentirán las consecuencias.
Disminución en la asistencia a clases
Mientras tanto, maestros en ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Chicago han notado que la amenaza de las deportaciones parece haber contribuido a una disminución en la asistencia a clases en algunas comunidades, aunque hasta el momento no ha habido informes confirmados de agentes de ICE dentro de escuelas en Estados Unidos.
Lupe Carrasco, una maestra en el condado de Los Ángeles, asegura que en la escuela del condado de Los Ángeles donde ella trabaja entre 8% y 10% de los alumnos “no están llegando desde enero”. Dice que la idea de que los agentes de inmigración puedan entrar a la escuela les causa miedo y ansiedad.
“Se sienten con ansiedad. Muchos están hablando con las consejeras, las consejeras de la escuela son ángeles porque están ayudando mucho a los estudiantes y solamente con saber cómo hablar con ellos, porque cuando llegan a veces están con mucho, mucho miedo”.
En California, donde Carrasco lleva más de 20 años dando clases, hay 133.000 niños indocumentados de entre 3 y 17 años matriculados en escuelas públicas, según el Instituto de Políticas Migratorias. Y 750,000 estudiantes de K-12 en el estado tienen un padre indocumentado.
ICE y la Casa Blanca han compartido múltiples fotos y videos en redes sociales donde muestran sus esfuerzos para cumplir con la promesa de Trump de deportar a millones de indocumentados, que incluyen redadas más agresivas.
En medio de la incertidumbre que enfrentan, sus estudiantes le preguntan a Carrasco qué opciones tienen para regularizar su estatus.
“Me llegan durante el lunch, antes de la escuela, después de la escuela, para preguntar cómo pueden aplicar para DACA o para arreglar su situación. Y me da mucha, mucha pena porque están muy nerviosos”, asegura.