No estoy para chistes
¬ Claudia Rodríguez martes 13, Sep 2011Acta Pública
Claudia Rodríguez
Sigo sin entender por qué el Presidente no toma con seriedad el trabajo, que por razones no del todo democráticas continúa desempeñando. Tal vez cuando se compite por ser electo, valen las bromas y la forma más que coloquial de expresarse para atraer votos, o bien, para que unos cuantos caigan en “nuestras redes” y si es el caso, compren un gran número de boletos para el conteo final de la elección.
Pero a estas alturas de su mandato y con tantos frentes abiertos y una sociedad desesperanzada, no se puede entender cómo Calderón realiza aseveraciones descontextualizadas.
Esa de que México no es sólo violencia y que repite continuamente, ya llega a ser ofensiva, sobre todo cuando desde el exterior son varias las voces que atestiguan que hoy más que nunca, nuestro país está ligado a la inseguridad, la criminalidad y la muerte. O cuando dice que la violencia que emana de la guerra contra el narco proviene de los delincuentes y no de quienes los combaten y se erige entonces, como verdugo antes de que el sospechoso culpable pase por un juicio.
La verdad, es que últimamente he estado más que escéptica a las acciones y enunciados del Presidente, sobre todo porque se muestra iracundo y reaccionario.
Pero creo que yo también estoy transitando de la desesperanza a la ira, cuando el jefe del Ejecutivo se mantiene inerme en su burbuja.
La verdad es que no estoy para más chistes, ni tomaduras de pelo y menos si vienen desde Los Pinos o Palacio Nacional. Ahora resulta que de acuerdo a los dichos de Calderón, el aumento a las gasolinas no afecta nuestros bolsillos. Que porque este ha sido gradual, que porque en épocas priístas los incrementos llegaron incluso hasta el 140%, que porque debemos de entender que el gobierno subsidia en gran parte el valor de los combustibles debido a que un gran porcentaje de nuestro petróleo se refina en el extranjero.
Las anteriores son las explicaciones que el señor Felipe Calderón pone sobre la mesa para afirmar que al bolsillo de los mexicanos no sufre por los incrementos del combustible refinado que se vende en México.
Y para rematar, habla de “la generación Lady Gaga”, de quienes dice que en realidad no han vivido una gran crisis económica como las de antaño.
Señor Calderón, de verdad que no estoy para chistes y frases que quizá alguien le convenció lo haría más popular.
A estas alturas de su mandato, ya no necesita popularidad. Ya son otros los que le roban el escenario y además le queda mal hablar de la economía nacional como si se tratara de un asunto dogmático, de partido e incluso grácil. No estoy para chistes y menos de quien dice nos gobierna con compromiso.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón señala que quienes pertenecen a la generación “de Lady Gaga para acá” no saben de los efectos inflacionarios de hasta el 140% que en otras épocas hubo en nuestro país.