¿Podrá Cordero?
¬ Augusto Corro martes 13, Sep 2011Punto por punto
Augusto Corro
¿Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda, inició su campaña para alcanzar la candidatura de Acción Nacional a la Presidencia de la República. Es el aspirante blanquiazul más rezagado de un grupo de tres con más posibilidades de convertirse en el abanderado panista. Los otro dos son el senador con licencia, Santiago Creel, y la diputada, también con permiso, Josefina Vázquez Mota.
Ya sin la doble cachucha (funcionario y precandidato) Cordero tendrá que demostrar de que está hecho, porque se encuentra muy lejos de sus adversarios políticos, quienes tienen mayor aceptación entre los panistas. En las últimas encuestas, Vázquez Mota aparece con un 35 por ciento y Santiago Creel con 31 por ciento. El ex secretario de Hacienda, con un raquítico 7 por ciento.
Será difícil para Cordero, “delfín” de Calderón, superar la serie de obstáculos que se presentarán en el camino. Primero, superar a los propios panistas que compiten con él y en caso de que resulte designado a la candidatura, en las elecciones presidenciales tendrá que vencer a los aspirantes priísta y perredista o de otro partido.
En su paso por la administración pública, el aspirante Cordero demostró su falta de sensibilidad política. Sus declaraciones sobre temas económicos fueron desastrosas. En una ocasión habló de que México había superado la pobreza y en otra que con 6 mil pesos se podía tener casa, coche, mandar a los hijos a escuelas particulares, etc.
El entonces funcionario recibió una avalancha de críticas. Incluso, se llegó a pensar que se buscaba posicionar al panista con esos dislates que rayaban en la burla. Sin embargo, esos discursos sin sentido, contrastan con la situación de pobreza que viven millones de mexicanos que no alcanzan a ver los beneficios de la denominada macroeconomía.
El gobierno federal presume de reservas multimillonarias en dólares, mientras la miseria castiga a millones de compatriotas ubicados en diferentes puntos del territorio nacional. Los funcionarios encargados de la economía y las finanzas no han podido superar ese desequilibrio entre pobreza y la riqueza. El desempleo es un problema grave que no ha recibido la atención adecuada por parte del gobierno federal panista.
A esa imagen de burócrata de élite, Cordero tendrá que descender y plantarse con los pies en la realidad, en un país que es inundado por la ola sangrienta del crimen organizado; con un gobierno que es criticado por la falta de una estrategia adecuada para enfrentar a la narcodelincuencia. El propio aspirante panista dijo que seguirá, en esa materia, con la política que realiza Calderón, si es que llega al poder.
En las condiciones actuales, lo que pretende el ex funcionario parece imposible. Además de que se trata de una persona poco carismática, su condición de “delfín” le acarrea pocas simpatías entre las filas de los panistas fundamentalistas, que ven el juego político en su partido, como una copia de las prácticas priístas en sus peores momentos.
¿Sabrá Cordero, realmente, en qué situación lo metieron?
DOLOROSO
Claro que duele la muerte de una persona, pero se siente más el dolor cuando se trata de seres jóvenes.
Según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) entre 2007 y 2009 el número de jóvenes asesinados creció 147 por ciento.
Mientras en 2007 fueron ultimados 2 mil 977 jóvenes, en 2009 esta cifra creció a 7 mil 348.
Así pues, el homicidio se convirtió en la primera causa de muerte entre los jóvenes.
De acuerdo con informaciones de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) el número de homicidios de jóvenes se ha incrementado desde que el gobierno federal emprendió la lucha contra el crimen organizado.
Una vez más se evidencia que nunca existió una estrategia en la guerra contra el crimen organizado. No se tomaron las medidas apropiadas para proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana, como son las mujeres, los jóvenes y los niños. ¿Alguien sabe de campañas para prevenir la drogadicción? ¿Se conoce de programas educativos para mantener a la juventud alejada de las pandillas?
Se trataba de entrar a la guerra, pero con medidas integrales que se evitaran daños mayores a una juventud mexicana que se encuentra confundida y sin oportunidades. Por ejemplo, si los jóvenes pretenden trabajar, no hay manera de hacerlo. Las fuentes de empleo son escasas. Si millones de estudiantes intentan continuar sus estudios en escuelas de educación superior, son rechazados porque no hay lugar.
¿Qué otro camino le dejan a la juventud? De ahí que millones de jóvenes pasan a formar parte, diariamente, de los “ninis”, aquellos que ni trabajan ni estudian, porque tienen canceladas las oportunidades para su realización personal.
Sin opciones, los jóvenes caen en las garras de la delincuencia. Se dejan llevar por los cantos de la sirena de los narcos y su destino es marcado, inmediatamente, por la violencia y la muerte. Y el denominado tejido social también se encuentra dañado otra parte muy importante: los niños.
También, cada vez se sabe que más menores de edad son capturados porque realizan actividades de adultos en los diferentes cárteles de la droga. Uno de los ejemplos es “El Ponchis”, quien se desempeñaba como un experimentado sicario, con la sangre fría necesaria para decapitar a sus víctimas. Sin duda, la muerte de miles de jóvenes es una prueba de la falta de estrategia en la guerra contra las organizaciones delincuenciales.