Yunes en Veracruz, un feo caso
Roberto Vizcaíno martes 12, Ene 2010Tras la puerta del poder
Por Roberto Vizcaíno
Durante su intervención, Yunes les recordó que él ha recorrido una y otra vez el estado, con lo cual confirmó de lo que lo acusan y por lo cual la Cámara de Diputados ha pedido a la PGR le abra una investigación judicial-penal, de usar tiempo y recursos del ISSSTE en su promoción electoral
Pocas veces uno conoce casos de políticos con ambiciones tan grandes, tan persistente en cumplirlas, y con tantos alacranes en la espalda, como el de Miguel Ángel Yunes Linares.
Si uno sigue parte de su vida con detalle, hasta podría pensar que simplemente es un sujeto con mala suerte.
Mire, Yunes ha ocupado muchos cargos y tenido muchos éxitos, pero sin duda destaca por dos:
-Por haber ocupado la Secretaría de Gobierno en la administración de Patricio Chirinos en Veracruz entre 1992 y 1998, y
-Por su insalvable proclividad a ser y actuar estructuralmente como un policía represor.
No sé si sea cierto, pero incluso se habla de que tiene conocimientos y grados en el karate, y de que cuando lo llevan a ciertos límites, entonces los usa.
Pero vamos por partes. Según su semblanza oficial, Yunes Linares nació el 5 de diciembre de 1952 en Soledad de Doblado, Veracruz y es egresado en Derecho por la Universidad Veracruzana, con un doctorado en esa carrera por la UNAM y con un diplomado en Análisis Político por la Universidad Iberoamericana.
Con Fox -y luego de renunciar al PRI porque el entonces presidente de este partido, Roberto Madrazo no lo apoyó para ser candidato al gobierno de Veracruz, cargo que fue ocupado por Fidel Herrera Beltrán-, y con el apoyo de Elba Esther Gordillo ocupó la secretaría ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y después ascendió a subsecretario de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Su mero mole de vocación estructural.
Antes -en la presidencia de Ernesto Zedillo- fue coordinador de asesores del titular de Gobernación, director general de Prevención y Readaptación Social y previamente asesor de la Subsecretaría de Seguridad Pública de la Segob (otra vez lo suyo-suyo).
Bajo el amparo de Chirinos fue primero coordinador general de Delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología y luego secretario general de Gobierno en Veracruz, así como oficial mayor de la Cámara de Diputados y previamente subdirector de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la SCT, presidente del Tribunal Fiscal de Veracruz y asesor jurídico y de Asuntos Legislativos del gobierno de ese estado, donde también fue diputado local y federal. Entre todos esos cargos también ocupó en dos ocasiones la presidencia del PRI en aquel estado y cargos muy relevantes dentro de la estructura nacional del tricolor, como representante ante el IFE y abogado de este instituto político.
Este es el personaje que, bajo el amparo de Elba Esther, es desde el 1 de diciembre de 2006 director general del ISSSTE y uno de los aspirantes a suceder a su odiado gobernador Fidel Herrera, ahora bajo las siglas del PAN, partido al que se afilió obviamente con esa intención el 15 de junio de 2008.
Hasta aquí podría uno pensar que Yunes es un político habilidoso, de éxito, y con un futuro inmejorable.
Pero…
Resulta que Yunes es también uno de los personajes del libro «Los demonios del edén», de la periodista y escritora, defensora de derechos humanos Lydia Cacho, quien lo vincula a pederastas y ese ambiente.
También cuenta que no pocos políticos de peso, esencialmente de Veracruz -empezando por el propio gobernador Fidel Herrera-, le tienen cuentas por cobrar debido a su actuación represora ejercida esencialmente cuando ocupó la Secretaría General de Gobierno, y que dañó muchas, muchas carreras en aquella entidad.
Ni qué decir que uno que nunca se la perdonará es el actual creador y líder de Convergencia, el senador Dante Delgado Rannauro, a quien metió a la cárcel durante varios años y quien fue quien le entregó la gubernatura a Chirinos en 1992, cargo al que Dante llegó en 1988 como gobernador interino, luego de que don Fernando Gutiérrez Barrios fue llamado a ser secretario de Gobernación por Carlos Salinas.
Dante Delgado Rannauro no es una pera en dulce ni un enemigo cómodo o pequeño. Antes de renunciar al PRI y ser encarcelado por Yunes, fue coordinador de la Comisión para el Bienestar Social y Desarrollo Económico Sustentable para el estado de Chiapas en 1995, en la administración de Ernesto Zedillo, con quien se enemistó; fue procurador Agrario entre 1994 y 1995; embajador de México en Italia y representante permanente ante la FAO de 1993 a 1994 y antes de ser gobernador interino, fue como Yunes, secretario general de Gobierno de Veracruz entre 1986 y 1988.
Pero donde se la tienen jurada a Yunes, es dentro del PAN, donde por sólo hablar de uno, Gerardo Buganza, difícilmente lo va a dejar pasar para que obtenga la candidatura de Acción Nacional para competir por la gubernatura de Veracruz el 4 de julio de este año. El asunto es que Buganza ya jugó por ese cargo hace 6 años y desde entonces ha bregado mucho por volver a competir y las encuestas más serias indican que es quien va a la cabeza entre los aspirantes del PAN.
Desde Demotecnia, que conduce María de las Heras hasta el Instituto de Mercadotecnia y Opinión dicen que Buganza va arriba de Yunes cuando menos por 7 u 8 puntos porcentuales en cuanto a preferencias electorales entre los veracruzanos. Y además se da en muy importante caso de que Buganza no es de ninguna forma un ex priísta vestido de blanquiazul por conveniencia, como sí lo es Yunes Linares.
El caso es que además de Buganza hay otros panistas veracruzanos que consideran que antes que Yunes Linares están ellos: uno es el senador Juan Bueno Torio y el otro es Julen Rementería, coordinador de delegaciones de la SCT y ex alcalde del puerto de Veracruz, y va a ser muy difícil que todos ellos vayan a aceptar que Felipe Calderón y César Nava -junto con Elba Esther-, vayan a imponer la candidatura de Yunes a los panistas en aquel estado.
En fin, demasiados alacranes sobre la espalda del ex priísta a quien durante los días recientes le han colocado varios espectaculares en varias ciudades de Veracruz donde se leen los siguientes textos:
– VIENE YUNES… protejan a los niños / VIENE LO MEJOR… VIENE YUNES…¿El pederasta? / madres cuiden a sus hijos…
No es más que una muestra de lo que deberá enfrentar el actual director del ISSSTE si persiste en su intención de ser el candidato del PAN al gobierno de Veracruz en la elección de este próximo 4 de julio.
¿Quién es el autor de estos anuncios? ¡Ufff! Tiene decenas de enemigos para comenzar a indagar. A lo mejor es hasta una coalición.
Por lo pronto, y como si la virgen le hablara, Yunes Linares sigue adelante y dentro de este intento durante fines de la semana pasada encabezó un encuentro de -afirma su oficina de comunicación social- poco más de 7 mil panistas en el poblado de Vargas, municipio de Veracruz, “para iniciar actividades con vista a los procesos electorales del presente año”.
Durante su intervención, Yunes les recordó que él ha recorrido una y otra vez el estado, con lo cual confirmó de lo que lo acusan y por lo cual la Cámara de Diputados ha pedido a la PGR le abra una investigación judicial-penal, de usar tiempo y recursos del ISSSTE en su promoción electoral.
En esa abierta precampaña Yunes Linares estuvo acompañado por los diputados federales Silvia Monje y Julio Saldaña y por José Ramón Gutiérrez de Velazco, líder de Acción Nacional en ese municipio.
LOS ULTRAS, MÁS QUE PRESENTES: Mi amigo Pereyra está preocupado, alarmado, por las manifestaciones multitudinarias encabezadas por el cardenal Norberto Rivera Carrera y otros altos cargos de la jerarquía católica, a quienes se han sumado los de otras iglesias en México, y realizadas incluso en el Zócalo de la ciudad de México, un espacio que debiera ser supuestamente laico.
Los motivos son para él intrascendentes ante el despliegue de un poder que se creía superado: el de los ultras, de los cristeros en México.
El diputado priísta chiapaneco, César Augusto Santiago, amigo de mi amigo, también está inquieto por eso mismo, y desde San Lázaro ha pedido al cardenal y seguidores ser prudentes y no olvidar que el último episodio de odios religiosos dejó en México muchos miles de muertos y resentimientos que todavía no supera la sociedad mexicana.
Bien que se manifiesten y expresen, pero sin vestimentas religiosas ni desde el púlpito, dijo. Eso ya es otra cosa que viola la Constitución y que confronta a los mexicanos.