Pese a el optimismo oficial, el segundo piso de la 4T enfrenta varios obstáculos
Miguel Ángel Rivera lunes 13, Ene 2025Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Con el respaldo del partido oficial, Morena, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró ayer los primeros cien días de su mandato y en su mensaje, como lo hacía su antecesor, líder y guía, presentó un panorama halagador.
Sin embargo, prácticamente todos los estudiosos, analistas y comentaristas ajenos al oficialismo presentan una perspectiva totalmente distinta y no solamente se atribuye a la ominosa reaparición del agresivo y autoritario multimillonario Donald Trump al frente del gobierno de la principal potencia mundial, nuestro vecino los Estados Unidos, donde asumirá un segundo periodo presidencial el venidero día 20, a pesar de haber sido declarado un delincuente.
En caso de cumplirse las amenazas del magnate –quien olvida que su familia es de inmigrantes– nuestro país, en particular el gobierno de Sheinbaum, afrontará graves problemas como el retorno multitudinario de migrantes a los que hay que asegurarles empleos bien pagados, mientras la industria nacional va en picada o al menos a la incertidumbre ante la advertencia de aranceles sobre sus exportaciones, cuando no la total repatriación de plantas de empresas estadounidenses establecidas en territorio nacional. Eso para no mencionar el riesgo de operaciones violentas, encubiertas o no, a cargo de agentes extranjeros para combatir organizaciones criminales que operan en nuestro país.
Lo mencionado y otros malos augurios procedentes del extranjero no son todo. Lo más grave tiene sus raíces y tendrá sus consecuencias en suelo nacional.
Para empezar, a pesar de las muchas promesas (no cumplidas) de la llamada Cuarta Transformación de que su principal preocupación son los pobres, lo cierto es que nos amenazan la inflación y el hambre, que seguramente serán agravadas por el hecho de que no tenemos la muchas veces anunciada autosuficiencia alimentaria. Las estimaciones más optimistas indican que el año que apenas inicia tendremos que importar tres de cada cuatro kilos del maíz que consumimos para consumo humano y para alimentar al ganado y otras especies que forman parte de nuestra dieta.
El segundo grano más consumido en México es el trigo, del cual se producen principalmente dos variedades el denominado cristalino, que se utiliza para la producción de pastas, y el panificable. México es deficitario en trigo panificable y excedentario en trigo cristalino. En 2020 se exportaron 615.5 miles de toneladas de trigo cristalino, mientras que se importaron 4.4 millones de toneladas de trigo panificable.
Al respecto, es de tomar en cuenta una nota publicada el 12 de noviembre de 2023 por La Jornada, firmada por Braulio Carbajal y Alejandro Alegría:
“México, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, importó más de la mitad de los granos básicos que consumió la población entre enero y septiembre de este año, reveló un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
“Según el organismo, durante los primeros nueve meses del año México produjo 20 millones 977 mil toneladas de maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo y soya. No obstante, el consumo de la población en el mismo periodo ascendió a 44 millones 644 mil toneladas, por lo que el país tuvo que importar 24 millones 421 mil toneladas de granos, es decir, 55 por ciento de la demanda interna.
“Los datos muestran que mientras el consumo registró un incremento anual de 6.5 por ciento en los primeros nueve meses de 2023 frente a igual lapso del año pasado, la producción se incrementó sólo 4.6 por ciento”.
Ante esta situación, viene a la memoria el viejo dicho popular “sientes el temblor y no te hincas”, pues a pesar de la necesidad de fomentar la producción agropecuaria, la llamada Cuarta Transformación en vez de destinarle más recursos para fomentarla, le recorta el presupuesto, com ocurre para el presente año.
Al respecto, el secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Álvaro López Ríos, citado por el portal Hoja de Ruta “lamentó el recorte presupuestal de 4.7% al Presupuesto propuesto por el Gobierno Federal al campo y el cual equivale a 3 mil 644 millones de pesos menos para ubicarse en 73,616,690,541 millones de pesos en 2025 ya que con ello se mantiene el fracaso el en la producción de granos básicos desde la administración pasada y aniquila nuestra autosuficiencia alimentaria la cual se ubica en 44%.
“El discurso de Autosuficiencia o Soberanía Alimentaria sin presupuesto para apoyos productivos es pura demagogia populista y continuidad del abandono al campo”, destacó.
“En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador el campo vivió un abandono criminal con el desmantelamiento de políticas públicas, eliminación de instituciones de apoyo a pequeños agricultores como la Financiera Rural y crecimiento de importaciones de granos y oleaginosas convirtiendo a México en el país número uno en importación de maíz a nivel mundial”, agregó el dirigente campesino.
El referido presupuesto para el campo es apenas parte de un problema mayor: el gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum hereda un presupuesto muy limitado que le impide dedicar más dinero a satisfacer las demandas de los sectores prioritarios como es la producción alimentaria, pues tiene que afrontar el pago de la enorme deuda que le dejó su líder y guía, quien violó otra de sus reiteradas promesas: no endeudar al país. Por el contrario, aumentó enormemente l,a contratación de préstamos.
Ante esta situación, la encargada de la construcción del “segundo piso” de la llamada Cuarta Transformación ha tenido que buscar la forma de obtener ingresos que le permitan cumplir con los programas sociales que le aseguran votos y llenar el Zócalo capitalino y otras plazas, como sucedió ayer.
Por tal motivo, se tuvieron que mantener elevadas las tasas de los denominados Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS), en particular el que grava el consumo de gasolina y otros combustibles, a pesar de que todos los expertos coinciden en que esos recargos son inflacionarios.
Pero ese impuesto no asegura proporcionar todo el dinero que requiere la actual administración federal, por lo que el equipo de Sheinbaum se apresta a apoderarse de un jugoso botín: los fondos del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores, el popular Infonavit, que resguarda más de dos billones (millones de millones) de pesos.
Al respecto, en una de sus mañaneras, la inquilina de Palacio Nacional explicó que el objetivo de la reforma a la Ley del Infonavit es erradicar la corrupción, asegurar que el uso de recursos de los trabajadores sea transparente y generar un esquema en la que también participen los desarrolladores privados, con el objetivo de garantizar la construcción de vivienda social.
“Lo que estamos planteando con la reforma es un cambio en la estructura del Infonavit, que sea transparente, que los trabajadores tengan la certeza de que están bien cuidados sus ahorros, que haya absoluta transparencia en la asignación de viviendas, en la asignación de créditos”, puntualizó.
En realidad, hay muchas dudas acerca del destino del dinero que no es propiedad del gobierno, sino de los trabajadores con sus cuotas y las que aportan sus patrones. Tanta es la incertidumbre (es un decir) que los incondicionales diputados federales que encabeza el ex precandidato presidencial Ricardo Monreal Ávila detuvieron el proceso para aprobar la modificación a la Ley del Infonavit y planean una supuesta “consulta nacional”, en la que nadie confía, pues otras convocatorias semejantes resultaron inútiles, pues las recomendaciones de los expertos y de los interesados no fueron tomadas en cuenta y las iniciativas del Ejecutivo fueron aprobadas en sus términos, sin cambiarles ni una coma.
A pesar de ese respaldo incondicional de las mayorías oficialistas en el Congreso, Sheinbaum enfrenta dudas acerca de su liderazgo sobre el partido oficial y de toda la llamada Cuarta Transformación, pues existen sospechas fundadas en el sentido de que la mayor parte del oficialismo responde a las indicaciones de su antecesor, tanto que todavía está en proceso una “purga” de servidores públicos para dar sus empleos a incondicionales.
Por último, una duda: ¿la gran concentración de ayer en el Zócalo fue por la popularidad de Sheinbaum o por la construcción de la candidatura de “Andy”?