Decretan estado de emergencia en Los Ángeles por incendios forestales
* Destacadas, Finanzas jueves 9, Ene 2025
Incendios forestales, fuertes rachas de viento y baja humedad han puesto en jaque a la ciudad de Los Ángeles, California, por lo que las autoridades han instado a decenas de miles de residentes a que evacúen sus hogares ante el rápido avance de las llamas, contra las que se están empleando más de 1,400 bomberos.
Las conflagraciones han dejado, hasta ayer, al menos dos muertos, varios heridos y decenas de miles de personas evacuadas, declaró el jefe del departamento de bomberos de Los Ángeles, Anthony Marrone.
El primero de los focos ha sido el de Pacific Palisades, junto a la costa, un barrio montañoso ubicado al oeste de la ciudad. En solo unas horas, el fuego alcanzó alrededor de 1,100 hectáreas.
Las autoridades ordenaron la evacuación forzosa de más de 30,000 personas en esta exclusiva zona residencial. La situación puede empeorar porque hay ráfagas de vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
Tras el incendio de Palisades, se abrió un segundo frente (incendio Eaton), en la ciudad de Pasadena, también en el condado de Los Ángeles. Cerca de 52.000 personas podrían evacuar sus viviendas en esta zona. A estos focos se une un tercero, conocido como incendio Hurst y que afecta a más de 200 hectáreas en dirección a Santa Clarita. El Gobierno de California ha decretado el estado de emergencia por la situación. De momento, no se ha informado de víctimas.
El presidente Joe Biden ha ofrecido el apoyo del gobierno federal a las autoridades locales. El mandatario, que regresa a Washington este miércoles, ha urgido a los residentes de Pacific Palisades a abandonar la zona y a sus vecinos a estar pendientes de la evolución del fuego. La contigua ciudad de Santa Mónica estaba en alerta desde la noche del martes y sus autoridades habían pedido evacuar a todos los residentes de la parte norte.
La orden de evacuación forzosa para este barrio fue emitida a mediodía por Karen Bass, la alcaldesa de Los Ángeles, quien se encontraba de viaje oficial en Ghana y ha regresado por la emergencia. El incendio afectaba en un principio a los residentes al noreste de Topanga Canyon, un bulevar que conecta la costa del Pacífico con el valle de San Fernando, al norte. Pero el fuego fue aumentando su área a gran velocidad, poniendo en jaque a varios vecindarios del oeste de la ciudad.
El Departamento de Policía ha enviado a cientos de agentes a auxiliar en la evacuación de 10,000 residencias y 15,000 negocios y tiene más efectivos a la espera por si las circunstancias empeoran. Las autoridades habilitaron un par de albergues que fueron recibiendo a personas y animales domésticos para pasar la noche del martes, cuando se preveía que azotara con más fuerza el viento.
Órdenes de evacuación generaron una situación de caos
Las órdenes de evacuación generaron una situación de caos en la zona durante la tarde del martes. Pacific Palisades no tiene suficientes rutas de acceso y su vía principal de entrada y salida son dos avenidas que corren de sur a norte y atraviesan el parque estatal de Topanga. Estas se convirtieron en un cuello de botella de tráfico de cinco kilómetros de longitud por la gente que huía montaña abajo, y las patrullas y camiones de bomberos que se dirigían a la cima.
Las autoridades se toparon con decenas de vehículos abandonados a mitad de la avenida Palisades Drive por sus dueños, quienes huyeron desesperados por el miedo a ser alcanzados por las llamas. Los bomberos han tenido que utilizar maquinaria pesada para retirar los coches que bloqueaban el paso a los camiones cisterna y a los equipos de rescate.
“Si alguien abandona su coche, dejen sus llaves dentro del vehículo para que podamos moverlo y que los camiones de bomberos puedan entrar. La gente se lleva sus llaves como si esto fuera un aparcamiento”, dijo el actor y vecino de la zona Steve Guttenberg, entrevistado por una televisión local.
Se ignora cómo se originó el incendio, que fue reportado a las autoridades minutos después de las 10.00 de la mañana del martes. Tras extenderse en un inicio por cuatro hectáreas, comenzó a crecer, alimentándose de hierba seca. Los fuegos avanzaron a gran velocidad gracias a los fuertes vientos de Santa Ana y a una humedad de tan solo el 17%.
En algo más de seis horas alcanzó las 485 hectáreas, con una tendencia creciente, según la información de la jefa de bomberos, Kristin Crowley. Para las siete de la tarde de este martes había prácticamente duplicado su tamaño y rozaba ya las 1.200 hectáreas.
El incendio de Palisades ha dejado una enorme nube de humo visible desde prácticamente todo Los Ángeles. Al noroeste de la ciudad, el fuego ha provocado problemas de visibilidad, mucha ceniza e imágenes apocalípticas en una zona en la que viven unas 25.700 personas, la mayoría familias de clase media alta y algunas celebridades como Matt Damon, Jennifer Lopez, Miles Teller y Chris Pratt, entre otros.
Dos frentes más
Cuando se luchaba en Palisade, el fuerte viento abrió un nuevo frente. En las primeras horas de la tarde del martes , se declaró un incendio fuera de control en Pasadena, al este de la ciudad, provocando nuevas órdenes de evacuación para miles de residentes de las laderas de las montañas de la Sierra Madre.
El incendio, bautizado como Eaton, había quemado ya 160 hectáreas a las 23.00 (las 8.00, en la España peninsular). Unas horas después superaba las 400 hectáreas arrasadas. El tercer frente (incendio Hurst) al que se enfrentan los bomberos se ha abierto en la zona noreste de Los Ángeles. Hasta el momento, este fuego ha alcanzado más de 200 hectáreas del distrito de Sylmar, en dirección a Santa Clarita
Los meteorólogos habían pronosticado fuertes vientos de hasta 100 millas por hora (cerca de 160 kilómetros por hora). Estas violentas rachas comenzarían a sentirse desde las 18.00 del martes y hasta la madrugada del miércoles, lo que podría alimentar las llamas en toda la urbe. Los vientos tienen una ruta que corre desde el interior del Estado, al oeste, rumbo al mar, precisamente en la región que lucha contra el fuego.
Los fuegos de este martes asolan la zona metropolitana de Los Ángeles menos de un mes después del incendio Franklin, un siniestro que quemó 1.600 hectáreas en la ciudad californiana de Malibú durante nueve días. La zona arrasada a mediados de diciembre es muy próxima a la que hoy enfrenta la nueva amenaza del fuego y los fuertes vientos.
Lluvias insuficientes deja condiciones de incendio extremadamente peligrosas
Una de las causas del brote de incendios en el sur de California son las condiciones increíblemente secas durante lo que se supone que es la temporada de lluvias, que normalmente va de diciembre a marzo. Pero este año la lluvia aún no comenzó realmente, ya que solo se registraron 25 milímetros de lluvia en Los Ángeles desde el 1 de diciembre. Incluso, en más de 80 años de registro, fue el comienzo más seco del año hidrológico de Los Ángeles, que comienza el 1 de octubre.
Enero suele ser el segundo mes más lluvioso del año, solo por detrás de febrero, con un promedio de 83 milímetros de lluvia en el centro de Los Ángeles durante el mes, pero hasta ahora no ha caído ninguna y no se pronostica lluvia para el sur de California durante al menos la próxima semana. Esto dejaría haría que para mediados de enero todavía no se registren lluvias mensurables.
Si Los Ángeles pasa todo el mes sin lluvia, empatará con los años 1976 y 1972 como el enero más seco registrado.
“Este es uno de los primeros incendios importantes que hemos tenido”, dijo David Acuña, jefe de batallón y oficial de información pública del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California. “Tenemos uno de nuestros equipos de gestión de incidentes de CAL-FIRE asignado al incidente. Es solo la tercera vez que esto sucede en enero en los últimos treinta años. Por lo tanto, es definitivamente un evento poco común”.
Desde finales del verano, el sur de California ha experimentado una sequía cada vez mayor, ya que las tormentas de otoño e invierno se concentraron en el noroeste del Pacífico. El invierno pasado trajo abundantes lluvias y nieve al suroeste, pero este invierno tomó un rumbo completamente diferente. Este cambio en los patrones climáticos, que oscila entre extremos, se está volviendo más común con el calentamiento del clima.