La batalla por los votos
Roberto Vizcaíno martes 6, Sep 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Padrón y tendencias dicen que en 2012 habrá quizá más de 49 millones de votos
- Peña Nieto podría obtener 23 millones; AMLO 9 y Vázquez Mota cerca de 8
- Fox le dice a Calderón que no está solo en la decisión de designar candidato
Frente a un auditorio impensable, integrado por 16 gobernadores y los más importantes líderes empresariales, legislativos, políticos, diplomáticos, religiosos y sociales, el gobernador Enrique Peña Nieto rindió ayer su sexto y último Informe de Gobierno en el cual reportó más de 6,800 obras realizadas a lo largo de su administración, de un ejercicio democrático basado en la generación de acuerdos y respeto a la pluralidad, pero sobre todo de una rendición de cuentas en la que destaca que quintuplicó la recaudación y disminuyó la deuda pública 25 por ciento.
Aprovechó para en los hechos plantear 11 propuestas que bien pueden ser la base de su campaña electoral hacia la Presidencia de la República y sus promesas de gobierno.
En lo que pudiera compararse con aquella frase de Luis Donaldo Colosio de: “Veo un México con hambre y sed de justicia”, que fue el eje de la corta campaña del sonorense sacrificado, ayer Peña Nieto indicó que hoy en México se respira: “Un ambiente de incertidumbre, preocupación e intranquilidad lo que plantea para nuestra generación un enorme reto: acabar con el miedo y renovar la esperanza”.
De ahí que hoy “la mejor oferta política no es la que condena el pasado, sino la que ve hacia adelante y nos convoca a todos a enfrentar los problemas, aquella que mantiene lo que funciona y cambia lo que debe mejorar”, dijo en medio de un fuerte aplauso porque todos entendieron que se refería a los constantes señalamientos del presidente Felipe Calderón, y de los dirigentes y legisladores del PAN respecto del muy posible regreso del PRI a Los Pinos.
Y en un mensaje hacia dentro de su propio partido, dijo:
“Que no haya confusiones: México tiene un claro proyecto que está contenido en su Constitución Política”.
Y para todos, agregó:
“Lo que hace falta es un Estado eficaz que lo haga realidad, que lo lleve a la práctica en la vida cotidiana de todos los mexicanos.
“Las transformaciones que anhelan los mexicanos requieren de liderazgo y un gobierno eficaz. El país sabe que debe y puede transformarse. El rumbo está definido: garantizar a todos los ciudadanos el goce real de los derechos que la Constitución les reconoce”.
Fue cuando adelantó sus 11 propuestas… ¿promesas adelantadas de campaña y gobierno?:
1.- Seguridad efectiva, la que hoy demandan las familias para vivir con libertad, con tranquilidad y sin miedo.
2.- Justicia pronta y expedita, esa que hace valer nuestros derechos, resarcir a las víctimas y castigar la ilegalidad.
3.- Seguridad social universal: acceso real de todos los mexicanos a la salud y a una jubilación digna.
4.- Revolución educativa, para que la enseñanza de excelencia llegue a todos los mexicanos y se convierta en un instrumento de igualdad social.
5.- Ir a nuevas hazañas culturales, para reafirmar identidad, revalorar lo mexicano y comunicarlo al mundo.
6.- Más inversión en ciencia y tecnología, para insertarnos en la sociedad del conocimiento y lograr que los jóvenes sean competitivos en la era global.
7.- Garanticemos la nutrición a los mexicanos. Fortalezcamos nuestra soberanía alimentaria, para ser menos vulnerables frente al exterior.
8.- Promovamos un campo moderno, rentable y sustentable, que eleve la productividad y calidad de vida de quienes lo trabajan.
9.- Generemos una nueva cultura ambiental, para asegurar un desarrollo sustentable, cuidar del agua y utilizar energías alternativas.
10.- Hagamos del crecimiento económico, elevado y sostenido, la gran prioridad de la política económica de México, para que cada persona pueda cristalizar sus sueños y vivir su propia historia de éxito.
11.- Fomentemos la competencia económica, para igualar oportunidades, alentar el espíritu emprendedor y liberar la capacidad innovadora de los mexicanos.
Esto surge, dijo, de su convencimiento de que México tiene un gran futuro y un enorme potencial no aprovechado.
“Es necesario que recuperemos a México como un lugar seguro, con un horizonte positivo y capacidad para realizarlo. (Pero) ninguna transformación será posible si no tenemos claridad de lo que queremos para el futuro… tenemos que fomentar el sentido de dirección, de pertenencia, de identidad y orgullo.
“En pocas palabras: vayamos a un Estado eficaz que, al resolver las necesidades de nuestra gente, proyecte a México como la gran potencia que puede y merece ser.
“El proyecto de futuro exige una transformación de fondo en todos los ámbitos, sin tabúes, sin limitaciones, sin temor a innovar o a afectar intereses creados.
“Todos debemos estar a la altura de lo que México representa y exige… Confiemos en México. Renovemos la confianza en esta nuestra gran nación. Recuperemos la esperanza. Recobremos la certeza de que podemos mejorar el presente. Tengamos confianza que con liderazgo y claridad en el rumbo, habrá un mejor futuro para todos.
“Hagamos de la adversidad una oportunidad para renovarnos como país. Asumamos lo que somos: una nueva generación de mexicanos que no se resigna, que sabe y quiere demostrar que sí se puede. Una generación que no se define por su edad, sino por su actitud; por su deseo de vencer las adversidades y contribuir a vivir en un país exitoso.
“Seamos una nueva generación, que aprende de la historia, pero que está decidida a escribir sus propios capítulos. Seamos una nueva generación, dispuesta a demostrar que México no es sólo un gran país, sino una potencia en ascenso.
“Seamos una nueva generación abierta al mundo, que responde al llamado del país, que asume con pasión y firmeza su compromiso por México”, precisó.
Una hora y cinco minutos duró su mensaje en el enorme teatro Morelos de la ciudad de Toluca, lleno hasta el tope.
En la primera fila y al centro, estuvieron los 16 gobernadores, todos priístas, encabezados por la de Yucatán, Ivonne Ortega. Frente a Peña Nieto quedó su adversario interno, el senador Manlio Fabio Beltrones, para quien dedicó el único comentario afectuoso, fuera de los que hizo a su esposa, Angélica Rivera y a sus hijas, así como a su madre.
En la larga primera fila también fueron colocados los ex gobernadores mexiquenses Alfredo del Mazo, César Camacho e Ignacio Pichardo Pagaza.
El otro ex gobernador vivo, Emilio Chuayffet, fue colocado en otro sitio, ahora en calidad de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados en San Lázaro.
A diferencia de otros años, otros informes del mismo Peña Nieto, a éste no acudieron el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, ni los gobernadores panistas de Guanajuato, Morelos o Jalisco.
En representación del presidente Felipe Calderón estuvo el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome Friscione, hijo del priísta y exsecretario general de Gobierno con Fidel Herrera en Veracruz, Dionisio Pérez Jácome.
El único panista asistente, realmente importante, fue el ex senador, ex diputado y ex candidato presidencial Diego Fernández de Cevallos, quien hace un año estaba secuestrado.
Quienes sí estuvieron presentes fueron los gobernadores electos de Nayarit, Roberto Sandoval; de Coahuila, Rubén Moreira y por supuesto del Estado de México, Eruviel Ávila, a quien le deseó suerte.
Uno de los pocos aplausos ajenos a Peña Nieto, fue el que el auditorio le brindó con calor al presidente del PRI, Humberto Moreira.
Durante su introducción, Peña Nieto sólo mencionó por su nombre a los gobernadores, a los líderes parlamentarios, los gobernadores electos y los ex gobernadores mexiquenses, así como al líder del tricolor.
Pero no lo hizo con Elba Esther Gordillo, quien estuvo en la primera fila, dentro del área reservada para los priístas.
En fin, la conclusión de una gestión y el no explicitado inicio de otra etapa en la vida de este popular personaje. No hizo falta. Todos dentro y fuera de ese teatro sabían que estaban prácticamente en el arranque de la campaña presidencial del gobernador saliente. Eso es lo que fue este informe por demás lleno de buenos resultados.