Un reclamo a destiempo
¬ José Antonio López Sosa martes 30, Ago 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Toronto, Canadá.- Patriotero, es el término que me viene a la mente cuando escuché al presidente Calderón reclamar airosamente a los Estados Unidos -sociedad y gobierno- la corresponsabilidad que tienen por el tráfico de drogas y la violencia en México.
El discurso fue meloso y cualquier mexicano que vive la situación actual se identificaría de inmediato, es más, apoyaría al presidente en turno, sin embargo, hay una variable que habría que considerar al analizar dicho discurso: la oportunidad.
El discurso resulta diacrónico, en medio de la desesperación Calderón hace este reclamo de situaciones que todos conocemos, palabras que debió pronunciar desde que llegó a la presidencia o cuando menos desde que comenzó esta guerra (o lucha, como él la llama) contra el crimen organizado.
Sabemos que el mayor mercado consumidor de drogas en el mundo se encuentra en los Estados Unidos, sabemos que venden armas de forma indiscriminada sin importarles el destino de las mismas, sabemos que existe corrupción con bajísimos niveles de violencia en sus aduanas y sistema de seguridad nacional, de lo contrario ¿cómo llegaría la droga a prácticamente todas las ciudades de la Unión Americana?
¿Cuántas veces se ha reunido Calderón con Barack Obama?, ¿cuántas veces le ha hecho un reclamo tan férreo como el del discurso en cadena nacional en torno al lamentable caso de Monterrey?
Dobles discursos, doble moral.
Ignoro a ciencia cierta, si las palabras de Calderón obedecen a una estrategia política para calmar al pueblo, o bien, se trata de una expresión sincera. Después de tanta mentira por parte del Ejecutivo federal me cuesta trabajo creer en sus palabras.
Insisto en que sus afirmaciones son ciertas, sus reclamos son legítimos pero ¿por qué esperar hasta que la violencia se ha convertido en terrorismo para alzar la voz?, como éste hay muchos otros temas en los que México debe reclamar con diplomacia pero con certeza, ¿vamos a esperar nuevas tragedias para cambiar el discurso?
Ojalá por lo menos, el discurso de Calderón se convirtiera en nota diplomática para por lo menos, darle una validez a las ideas, porque las palabras, se las lleva el viento y Felipe Calderón lo sabe bien, así se ha llevado la historia muchas de sus promesas incumplidas con el país.
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