Separación de familias en EU
* Destacadas, Nacional lunes 9, Dic 2024

Muchos riesgos volverán a enfrentar los menores migrantes que cruzan a Estados Unidos de manera ilegal con el regreso de Donald Trump a la presidencia, ya que en la primera administración del republicano hubo miles de niños desaparecidos en el sistema.
Organizaciones civiles alertan del riesgo que enfrentarán los menores migrantes que cruzan a Estados Unidos de manera ilegal, con el regreso de Donald Trump a la presidencia, ya que en la primera administración del republicano hubo miles de niños desaparecidos en el sistema por la separación de familias.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) entre 2021 y 2024, más de 600 mil menores no acompañados han sido detenidos en la frontera sur de EU. Cada año, las cifras se han acumulado: 146 mil en 2021, 152 mil en 2022, más de 137 mil en 2023 y casi 110 mil en 2024.
Tom Homan, el zar de las fronteras designado por Trump, ha dicho que el gobierno de Estados Unidos “no puede encontrar” a más de 300 mil niños migrantes, y que muchos han sido engañados para realizar trabajos forzados y tráfico sexual. Muchos de los niños, dicen los expertos, podrían estar en las direcciones que aparecen en los registros del gobierno, pero simplemente no pudieron asistir a sus citas judiciales.
La cadena británica BBC reportó que “varios abogados de inmigración (…) sugirieron que es probable que la administración haga mucho más difícil convertirse en ‘patrocinador’ de niños indocumentados, incluso si el patrocinador es un miembro de su familia. En la práctica, esto significaría que más niños indocumentados permanecerán detenidos”. “No estoy seguro de que ellos mismos sepan qué van a hacer con los niños”, dijo Alexander Cuic, abogado de inmigración y profesor de la Universidad Case Western Reserve.
Prolongan su estancia en centros de detención
Los agentes de CBP los interceptan, detienen y los trasladan a centros de detención para menores, donde toman sus datos, fotografías, huellas dactilares y les abren una ficha. En menos de 72 horas, según la ley, deberían ser transferidos de las estaciones de CBP a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR). “Pero la saturación del sistema a menudo prolonga su tiempo en estas instalaciones temporales, convirtiendo días en semanas para muchos”, señala Rosa María González, voluntaria de la ONG Raíces.
La saturación de los refugios de la ORR obliga a muchos niños a pasar días adicionales en estos bodegones helados. Mientras los menores esperan su transferencia, los agentes de CBP y trabajadores sociales externos realizan una evaluación inicial. Después de completar el registro y la evaluación inicial, CBP coordina con la ORR la transferencia de los menores a refugios especializados.
Rosa María alerta que en este entorno, donde los procesos con los menores se extienden meses, el regreso de Donald Trump es una nueva amenaza. Las deportaciones masivas que planea significan que los procedimientos se retrasarán mucho más. Para los menores, eso sólo significa una pesadilla sin fin.
Las caravanas no paran, pese a amenazas de Trump
Las caravanas de migrantes, que no paran, se han convertido en un fenómeno controvertido, una papa caliente para los gobiernos de México y de Estados Unidos. Por un lado, Donald Trump insiste en que representan un peligro para su país y amenaza a México con aranceles del 25% sobre todos sus productos si el gobierno de Sheinbaum no logra frenar “la invasión” de migrantes y drogas. La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por su parte, asegura que las caravanas “ya no llegan a la frontera con Estados Unidos”, gracias a las acciones que se están llevando a cabo.
Entre esas acciones se mantiene el intento de las autoridades mexicanas de disolver los grupos grandes de personas y el traslado hasta otros puntos del país, algunos de ellos muy alejados de Ciudad de México o de la frontera, como es el caso de Guerrero, Michoacán o Yucatán. Otros tantos son detenidos en el centro del país y devueltos de nuevo a la casilla de salida en Tabasco o Chiapas. La mayoría de los migrantes no logran llegar a la frontera con Estados Unidos, sin embargo, las entradas a México desde Chiapas se han disparado y los albergues están repletos en el sur.
De enero a agosto más de 925.000 personas han entrado al país de manera irregular, según datos oficiales. La cifra es más del doble que lo registrado en el mismo periodo del año pasado, muchos de ellos son niños y niñas menores de 11 años. “Los flujos migratorios se han reducido no por una estrategia, sino porque México está deteniendo una gran cantidad de migrantes”, señalaba a este diario Eunice Rendón, coordinadora de la organización Agenda Migrante.
A medida que pasan los días, la tensión y las presiones políticas de contener a los migrantes aumentan. Organizaciones de la sociedad civil denuncian el asedio de las autoridades y del Instituto Nacional de Migración (INM) que tratan por todos los medios de impedir que los migrantes sigan avanzando. El INM ofrece a los integrantes de las caravanas un permiso humanitario para transitar 20 días en el país, pero la mayoría declina la oferta.