Después de Monterrey, ¿qué sigue?
Luis Muñoz lunes 29, Ago 2011Segunda vuelta
Luis Muñoz
De sobra se sabe todo lo que aconteció el día del ataque al Casino Royale: las repercusiones que hubo casi de inmediato, las recomendaciones de toda índole, y las advertencias de autoridades de los tres niveles de gobierno en el sentido de que el artero, cobarde y criminal acto no quedará impune.
El presidente Felipe Calderón, visiblemente consternado, calificó de “verdaderos terroristas” a quienes de manera premeditada y con alevosía prendieron fuego a un casino en Monterrey, acción que indignó y provocó una exigencia unánime: ¡Ya basta!
Desde el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, hasta el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, pasando por los coordinadores de las fracciones del PAN, PRI, PRD en la Cámara de Diputados; organizaciones civiles, empresarios y sociedad en general, reprobaron lo que fue hasta ahora la mayor agresión a la población civil, que condenaron con vehemencia en el extranjero.
Las misas de ayer en todas las iglesias católicas de la ciudad fueron dedicadas a las víctimas que perdieron la vida en un centro de esparcimiento.
Llamó la atención la tranquilidad con que los delincuentes llegaron hasta las puertas del casino a bordo de cuatro vehículos y que en escasos 2 minutos y fracción cometieran el acto más abominable, causando la muerte de 52 personas, la mayoría mujeres.
¿Y el personal del negocio? Dónde están, quiénes son. ¿También salieron corriendo cuando inició el fuego?
Pero a diferencia de otros países, donde es posible acercar la imagen para identificar a los agresores, en México no. Quizá por ello, ante las pocos indicios (incluidos los retratos hablados), las autoridades hayan ofrecido 30 millones de pesos a quién proporcione datos ciertos que conduzcan a la identificación y captura de los responsables.
Piden que la sociedad no tenga miedo. Pero cómo no tenerlo cuando hasta en el lugar menos esperado acecha la muerte.
Piden que la sociedad coopere, que se una a esta lucha contra el crimen organizado y denuncie a los criminales ¿aún contra su propia seguridad si son descubiertos? Pero además ¿dónde están? Se mueven en la oscuridad y se pierden en la bruma.
Qué sigue… Una de las cosas que sigue es la atención a las víctimas del delito, así como a sus deudos; esa es tarea fundamental del personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que se encuentra en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Ha informado la institución que desde el primer día de los hechos ocurridos en un centro de juego, especialistas del Programa de Atención a Víctimas del Delito (Províctima) de la CNDH laboran en ese lugar.
Cuatro abogados, cuatro psicólogos y dos médicos forenses encabezan la brigada de la Comisión Nacional encargada de proporcionar atención victimológica y verificar el estado clínico de heridos, además de corroborar que se les atienda en forma adecuada.
De acuerdo con la información recabada, de los diez heridos, tres todavía están hospitalizados.
Se ha proporcionado acompañamiento, orientación jurídica y atención psicológica de urgencia a más de 50 familiares de las personas que fallecieron.
También se les ha precisado información sobre los servicios que ofrece Províctima y consultado si las autoridades competentes están otorgando un trato digno y los servicios necesarios que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Con el fin de constatar las acciones implementadas por las autoridades para este caso, personal de la CNDH ha recorrido el lugar de los hechos, visitado hospitales y clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En el Servicio Médico Forense, ubicado en el hospital universitario, entrevistó a las autoridades responsables del reconocimiento de los cuerpos y atención a familiares de las víctimas.
Asimismo, entabló comunicación con el agente del Ministerio Público de la federación encargado de la averiguación previa y con funcionarios del sector salud, de protección civil y de la Procuraduría General de Justicia estatal.
Recogió testimonios sobre los hechos y practicó un peritaje a las instalaciones del centro de juego y sus medidas de protección civil.