México pierde a uno de sus grandes deportistas, “El Toro” Valenzuela
* Especiales, Deportes jueves 24, Oct 2024
Ola de condolencias y homenajes
- Su éxito en las Grandes Ligas inspiró a generaciones de jóvenes beisbolistas a seguir sus pasos
El mundo del beisbol está de luto tras la triste noticia del fallecimiento del gran beisbolista mexicanos Fernando “El Toro” Valenzuela, una de las figuras más emblemáticas de los Dodgers de Los Ángeles, gracias a su impresionante carrera en las Grandes Ligas.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de condolencias y homenajes de parte de fanáticos, compañeros de equipo y figuras del deporte. “Fernando no solo fue un gran jugador, sino también una gran persona. Su legado vivirá para siempre en nuestros corazones y en la historia del béisbol”, expresó Tommy Lasorda, ex mánager de los Dodgers.
Valenzuela también dejó una huella profunda en la comunidad latina de Los Ángeles y en México, donde es considerado un héroe nacional. Su éxito en las Grandes Ligas inspiró a generaciones de jóvenes beisbolistas a seguir sus pasos y a soñar con alcanzar las mismas alturas que él logró.
El legado de Fernando Valenzuela va más allá de sus estadísticas y logros en el campo. Su carisma, humildad y amor por el juego lo convirtieron en un verdadero embajador del béisbol. Su partida deja un vacío inmenso, pero su memoria y su impacto perdurarán en la historia del deporte y en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de verlo jugar.
En 1980 rompió los moldes
Fernando Valenzuela, nacido el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, Sonora, México, se convirtió en una leyenda del béisbol gracias a su impresionante carrera en las Grandes Ligas. Su debut a los 19 años de edad con los Dodgers en 1980 marcó el inicio de una era dorada para el equipo y para el propio Valenzuela, quien rápidamente se ganó el apodo de ‘El Toro’ por su fuerza y determinación en el montículo.
En 1981, Valenzuela hizo historia al convertirse en el primer y único jugador en ganar los premios Cy Young y Novato del Año en la misma temporada. Su estilo de lanzamiento, caracterizado por una curva devastadora y un control impecable, lo convirtió en un ídolo no solo en Los Ángeles, sino en todo el mundo del beisbol.
Durante su carrera, Valenzuela acumuló numerosos logros y reconocimientos. Fue seleccionado seis veces para el Juego de Estrellas y ganó el Guante de Oro en 1986. Además, fue una pieza clave en la victoria de los Dodgers en la Serie Mundial de 1981. Su impacto en el deporte fue tal que, en 2019, los Dodgers retiraron su icónico número 34, inmortalizando su legado en el Dodger Stadium.
La ‘fernandomanía’ le llamaron a aquel fenómeno de masas, que llegó a su máxima expresión cuando el mexicano brilló en la Serie Mundial.
Hombre de pueblo, humilde, pero con una personalidad con la que intimidó a sus rivales, Valenzuela logró otras proezas, entre ellas la del 29 de junio de 1990 cuando le lanzó un cero hit, cero carrera a los Cardenales de San Luis, con siete ponches propinados.
En 17 temporadas en Ligas Mayores, Valenzuela ganó 173 juegos con 153 derrotas y un promedio de efectividad de 3.54 carreras limpias permitidas por juego, con 2.074 ponches.
Eran los tiempos en los que el béisbol sobresalía por la vivacidad, las jugadas bellas e inteligentes, toques de bolas, robos de bases, corrido y bateo y los grandes héroes se burlaban de las estadísticas y tendencias que hoy llaman ‘sabermetría’ y robotizan al juego.
Integrante de una tercia legendaria
Las hazañas de Fernando Valenzuela sólo son comparadas en el deporte profesional de México con las del goleador Hugo Sánchez, con cinco premios Pichichi en el futbol de España, y el boxeador Julio César Chávez, campeón mundial en tres divisiones, quien ganó sus primeras 87 peleas.
Nacidos en un plazo de cuatro años, Hugo en 1958, Valenzuela en 1960 y Chávez en 1962 pusieron a México en lo más alto del deporte mundial y entre ellos tuvieron una amistad más allá de las comparaciones.
Como si las energías del beéisbol se alinearan para rendir homenaje al momento cumbre de Fernando, el próximo viernes los Dodgers y los Yanquis jugarán la Serie Mundial, lo cual dejará entre los mexicanos la sensación de que su héroe no se ha ido a ningún lado.
Más que estar en un cielo, como en los viejos tiempos se empeñarán en verlo mirar a las estrellas después de cada lanzamiento.