Rubén Rocha Moya está en el ojo del huracán y ahogado
Adriana Moreno Cordero martes 22, Oct 2024La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Rosa Icela Rodríguez da “atole con el dedo” al Inai
Mal inicia la semana al que ahorcan en lunes y este popular refrán es perfectamente aplicable ni más ni menos que al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien se encuentra, sin duda, en el ojo del huracán y finalmente, no le quedó de otra más que reconocer la cruenta ola de violencia que se extiende por todo el estado y no hay quien pueda frenarla y todavía, en el colmo del cinismo, Rocha Moya declara que a la violencia no hay que subestimarla, pero tampoco exagerarla.
La “balconeada” que recibió el mandatario estatal el fin de semana, es, sin duda, de pronóstico reservado; en el teatrito que montó (léase, escena del crimen fabricada) sobre el asesinato del ex rector de la la Universidad de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, que no hubiera sido perpetrado en una gasolinera, sino en una finca, salieron a relucir los muchos errores y el caso ha terminado por enredarse de manera significativa.
Lo anterior, independientemente de que ayer, la Fiscalía de dicho estado informó que después de practicarse el dictamen en materia de genética, se concluyó que esas manchas de sangre ‘no son coincidentes con el señor Héctor Melesio Cuén y que están a la espera de que se realice (el contraste) con perfiles genéticos de dos personas desaparecidas’”.
Se nota que el gobierno de Rocha Moya utiliza desesperadamente a la Fiscalía estatal y trata por todos los medios a su alcance tapar lo que un día se dice y al otro se repite en los corrillos políticos: que presuntamente habría participado en la reunión entre Ismael “El Mayo” Zambada, el propio Melesio Cuén y el “ahijado incómodo”, Joaquín Guzmán López.
Por tierra, también se vino la versión de que el gobernador sinaloense no estaba en la entidad aquel fatídico 25 de julio y se encontraba en Estados Unidos en casa de un sobrino supuestamente para asistir a un partido de béisbol, tan tranquilito como es él.
Además, todo esto se da justo cuando Joaquín “El Chapo” Guzmán le solicitó al implacable juez Brian Cogan que se realice un nuevo juicio en su contra debido a supuestas irregularidades en el proceso que lo llevó a ser sentenciado a cadena perpetua, amén de que no estuvo adecuadamente asesorado. Ya se anticipa cuál va a ser la respuesta.
Y ya hablando de temas familiares, también está que Ovidio Guzmán, estuvo ayer en una audiencia de revisión, luego de la cual, su abogado defensor, Jeffrey Lichtman, confirmó que tanto Ovidio como su hermano Joaquín Guzmán, buscan un acuerdo de culpabilidad con la Justicia estadounidense.
¿No se estará “mordiendo la lengua” la presidenta Claudia Sheinbaum por haber dado apoyo público a Rocha Moya?, lo más probable es que sí.
Apenas hace cinco días, la jefa del Ejecutivo, en una de sus conocidas “mañaneras del pueblo”, pidió no especular sobre la triste situación que vive Rocha Moya, por el teatrito que montó y sus presuntos vínculos con el narcotráfico, específicamente con el Cártel de Sinaloa, que por lo visto hasta aquí ya se le volteó y optó por dejarlo solo.
En aquella ocasión, Sheinbaum Pardo dijo que “acusar a alguien sin pruebas no es bueno. No hay impunidad, pero tampoco es justo que se especule sobre un gobernador o gobernadora. Si hay pruebas, que se presenten”.
Ya se ha visto el cuestionable nivel de gobernadores y gobernadoras de Morena y en el caso de Sinaloa, la mejor prueba son los hechos que han ocurrido en los recientes días y que están a punto de ahogar al mandatario estatal.
Rebasada por la situación, la presidenta Sheinbaum ahora salió con que la responsabilidad de investigar las presuntas conexiones entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha y el crimen organizado recae en la Fiscalía General de la República (FGR).
Municiones
*** No cabe duda que la flamante secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, se ha vuelto experta en eso de “dar atole con el dedo”, que tan bien le enseñó ni más ni menos que el ex presidente Andrés López Obrador, mentor también de la titular de la Segob. Resulta que la semana pasada, la responsable de la política interna del país recibió a las comisionadas Julieta del Río, Josefina Román y Blanca Lilia Ibarra y el comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, (Inai), encabezados por Adrián Alcalá, donde se presentó un proyecto en el que éstos últimos indicaron una política de austeridad para poder seguir funcionando. Los miembros de dicho Instituto albergaron alguna esperanza de que podrían sobrevivir en el segundo piso de esta errada y llamada Cuarta Transformación. Sin embargo, al iniciar la presente semana, la titular de la Segob reiteró que la reforma a los organismos autónomos va porque va y por ello mismo, esta administración no ha descartado la idea de que los miembros del InaI, pasen a depender de la secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno que encabeza Raquel Buenrrostro, bien conocida por su dureza, pero también porque sabe cumplir las instrucciones que le da, en este caso, la Presidenta en turno. Por lo visto, así se traerá el segundo piso de esta errada y llamada Cuarta Transformación a los integrantes del Inai, a la vuelta y vuelta hasta que se aburran. Vaya manera que tienen en el oficialismo de ocultar la basura debajo de la alfombra.
*** Por cierto, la presidenta Claudia Sheinbaum, con esa presteza que la caracteriza, está analizando si la Fiscalía General de la República, (FGR) atrae el asesinato del sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez y desde luego dijo la consabida y hueca frase que repetía un día sí y al otro también su mentor y líder: “No habrá impunidad” y que se llegará al fondo. No hay que soslayar que la Iglesia fue agredida y que Marcelo Pérez había recibido amenazas de muerte. Se sabe que él le decía a su familia: “Si me matan no busquen venganza, ni quién lo hizo, pues yo morí haciendo el bien”. Ahora, Pérez Pérez pasó a formar parte de una lista de sacerdotes asesinados desde hace alrededor de 10 años. Además, en América Latina, México es un país donde la Iglesia es perseguida y hostigada al igual que países como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Analistas coinciden en que la Iglesia católica se ha empoderado dada la ineficacia de las autoridades por combatir al crimen organizado.