Juramento balín
Alberto Vieyra G. martes 22, Oct 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Cuando en 1876, el dictador Porfirio Díaz contrajo su primer matrimonio con su sobrina Delfina, “Fina” le decían, se encontró con un pequeño obstáculo: Los curas le dieron la mala noticias de que no lo podrían casar, no sólo porque el matrimonio contravenía las leyes divinas, sino porque él había jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución 1857.
Esa Carta Magna contenía la histórica separación del clero en política y ponía fin a los privilegios de los dignatarios de la Iglesia católica.
-¿Cómo? ¿Qué no pueden casar al Presidente de la República?, preguntó el héroe del 5 de mayo de 1862.
-No, señor general a menos que usted abjure la Constitución del 57”.
Y como en esta nación azteca todo se arregla con la ponzoñosa voluntad presidencial y el poderoso caballero don dinero, pues entonces don Porfirio les dijo que “Poninas dijo Popochas”, es decir que si estaba dispuesto a traicionar la Constitución que había jurado respetar y cumplir.
Una vez que el archicondecorado general Porfirio Díaz abjuró la Constitución que sería promulgada en 1857 que contenía las Leyes de Reforma, los curas casaron a don Porfirio con su amada Delfina, a quien volvía loca desde chiquilla. Sería la primera vez que un dictador mandaba al diablo a la Constitución. O sea que sería un juramento balín
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Le voy a hablar de otro juramento balín. El viernes de la semana pasada, la señora presidenta Claudia Sheinbaum que pinta para seguir el ejemplo de Porfirio Díaz anunció con todas sus letras y sin ningún recato que no cumpliría la Constitución acatando la resolución de la juez Nancy Juárez, adscrita al Juzgado Décimo Noveno de Distrito del estado de Veracruz para que bajara del Diario Oficial de la Federación la publicación de la detestable reforma al Poder Judicial de la Federación.
“Por eso dijimos que el pueblo de México eligió a sus gobernantes, diputados, a sus senadores y quiere elegir a jueces y ministros, por eso no vamos a bajar esa publicación porque la jueza no está en su derecho”. “La jueza se está extralimitando en sus funciones”.
¿Pues no que doña Claudia juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen? Y además sentenció que la juez federal sea sometida a un juicio político, algo que sonó a una amenaza para todos los juzgadores que lleven a cabo revisiones constitucionales y de leyes secundarias de las que diputados y senadores morenistas hagan marranadas, como ocurrió con la reforma al Poder Judicial que destruye la división de poderes y viola flagrantemente derechos constitucionales, igual que las leyes en materia electoral en las que también hicieron un mugroso batidillo.
Un pésimo precedente ha sentado la señora Presidenta, algo que ni siquiera se dio el lujo de hacer y decir su antecesor, el Presidente más mentiroso de la historia de la nación azteca.
¿Con ese mal punto la señora Sheinbaum nos anuncia que en México ha comenzado la dictadura del matriarcado o es obra del poder tras el trono del falso Mesías?