Mayor presencia de migrantes en Ciudad de México exacerba el racismo
* Especiales, Cd. de México martes 22, Oct 2024
Aumenta la discriminación
- Si llegan a conseguir trabajo, sufren abuso laboral
La Ciudad de México ha cambiado su rol dentro de las migraciones que siempre han existido en el país, al concentrar mayor presencia de personas en esa situación y eso ha exacerbado la xenofobia, señaló la presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred), Geraldina González de la Vega.
“Actualmente, la información instantánea que tenemos permite a las personas tener mayor data sobre las personas migrantes que están transitando por el país, y creo que sí, el hecho de que la Ciudad de México haya cambiado su rol en esta cuestión de las migraciones sí ha hecho que las personas exacerben su xenofobia”, señaló.
Además del racismo que sufren por parte de los mexicanos, en su paso por el centro del país, los migrantes se enfrentan a otros tipos de discriminación como el abuso laboral y los malos tratos en los trabajos que pueden conseguir, así como la mala paga por su condición de migrantes.
Es en ese contexto que el Copred ha brindado también atención a migrantes que acusan discriminación por parte de habitantes de la capital y, como ejemplo, su presidenta, González de la Vega, refirió el caso de la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, de donde el pasado 5 de junio fue retirado un campamento de personas en situación de movilidad, a partir de protestas de vecinos de la zona, inconformes con la ocupación de ese espacio desde hace dos años.
“Sí tenemos denuncias, justo algunos casos acompañamos en la Plaza Giordano Bruno precisamente; alguna vez estuvimos ahí para acompañar a algunas personas”, señaló.
González de la Vega comentó que si bien la gentrificación también ha generado conductas xenofóbicas en la capital, la discriminación a personas extranjeras se registra principalmente en contra de grupos migrantes provenientes del sur, de países de Centroamérica y el Caribe y, sobre todo, hacia personas migrantes pobres y racializadas, lo que limita su acceso a la salud, a la educación, a la vivienda y al empleo.
En 2023, el Copred brindó mil 198 atenciones a personas que expusieron algún tipo de discriminación y este año hasta el mes de septiembre llevaban mil 291, lo cual es apenas una muestra de lo que sucede en la capital, respecto a esa conducta, consideró la presidenta de ese organismo.
González de la Vega expresó que en la Ciudad de México tenemos una sociedad que discrimina, y el principal reto de las instancias gubernamentales es involucrar a los diferentes sectores, público, privado y social en la cultura de la no discriminación, para sensibilizarlos y visibilizar los diversos motivos por los que existe el trato desigual basado en los prejuicios.
“Para poder eliminar esos prejuicios, necesitamos apostar por un cambio cultural. La idea de poner en el centro la cultura y hablar sobre la cultura es porque la apuesta es que, a través del cambio cultural y de la cultura como una expresión de diversidad, algunos desaprendan esos prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las personas y otros no los aprendan”, precisó.
Puntualizó que entre 80% y 90% de las denuncias recibidas en el Copred, se relaciona con el sector privado, por lo que lo que reiteró la importancia de involucrar a toda la sociedad en la tarea de eliminar la discriminación.
“Es común que nos vean feo”
Jessica, una mujer de origen colombiano que vive en el campamento de migrantes de la parroquia de Santa Cruz de Nuestra Soledad, en la alcaldía Venustiano Carranza, comenta que “es muy común que me vean feo en el mercado o en las tiendas, les hablas a las personas y no te atienden, te miran rayao (feo). Ya me ha pasado que me dicen negra en la calle”.
Así como Jessica otros migrantes de este campamento reportaron que han sufrido distintos tipos de discriminación y racismo en la Ciudad de México, principalmente por su color de piel, su acento y su origen étnico o país de procedencia.
“Lo miran a uno como si tuviera una enfermedad contagiosa. Uno no les contesta por respeto, pero uno sabe por qué lo ven así. Igual a mí no me pasa nada, porque yo estoy orgullosa de mi raza. Yo soy negra, y sé bien de dónde vengo y la persona que soy”, dice Jessica.
Asegura que también han sufrido maltratos por parte de las personas que habitan cerca de su campamento, ya que consideran que ellos invaden su espacio.
“La señora de aquí al lado de la ferretería el otro día nos aventó agua caliente a mí y a mi hija y a otras personas que estábamos cerca de su local, pero ya otros días nos han dicho ‘pinche migrante, regrésate a tu país’, o luego nos dicen culeros o vagos sólo por cómo nos vemos o cómo estamos vestidos o por el tono en el que hablamos”, señala.
Otra de las habitantes del campamento explicó que existen otros tipos de discriminación a los que ellos se enfrentan constantemente, como el abuso laboral y los malos tratos en los trabajos que pueden conseguir, así como la mala paga por su condición de migrantes.
“Hay muchos negocios que ya sólo contratan migrantes colombianos y principalmente venezolanos, porque los dueños saben que a uno no le tienen que pagar como a un mexicano. Yo trabajé mucho tiempo para una tienda de tenis en Tepito y ganaba 100 pesos a la semana”, agregó.