Error
Carlos Ramos Padilla jueves 17, Oct 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Estamos vigilantes a la comisión de dos graves errores, uno, desaparecer al Inai. Dos, sujetarlo en sus funciones a una secretaría (todavía Función Pública) y pretender que el gobierno puede ser juez y parte, es decir, que el oficialismo determine que información divulga y cual entra en reserva.
Los comisionados del Inai, presumiendo que son un órgano colegiado, no quisieron ver o entender lo que ocurriría, su desaparición. Permanecieron, vaya ironía, en silencio, ausentes mientras los trabajadores del Poder Judicial han mostrado valentía y determinación por defender lo suyo.
Atacar a los órganos autónomos y más a una institución como el Inai, que abastece de información vital a la nación, es innecesario.
Una democracia de vanguardia y un gobierno seguro de su potencial permite el crecimiento social a través de la información y del conocimiento de lo que por naturaleza tiene derecho: en que se destinan los recursos que aporta al país y cuáles son las consecuencias directas de las acciones gubernamentales.
Pocos prestaron atención a la propuesta de la comisionada Norma Julieta del Río Venegas acerca de una reingeniería del Inai. Buena o mala la idea era perfeccionar la operación del Inai sustituyendo gastos superfluos por productividad. Evitar duplicidad de funciones y exceso de personal.
Los comisionados asistentes a la Secretaría de Gobernación guardan la esperanza de algo, no saben qué, pero la respuesta ya la saben, se cierra el Inai. Lo confirmó la Presidenta y la ejecutora es Rosa Icela. Supusieron que irían a “intercambiar posiciones”.
El tiempo era valioso, pero la distracción con la reforma al Poder Judicial permitió que el oficialismo continuará estructurando el andamiaje para golpear a los órganos autónomos.
En noviembre próximo, de acuerdo a la agenda legislativa del primer periodo ordinario de sesiones, se conocerá el paquete económico y con este la estructura que definirá a la administración pública federal.
Se aprovechará entonces el conocimiento de la modificación de la actual secretaría de la Función Pública para convertirla en la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno y ahí, en ese paquete, la inclusión de las tareas que hoy corresponden al Inai.
El silencio permanente de los comisionados —colegiados— costará carísimo al país. No tuvieron la estatura suficiente para continuar resguardando al Inai. No dialogaron con la sociedad, ni se comprometieron a nada, sólo se tomaron el tiempo de acudir a Gobernación por su finiquito.