Mueren en México 20 personas a diario en espera de un trasplante
* Especiales, Salud jueves 17, Oct 2024
Incipiente cultura de donación de órganos
- Cada 10 minutos una persona se suma a lista
En México, la lista de pacientes receptores de un trasplante para poder recuperar su salud es muy larga, pues cada 10 minutos una persona se inscribe en espera de un órgano o tejido, y pocos son donados, por lo que a diario mueren 20 personas que esperaban un trasplante.
Hasta el primer semestre de 2024, el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) tenía un registro de 20 mil 053 personas en espera y el órgano más solicitado fue el riñón con 16 mil 651 pacientes inscritos, mientras casi 4 mil esperan una córnea y 210 un hígado.
La donación y el trasplante permiten que una persona con un padecimiento irreversible pueda mejorar su calidad de vida e incluso, en algunos casos, representa la única vía para conservar la vida, pero falta fomentar una cultura de donación que rompa con tabúes.
Los órganos y tejidos de la persona pueden salvar ocho humanos y mejorar la calidad de vida de 75 más; pero, sólo tres de cada mil personas fallecen en condiciones aptas para la donación, ante más de 21 mil pacientes que requieren algún trasplante, por eso también hay donantes vivos de órganos (riñón, segmento hepático) y tejidos (sangre y sus derivados, progenitores hematopoyéticos, sangre de cordón umbilical, cabezas femorales).
España es el líder internacional en donación de órganos desde hace 32 años, según el último informe del Observatorio Mundial de Donación y Trasplantes. Encabeza la donación internacional con 49.4 donantes por millón de habitantes, le sigue Estados Unidos, con 48 donantes por millón, mientras que en México se registra una tasa de 25 trasplantes por millón de habitantes.
Falta de información y sensibilización
El doctor Antonio Mares, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM señala que aún existen muchas razones por las que la gente no dona y tienen que ver con la falta de información y sensibilización. “La donación cadavérica sería el primer objetivo y para esto es necesario tener información clara que hable sobre el impacto de esta acción y rompa tabúes”.
El primer paso es compartir con los seres cercanos el deseo de ser donador para que en caso de un deceso se informe correctamente sobre la tarjeta: ‘Soy donador’, que es el documento que apoya y respeta esa decisión. “La Ley General de Salud obliga a todas las entidades a tener regulación y trazabilidad sobre donador y persona que recibe cierto órgano y tejido”.
Mares explica que la prioridad es fortalecer la donación cadavérica porque para un donante vivo siempre hay riesgos, y aunque cada vez son menos, no se está exento. Señala que el avance de las técnicas quirúrgicas y el manejo inmunológico han permitido un mayor éxito en los trasplantes y los nuevos retos es fortalecer el marco regulatorio con un sistema más robusto de información interinstitucional. “Tener mejores sistemas de información es el gran activo en la actualidad. Ampliar la información, aumentaría las certezas de compatibilidad entre receptor y donante”.
Explica que lo ideal sería tener información actualizada en tiempo real para lograr empalmar las características en forma virtual y garantizar que la donación funcione por años. “Más asignación de recursos para consolidar un mejor sistema de información garantizaría un mejor empleo de la histocompatibilidad”, señala refiriéndose a la rama de la Inmunología que estudia las determinantes genéticas en el rechazo del trasplante de órganos y tejidos por su alto grado de inmunogenicidad.
El futuro de los trasplantes
Hay experimentos con nuevas tecnologías que podrían brindar alternativas para generar nuevos órganos y tejidos como la medicina regenerativa y la terapia celular. La medicina regenerativa son tecnologías destinadas a restaurar, reparar o reemplazar tejidos en el cuerpo humano. Con la ingeniería de tejidos se están logrando implantes que áun se encuentran en modelos preclínicos. En algunos centros clínicos de vanguardia como el Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa en EU se utilizan bioimpresoras 3D con células del paciente para imprimir nuevos tejidos y órganos.
Mares también sitúa en estas posibilidades futuras a los trasplantes entre especies. En la década de 1980 la ciclosporina, un inmunosupresor que reduce el rechazo de los órganos, fue un antes y un después en los trasplantes. Ahora, la técnica Crispr-Cas para realizar ediciones genéticas en el ADN podría ser el hito clave en la evolución de los xenotrasplantes, que podrían proveer un suministro ilimitado de órganos y bajar tiempos de espera.