Estados Unidos asesinó a Madero
Alberto Vieyra G. martes 15, Oct 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Henry Lane Wilson es históricamente el peor embajador que Estados Unidos ha enviado a México. La relación entre el embajador gringo y el presidente Francisco I. Madero era desastrosa. Madero recibía en Palacio Nacional al embajador gringo cada que se le pegaba la gana y no cuando el diplomático lo pedía.
Así que Kenry Lane Wilson trabaría alianza con poderosos y ponzoñosos grupos del conservadurismo, principalmente con los terratenientes del Estado de México, donde más ranchos y haciendas existían en México; Había un total de 536 ranchos y 525 haciendas entre ellas La Agavia que era una de las mayores haciendas en México.
En la conjura de la embajada norteamericana, la parte medular corría a cargo del general Félix Díaz y Victoriano Huerta Márquez. La mayoría de los terratenientes estaban temerosos de que el presidente Madero fuese a propiciar un reparto masivo de las tierras, asunto que había desatado la Revolución Mexicana a cargo de Emiliano Zapata por el sur y Francisco Villa por el norte.
Así que entonces Henry Lane Wilson encabezaría el complot para derrocar y asesinar a Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez. El complot sería fraguado enteramente en la embajada norteamericana en México, en otras palabras Estados Unidos mató al presidente Madero, lo que desató la segunda y tercera etapa de la Revolución Mexicana con un saldo de más de 1 millón de compatriotas muertos y medio millón de exiliados.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
En este momento, México atraviesa por una peligrosa relación diplomática con los Halcones de Washington. Primero, la pausa que AMLO le puso al embajador norteamericano Ken Salazar para que dejara de entrar con derecho de picaporte a Palacio Nacional a la hora en que le diera la gana.
Pero, antes AMLO ya le había jalado los bigotes al tigre con sus atrabancadas declaraciones contra Estados Unidos, al que culpó de violaciones a la soberanía nacional por haber secuestrado mediante engaños al capo de capos de la droga, Ismael El Mayo Zambada, quien supuestamente fue subido con engaños a un avión por el Chapito, Joaquín Guzmán López y llevado a territorio norteamericano. De esa manera, AMLO se lavó las manos al defender a su presunto socio del Cártel de Sinaloa.
Luego, las relaciones con Estados Unidos se deterioraron aún más cuando el embajador Ken Salazar criticó ferozmente la reforma constitucional al Poder Judicial de México, advirtiendo que ponía en riesgo la democracia azteca, que erosionaba la división de poderes y ponía en riesgo las inversiones norteamericanas en México y, en suma, que esa demente reforma no resolvería el problema de la impartición de justicia en México.
Esa declaración enfureció a AMLO y ahora la Presidenta científica le da un terrible estirón a la cuerda aplicando el hielo e impidiendo que Ken Salazar vaya a Palacio Nacional cada que se le antoje y lo mandó a que haga sus trámites para cualquier asunto con cualquier secretaría, a través de la cancillería mexicana. Esto tampoco les gustó en Washington y no se descarta que, si Donald Trump regresara a la Casa Blanca, enviaría a México otro embajador de mano dura como el siniestro Henry Lane Wilson.
Ahora que, si las llaves de la Casa Blanca las obtiene Kamala Harris en las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en Washington se dice recio y quedito que mandarán a México una mujer como embajadora para que se entienda de tú a tú con la falda de Palacio Nacional porque entre mujeres, las cosas son distintas. Suena lógico ¿verdad?
En el fondo de este pleito diplomático entre México y Estados Unidos está de por medio el Tratado de Libre Comercio. La bestia trumpiana ya amenazó con darlo por terminado e imponer fuertes aranceles a los productos mexicanos en Estados Unidos. Pero de este lado del río Bravo el asunto de fondo parece ser un trasnochado nacionalismo que forma parte fundamental del adoctrinamiento de una izquierda comunista que engaña a los mexicanos con el cuento de que México es una nación autónoma, soberana y libre. Tema del cual le hablaré en capítulo aparte.