¿Y Cuauhtémoc?
Carlos Ramos Padilla jueves 10, Oct 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Ya en varias ocasiones he preguntado ¿y Cuauhtémoc? Su voluntaria desaparición de la vida pública es de llamar la atención y seré contundente, con el rompimiento que tuvieron, así en plural, con el PRI, nos hicieron creer que se trataba de fortalecer la democracia cuando buscaban acomodos políticos a conveniencia. Formaron entonces la Corriente Democrática fracturando la inercia nacional.
En alguna ocasión, de manera pública y en la radio, se lo dije: “Usted cayó en la trampa de representar a tribus que no corresponden ni a su ideología ni a su nivel cultural ni mucho menos económico. Ahora tiene que defender lo indefendible y a quienes atentan contra el sistema que a usted lo formó”.
Tiempo después, fui a ver a Porfirio Muñoz Ledo, entonces presidente del PRD, para solicitar su intervención porque encapuchados del EZLN habían secuestrado varias estaciones de radio en Chiapas y que formaban parte de la empresa (Radio SA, Radio 13). Porfirio fue rotundo, señaló que nada podía hacer e imitando a los viejos indios norteamericanos dijo: “Cabeza no manda pies”.
Pero no hay que olvidar que allá, por finales de los ochenta, las reuniones de ese grupo se celebraban en la casa de Ifigenia Martínez, en Coyoacán, convocando a los cabecillas del CEU, entre quienes figuraban Claudia Sheinbaum, Imanol Ordorika (quien se postuló para la Rectoría de la UNAM) y Carlos Ímaz (entonces pareja de Sheinbaum y quienes se beneficiaron con las aportaciones en ligas de Carlos Ahumada).
Se fueron sumando Álvarez Garín, Rosario Robles Berlanga, López Rivas, Adolfo Gilly, Julio Moguel, Rosalbina Garavito, Javier González Garza, Marco Rascón. Buscaron coincidencias y conciliación con Gilberto Rincón Gallardo y Heberto Castillo formados en líneas comunistas y de izquierda. Incluso con ellos se negociaban las postulaciones a diferentes cargos de elección popular, incluyendo la presidencial.
Al detonar el conflicto zapatista en Chiapas, Cárdenas, junto con Ofelia Medina, le abrieron espacios a El subcomandante Marcos y permitieron su llegada a San Lázaro. Intervinieron personajes como Alejandro Encinas y Ricardo Pascoe.
Fueron sumando fuerzas de agrupaciones de izquierda, que luego fueron, con ventaja, tomadas por López Obrador ganándose la simpatía de Sheinbaum. Como perdedor a la gubernatura y ex priista AMLO dejaría Tabasco para llegar al DF.
AMLO, hábilmente, se colgó de símbolos nacionales como Cárdenas, Porfirio, que acabó rompiendo drásticamente con él, antes de morir, de Ifigenia y de González Pedrero.
Sheinbaum fue creciendo de la mano de los dos, pero su fidelidad se mantenía con Cárdenas, tan es así que como candidata a la Presidencia lo fue a visitar a Michoacán e incluso mostrar interés porque Lázaro regresara a la actividad pública.
Cuauhtémoc de ha alejado del mosaico político, por algo será, quizá y al paso del tiempo, porque sabe que fue usado para pavimentar el camino que hoy transita Morena.