¿A quién le sirven los informes de diputados y senadores?
¬ José Antonio López Sosa miércoles 24, Ago 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Supuestamente son para la ciudadanía, es decir, los representantes populares dan a conocer su trabajo legislativo anual a la gente de sus distritos electorales o entidades que representan. Se trata de un acto de proselitismo a favor específicamente de la persona, del político un tanto narcisista ávido de aplausos y gente que le haga sentir un gran líder.
Primero que nada, si los legisladores estuvieran cerca de la gente, su informe de gobierno estaría enfocado a la respuesta a sus representados a lo largo del año, ¿de qué sirve que un legislador informe a su ciudadanía cuando no se presentan en todo el año con sus votantes?, es más, si un legislador trabajara con sus representados, no sería necesario un acto con montaje, cámaras y reflectores para dar a conocer su trabajo, la gente lo reconocería.
Ahora bien, ¿a quién va dirigido cada uno de estos informes?, ¿de verdad a los ciudadanos?, ¿a sus propios partidos y las dirigencias?, ¿a los medios para que la gente fuera de sus distritos electorales y entidades los conozca?
Resulta elemental darse cuenta que los asistentes a dichos informes son por lo general gente afín –por no llamarles paleros—a los legisladores, esos que aplauden sin cesar y llevan como manada la consigna de que tal o cuál legislador es el mejor, es “la neta”. También suelen estar otros legisladores, periodistas y de vez en cuando, líderes de las comunidades o estados, es decir, gente que realce la figura del informante y que lo haga sentir algo así como rey por un día.
El problema no es el informe en sí, el acto de vanidad política plagado de falsos aplausos, el trasfondo es el dinero que se gasta en los informes. Por lo regular afirman que se trata de ahorros personales, del dinero que dispone cada cámara para dicho efecto, de ayuda económica de asociaciones civiles o agrupaciones políticas y de ciudadanos interesados (¿habrá algún ciudadano coherente interesado en tirar su dinero para difundir un informe legislativo o se trata de algún compromiso pactado de por medio?).
Ninguno acepta usar recursos públicos, sin embargo si hacemos cuentas de lo que invierten en espectaculares, anuncios pagados en los medios, propaganda, entre otras fuentes de difusión, nos damos cuenta que se trata de sumas por cientos de miles y en casos quizás millones de pesos, ¿no servirían esos recursos para otra cosa lejos de alimentar el ego y la figura personal de un político?
Los legisladores actúan de forma irresponsable en estos informes, hacen una carrera política tras los reflectores de una forma poco ética, luego entonces ¿cómo pretenden convencer a la ciudadanía de lo buenos que son?
¿A quién le sirven los informes de diputados y senadores?, más allá de a ellos mismos, ¡a nadie!
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