Relevos
Ramón Zurita Sahagún miércoles 24, Ago 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
En las próximas semanas se abrirán una serie de vacantes a la que aspiran personajes identificados con el PAN.
Se trata de cargos de primer nivel, unos dentro de la administración pública federal y otros de relieve partidista, tendentes a cubrir las ausencias de quienes aspiran a niveles más altos dentro de la estructura electoral.
Cuando menos tres secretarios del gabinete presidencial pueden solicitar su relevo y la coordinadora de los diputados federales del partido blanquiazul hará lo propio.
No será sorpresivo que lo hagan, por lo que los nombres de sus sucesores ya están en la boca de todo el mundo y resultaría sorpresivo que no fueran los mencionados en columnas, filtraciones y chismes.
La baraja del Presidente de la República es amplia y puede echar mano de quien quiera, realizar acomodos como viene acostumbrando en sus relevos dentro del gabinete, los pasa de un lado a otro, los recicla y eso parece será nuevamente.
Es parte de las facultades que le corresponden al Presidente de la República, sin importar su filiación partidista.
Por lo pronto, Ernesto Cordero, secretario de Hacienda; Alonso Lujambio, de Educación Pública, y José Ángel Córdova, titular de Salud, son los miembros del gabinete más proclives a dejar la nave calderonista.
Lo harían en función de sus intereses personales que los llevan a buscar una eventual candidatura presidencial, los dos primeros y la de un gobierno estatal, el tercero de ellos.
De Cordero se dice que es el favorito de Los Pinos para convertirse en abanderado de Acción Nacional y enfrentar a los aspirantes de los otros partidos, aunque su nivel de crecimiento no es mucho.
Por eso, resulta de suma importancia su renuncia, para dedicarse a intentar elevar su presencia y entrar en términos de competencia con los otros candidatos internos que tendrá que enfrentar en el proceso que celebrará su partido.
Hasta el momento, los esfuerzos por convertir a Cordero en un político competitivo no han fructificado, aunque los últimos fines de semana rediseñó sus planes y estrategias y hace presencia en diferentes sitios del país, buscando elevar el nivel de conocimiento, tanto dentro como fuera de su partido.
Por razones inherentes a su labor, el secretario de Hacienda ha estado posponiendo su renuncia, a efecto de dejar listo el presupuesto del año próximo y la presentación del mismo ante el Poder Legislativo.
El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, es el otro personaje cuya renuncia está lista, para entrarle al juego de la sucesión, si es que considera que cuenta con los tamaños suficientes para remontar la desventaja que le llevan Santiago Creel, Josefina Vázquez y hasta Ernesto Cordero.
Su salida del gabinete podría darse por otras razones, ya que lo consideran competitivo para cubrir en una eventualidad el perfil de candidato al gobierno del Distrito Federal.
Los respaldos alcanzados por Lujambio en su propósito de disputar la candidatura presidencial han sido mínimos y su figura no despunta en esos términos, por lo que se le considera como un aspirante con menores posibilidades para abanderar a su partido en la contienda presidencial.
El tercer secretario que contempla su renuncia -ya anunciada- es el de Salud, quien buscará la candidatura panista al gobierno de Guanajuato.
José Ángel Córdova la viene trabajando desde inicios del sexenio y según encuestas es el mejor posicionado, pero hacia fuera, por lo que tiene que trabajar lo interno arduamente, ante el riesgo de quedarse en el camino, con todo y su gran posicionamiento ante la ciudadanía en general.
Y es que en Guanajuato se dice que la candidatura ya fue negociada por el gobernador Juan Manuel Oliva y que tenderá a beneficiar a su secretario de Desarrollo Social, Miguel Márquez, a cambio del abierto apoyo otorgado al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
Tres son los nombres de los personajes panistas que buscan la candidatura que habrá de definirse hasta principios del año próximo: los mencionados José Ángel Córdova, Miguel Márquez y el senador Ricardo Torres Origel.
Al otro panista que se le busca reemplazo, aunque ya está decidido el nombre, es a la coordinadora de los diputados federales de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota.
La única mujer que busca una candidatura presidencial, sin importar que partido, no solicitará licencia como sí lo hizo Santiago Creel, aunque dejará la coordinación de sus compañeros.
Josefina sabe que la diputación le permite moverse a sus anchas en la búsqueda de los respaldos necesarios para derrotar a sus adversarios internos y hasta la voluntad presidencial y levantarse con la candidatura de su partido.
Pero si esos relevos se producen, podrían dar paso a otros más y al reciclaje de varios servidores públicos, los que pasarían de una dependencia a otra.
Así ha pasado en el gobierno de Felipe Calderón, donde el propio Cordero pasó de Hacienda a Desarrollo Social y regresó a Hacienda. Lujambio sustituyó a Josefina y está dejó la SEP para convertirse en diputada. Solamente Córdova Villalobos inició el sexenio en esa dependencia y, seguramente, no lo terminará.
Sin embargo, la pregunta que habría que hacer es, qué pasará con Cordero y Lujambio si no son candidatos y si Córdova no consigue la candidatura en Guanajuato.
Es cierto que faltarían unos cuantos meses para terminar el sexenio, pero parodiando al “Tlacuache” César Garizurieta, “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
DEUDAS PENDIENTES
Los panistas le toman la palabra al dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, para discutir la deuda de muertes violentas ocurridas en el presente sexenio.
De acuerdo a las cuentas de los panistas, tres de cada cuatro muertes han ocurrido en entidades gobernadas por el PRI.
Y es que el reto lanzado por el priísta le puede resultar demasiado caro a su partido, si se contabilizan los números actuales.