Salvamento arqueológico bajo órdenes militares crea polémica
* Especiales, Cultura jueves 26, Sep 2024
Dentro del proyecto Tren Maya
- Programa de rehabilitación ha revelado una vasta cantidad de vestigios
Chetumal.— El proyecto del Tren Maya, una de las obras más ambiciosas del gobierno mexicano, ha estado en el centro de la controversia debido a la participación de militares en las labores de salvamento arqueológico. Este megaproyecto, que atraviesa cinco estados del sureste de México, ha revelado una vasta cantidad de vestigios arqueológicos, lo que ha requerido un esfuerzo significativo para su preservación.
Desde marzo del año pasado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha estado involucrada en las tareas de salvamento arqueológico del Tren Maya. Según Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la participación militar se justificó para acelerar los trabajos y cumplir con los plazos establecidos. Sin embargo, esta intervención ha generado preocupaciones entre los especialistas en patrimonio cultural.
El antropólogo Juan Manuel Sandoval, en su reciente cuaderno de trabajo titulado “La construcción del Tren Maya y la destrucción del patrimonio en la Península de Yucatán”, documenta cómo los militares han apresurado las excavaciones y manipulado áreas de importancia arqueológica. Sandoval, egresado de la Universidad de California, señala que la falta de personal capacitado ha llevado a que soldados sin formación específica en arqueología realicen tareas delicadas de salvamento.
En los tramos 6 y 7 del Tren Maya, que abarcan desde Tulum hasta Escárcega, se han identificado alrededor de 11,000 vestigios arqueológicos. Estos incluyen fragmentos de cerámica, restos humanos y estructuras antiguas que datan de la civilización maya. La magnitud de estos hallazgos ha sido descrita como una de las investigaciones arqueológicas más grandes en la región.
A pesar de los esfuerzos, la presencia militar ha sido criticada por la falta de sensibilidad y conocimiento en la preservación del patrimonio cultural. Sandoval reporta que los militares, en su afán por cumplir con los plazos, han contratado “peones”, moviendo piedras y manipulando cubetas sin la supervisión adecuada de arqueólogos experimentados.
La intervención militar en el salvamento arqueológico del Tren Maya ha generado un debate sobre la idoneidad de su participación en proyectos de esta naturaleza. Mientras algunos argumentan que su presencia es necesaria para cumplir con los plazos, otros, como Sandoval, advierten sobre los riesgos de dañar irreparablemente el patrimonio cultural de la región.
El gobierno mexicano, por su parte, ha defendido la colaboración con la Sedena, asegurando que se han tomado medidas para proteger los hallazgos arqueológicos. Sin embargo, la comunidad académica y los defensores del patrimonio cultural continúan vigilantes, exigiendo mayor transparencia y cuidado en las labores de salvamento.
Otras 30 hectáreas expropiadas
Por otro lado, se informó que, el gobierno decretó la expropiación de más de 30 hectáreas ubicadas en diferentes municipios de los estados Yucatán, Chiapas y Campeche, todo por causa de utilidad pública para la construcción del Tren Maya.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) publicó los seis decretos en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación, y uno de ellos involucra 00-12-45 hectáreas del ejido “Techoh”, municipio de Tixpéhual, Yucatán, por el cual se pagaron 211 mil 738 pesos.
También en Yucatán, el segundo terreno, mide 00-45-33 hectáreas del ejido “Halachó”, municipio de Halachó. En este caso, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) determinó que el precio a pagar a los dueños es de 128 mil 401 pesos.
El de mayor extensión, fue el tercer terreno, con una superficie de 30-56-18 hectáreas del ejido “Yaxché”, municipio de Dzitás, y por él se pagaron 4 millones 645 mil 387 pesos.
Otro de los terrenos expropiados es de 00-67-96 hectáreas del ejido “Santa Rosa”, municipio de Tenabo, estado de Campeche, y se pagaron 456 mil 304 pesos, así como uno más de 00-06-79 hectáreas del ejido “Santa Rosa”, municipio de Tenabo, cuyo costo fue de 85 mil 572 pesos.
Finalmente, en Chiapas, se pagaron 314 mil 630 pesos por una superficie de 01-65-20 hectáreas del ejido “Estrella de Belén”, municipio de La Libertad.